Veo aquella chica en el puesto de baños colocándose unos shorts que le quedan genial y un camiseta, cuando termina de vestirse me acerco a ella.
—Francesa —la llamé.
—No estoy para bromas Sebastián.
—¿Y quién dijo que vengo a bromear?
—Es lo que acostumbras a hacer.
—Bueno es momento de reivindicar mis acciones —comenté.
—¿Y que tienes pensado?
—Te voy a llevar a un lugar, mi habitación.
—¿Tu habitación? Vamos a casa.
—Si, quiero quitarme está agua salada y te invito a ver una película o hacer algo que te guste en mi habitación ¿Por qué allí? Tengo de todo en esa habitación, no te vas aburrir lo prometo — levante mi mano derecha en señal de promesa y ella solo sonrió.
—Esta bien, vamos a casa.
—No se diga más.
Tomamos un taxi y nos fuimos a casa mis padres se estaban arreglando para salir, según tenían una película que ver en el cine, yo no les puse problemas ni nada.
—En la cocina tienen de cenar solo deben calentar.
—Había pedido una pizza — mencioné.
—Entonces guarden todo en la nevera, no lo dejen fuera porque se daña.
—¿Dónde está tu hermana?
—No lo sé mamá solo le dijo a Fleur que se regresará sola a casa.
—Pero si ella no sabe regresar sola a casa todavía.
—Por eso me ofrecí acompañarla.
Mi madre salió por la puerta un poco enojada por el acto de mi hermana que fue mal en los ojos de todos.
—Ve date una ducha, mientras yo lo hago también me siento horrible con tanta arena en tantos lugares de mi cuerpo que no soporto un segundo más así — ella se río y dijo que era muy cierta mi teoría.
Ella recogió sus cosas y se fue a la habitación de ella que está justo al lado de la mía, una distancia tan corta y tan lejos a la vez que hace que me vuelva loco, me dan ganas de traspasar las paredes y poder tomarla entre mis brazos y sentir lo suave y delicada de su piel. Ella es tan hermosa, su acento francés en cada palabra es un completo deleite, sus labios en aquel labial rojo que me volvieron loco, su cuerpo en aquel vestido que dejaba ver sus pechos y el increíble cuerpo que nunca antes había visto en mi vida por el hecho de no conocerla.
Estoy en el baño dejando que el agua fría calme el fuego que ella enciende en mi, de tan solo recordar el hecho de cómo me miraba mientras mis dedos recorrían parte de su cuerpo, no detenía ni un solo movimiento; me dejó llevar hasta en medio de sus pechos hablarle tan cerca del oído escuchando su respiración tan desenfrenada, ella perdía los estribos al igual que yo y eso era una completa y magnífica locura que hubiese estado dispuesto a cometer.
Los minutos corrieron hasta que por fin termino de darme un baño y vestirme hasta que escucho el timbre de la puerta sonar y salí de la habitación para recibir el domicilio.
—Estoy lista ahora dime ¿Cuál es ese plan que no me va aburrir?
Volteo mi vista luego de cerrar la puerta con seguro y mirarla. Allí estaba ella justo en frente de mi con una pijama, dos piezas de satín en color negro dejando al descubierto sus firmes piernas y el pequeño camino de sus pechos, esto era una maldita locura.
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Al Otro Lado Del Mundo (En Proceso)
Teen FictionFleur Lambert viaja a Colombia en busca de distraer sus pensamientos desde la muerte de su madre visitando a quien era la mejor amiga de ella, quien cree que puede ser como una segunda madre. En aquel viaje ella conocerá personas que le cambiarán la...
Capítulo Cinco
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