Me tumbé a su lado y nos miramos, conectando como solo nosotros sabíamos y nos besamos.
Enseguida escuchamos un:
-¡AY QUE ASCO! -nos giramos para ver a Lilvia tapándose los ojos con una mueca de disgusto -Sólo quería avisaros que vamos a bajar a la playa para comer.
-No pongas esa cara mujer, con la de besos que te has dado con mujeres. -la regaño Ashley
-¡Pero son picos! ¡No nos pasamos babas! -se defendió su mejor amiga
-Ni nis pisimis bibis -se burló Ashley cogiéndola del brazo y esperándome a mí para cogerme el otro brazo.
El ambiente en la pequeña cala que estaba justo delante de nuestras casas era otro rollo.
Todos compartimos la comida que habíamos llevado, como una gran familia.
Cuando unos acabaron fueron a tirar piedritas en el mar, otros buscaban piedras bonitas y otros se fueron a las rocas a hablar mientras las profesoras se quedaban en las toallas descansando. Luego estaba Nick, que él optó por coger unas algas y ponerlas de mostacho mientras hablaba con un francés más “chic”.
Noor y Daniel, que tenían por tradición intentar conquistar a Ashley llegaron con piedras en sus manos:
-Quien tenga las piedras más bonitas, gana -dijo Noor, una chica bajita, parecida a un minion adorable
Ashley rió y como no sabía elegir, las cogió todas en sus manos:
-Son todas muy bonitas, no puedo elegir.
Pero eso no impidió que Daniel y Noor empezaran a discutir:
-¡Las mías eran más bonitas!
-¡Yo tenía piedras blancas que representan la bondad de Ash!
-¡Y yo unas transparentes igual de bonitas que ella!
Ash y yo los mirábamos como un partido de ping pong.
Ash los besó a los dos en la mejilla y al inicio parecían encantados pero Noor le limpió la mejilla a Daniel
-¡Solo puede darme besos a mi!
Parecía que iban a volver a empezar hasta que una profe nos llamó la atención:
-¡Venid, venid!
Todos los de clase nos acumulamos delantes de ella
-¿Quién quiere venir a comprar comida? Con que vayan dos o tres nos…
-¡Yo! -gritamos al unísono
Y la profesora perpleja nos dió el okey así que ahí estábamos, 15 adolescentes en el LIDL.
Algunos ayudaban, otros se paseaban hablando entre los pasillos, otros miraban los pijamas a conjunto por 5€ (entre ellos mi novia).
Y salimos del súper con bolsas de comida y pijamas a conjunto.
Al llegar a las casas a Lilvia y a Daniel les tocó hacer la cena y en nuestra casa Nick cogió la guitarra y nos dio un concierto sobre la profesora que le gustaban las puntas de las mesas:
-Me gustan las mesas, me gustas tú, me gustan las puntas, me gustas tú…
-¡Mirad! pinzas de aguantar la ropa -escuche que Noor gritaba mientras me dirigía hacia el baño.
Al salir, Noor y los demás le enganchaban pinzas en el pelo a Nick mientras Ashley se reía intentando grabar la escena.
-Que voy a hacer, je ne sais pas, qué voy a hacer, je ne sais plus.. -seguía Nick.
Nos estábamos riendo por la escena surrealista hasta que un portazo se escuchó y luego dos risas inundaron la casa.
Daniel y Lilvia aparecieron en la puerta del comedor con los ojos llorosos.
Me pregunté si estaban llorando o riendo.
-Hemos… -explotó de risa Daniel
-Fresas.. -explotó de risa Lilvia
Y se tiraron al suelo riéndose intentando explicarse a la vez que intentaban no ahogarse.
Y unos minutos más tarde en los que nos unimos a ellos riéndonos, sin entender porqué explicaron:
-Hemos ensuciado las cortinas blancas… de fresa.
Todos los de la casa bajamos a las casas de las profesoras, en la cocina, a ver que habían hecho con las cortinas.
Las cortinas que antes eran blancas, ahora tenían manchas rojas.
-Ni el viento de la rosa de la Guadalupe os ayudará en esto -se río Ashley
De golpe, la profe apareció y las risas acabaron, todos nos pusimos serios.
Ella pasó entre nosotros para observar el panorama.
Silencio.
-¡Salid de aquí! ¡Voy a solucionar esto!
Y salimos todos de la cocina y de la casa, como soldados: serios y rectos.
Cuando la puerta se cerró, no pudimos evitarlo: empezamos a reírnos como desquiciados en esa calle.
La noche cayó, habíamos cenado y nos habíamos comido las fresas, las culpables del crimen de las cortinas.
Y estábamos todos en el comedor, en círculo, hablando de cosas filosóficas, como el amor.
Cada uno daba su punto de vista en el tema, unos eran más tristes que otros.
Luego empezamos a hablar de parejas, de lo que pensábamos de cada para luego acabar hablando de cuánto nos media.
Si, no preguntéis.
Y así como estábamos, nos quedamos dormidos.
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NUESTRA LUZ DE MEDIA LUNA
RomanceHay personas que brillan a medias porque les hicieron creer que solo irradian una luz de media luna. Pero que pasa cuando dos media lunas se encuentran? Esta es la historia de Ashley y Matthew, los dos son mejores amigos de Alexia. Cuando Alexia se...
Capítulo 13
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