narrador omnisciente
Las escenas del choque llegaron y poco a poco iban ingresando los actores a la caravana para poder quedar lindos de nuevo.
Esta vez entraron Enzo y Blas primero. Fueron maquillados delicadamente y entre risas como siempre. Ese par se hacía querer demasiado rápido y era muy tierno que se llevaran diez años de diferencia pero aún así puedan divertirse apesar de sus distintos tipos de humor.
Al verlos con el pelo cortado y afeitados, le hizo saber a Delfi que ya está; ya no iba a tener a Matías con pelo largo como un Prince Hair Harry y eso le rompió el corazón. De hecho, todos se veían lindos despeinados, jamás sería capaz de negar que era un cast bastante... llamativo.
Sobretodo para ella ahora, que estaba en la semana antes de su periodo y las homonas de la ovulación la estaban volviendo loca.
Nunca pensó en Matías de otra forma que no sea cariñosa y con respeto, se creía incapaz de hablar de un ser humano como lo hacía su gran amiga Briana.
—El último con el que estuve me perforó el pulmón...— confesó la rubia, sorprendiendo a los dos hombres y a su amiga que la retó con un serio "Briana"— Pero ustedes no saben... tenía un pito que de seguro era Pinocho de tanto que mentía y le crecía.
—¡Que asco!— Delfina hizo una expresión de disgusto.
—Asquerosa... no queremos escuchar como te acomodaron las tripas— ahora es el turno de Enzo de retar a Bri, pero en un tono más jodón.
Por otro lado, Blas no decía nada y simplemente se reía de la situación. Él siempre se cagaba de risa con lo que decía la otra maquilladora porque estaba acostumbrado a la timidez y el silencio de Delfi.
Cuando los chicos salieron entraron Matías y Francisco; las debilidades de Delfina.
Claramente no era un buen momento para verlos con el pelo recién cortado, recién levantados y perfumados con esos perfumes que son tan de hombre. No de chico; hombre.
Soltó un pesado suspiro y comenzó a trabajar con Fran, ya que para evitar problemas, Matías se quedó con Briana luego de la payasada de haber pédido el cambio de maquillista.
Esas feromonas en el ambiente le estaban provocando algo extraño en su interior y su compañera y amiga que continuaba hablando de tamaños de pitos no era de mucha ayuda, aunque estos dos hombres se reían y no la retaban como los anteriores.
—Y mi última relación fue una relación abierta— contó nuevamente Briana mientras maquillaba a Mati— ¿Ustedes creen en eso? Yo no creía, pero me fue bastante bien...
Delfina pensó un poco. Ella estaba medio loquita y si encontraba alguna infidelidad se podía volver una desquiciada. Es decir; también acompañó el lugar donde se crió, las mujeres de su familia son muy independientes. No sucedía tan a menudo, pero a su tía le fueron infiel y rompió toda la cocina que su tío le había hecho y ella desde entonces no cocina.
—Monogamia o bala— finalmente responde Delfi, haciendo que los tres soltasen una risa.
—Yo también tuve una relación abierta con mi ex— dice Matías con diversión ante la respuesta de Delfi— Duramos casi un año, pero fue medio feo.
—Y si ella fue la que mandó al frente a Jesús— le recordó la morocha— Cuando vos estabas conociendo tu cuerpo, Malena el del resto, que no tiene nada de malo, pero quedó re violina con vos.
—Bue— Recalt le hace un montoncito con la mano— Tenés razón igual.
—Como siempre— ella voltea un poco y hacen contacto visual, asi que aprovecha para tirarle un beso.
Matías sonrió como tonto y rodó los ojos por la pequeña escena de celos que Delfi le había dado.
Su relación era rara. Trataban de no demostrarse cariño frente a los demás para no incómodar, pero en la privacidad eran las personas más amorosas del universo.
Y por supuesto que eso confundía a Francisco; el enamorado en secreto de la castaña. No entendía si debía apartarse por respeto a su amigo o tratar de lograr algo con Delfi por su amor a ella.
Francisco Romero creía que no iba a poder amar a alguien que no sea Delfina y le dolía tanto no ser Matías para ser merecedor de ese amor mutuo. Trataba de disimularlo lo más posible, pero a veces era inevitable no perderse en su sonrisa o en sus delicadas facciones.
Verla ahora tirandole besos a su amigo era un sentimiento indescriptible. Jamás sería capaz de negar el cariño que se tenían ellos dos, más allá del insoportable dolor de no ser él el receptor; la manera en la que ambos conectaban y con una mirada podían decirse todo era simplemente increíble.
Unas cortas horas más tarde se encontraban en el set para grabar el choque, tuvieron que perderse algunos minutos del partido Argentina-Australia para poder trabajar. Con enojo, pero laburando siempre.
Juani se cagaba de risa cuando los asientos chocaban y eso hacía que los de producción y maquillaje tuviesen que reirse también. Es curioso como en una pelicula de ese estilo podían surgir tantos momentos lindos.
Incluso los mismo sobrevivientes se reían con ellos y eso era algo que ninguno de los presentes cambiaría en el mundo.
Finalmente llegó. La última toma de la última escena. La nostalgia y los sollozos no tardaron nada en aparecer porque fue una etapa dura y linda a la vez. Gracias a éste proyecto se encontraron amigos y amores que siempre estuvieron unidos, pero gracias a J.A pudieron darse por completo.
A los actores y sobrevivientes se les abrió un pasillo para que pasaran y fuesen aplaudidos. Se lo merecían cada uno por igual.
Argentina estaba otro pasito más cerca. Se grabó una pelicula de uno de los hechos más importantes en la historia. Matías creyó encontrar al amor de su vida y Delfi iría a ver a Harry Styles apenas se liberara por completo del trabajo.
¿Qué podría arruinar ese momento tan perfecto?