Hilo Rojo ~ Haobin

Ep. 45 - Malentendido

Me levanté de inmediato tomando mis llaves y me dirigí a la casa de Hao, esta vez fui en mi moto porque me negaba a pagar otro taxi, de todas formas, su casa estaba cerca, pero estaba muy ansioso como para ir caminando.

Llegué a la casa esperando que Hao estuviese en su habitación viendo televisión o leyendo. Pero al abrir la puerta encontré una imagen que hubiera preferido no ver. Era Yeonjun y Hao, estaban juntos, uno al lado del otro mirando un libro.

-¿Qué están haciendo? -entré y cerré la puerta. Hao se levantó de inmediato y se acercó

-Hanbin, ¿qué haces aquí? -susurró -¿viniste en tu moto? -desvío su vista hacia el vehículo y noté una pisca de decepción en sus ojos pero luego cambió a enojo -no pedí que vinieras todavía

-Porqué tengo que pedir permiso para verte si eres mi novio

-¡Hanbin! -me tomó del brazo mirándome como si hubiera dicho algo malo -¿y tú porqué estás aquí con mi novio? -miré a Yeonjun con furia

-No te enojes con Hao, yo le pedí venir acá, me estaba recomendando algunos libros para leer, ya me iba -se levantó como si nada despidiéndose de Hao -cuídate

-Gracias por venir -sonrió incluso cuando ya había girado por la esquina de la calle

-¿Gracias por venir? -fruncí el sueño -¿si yo no aparecía qué pensabas hacer con él?

-¿Qué mierda te pasa?, ¿te volviste loco?, se supone que nadie se tenía que enterar que volvimos

-¿O sea no te importa lo que yo piense acerca de eso?, ¿o estabas aprovechando el momento para irte al karaoke con Yeonjun?

-¿Q-qué?, ¿c-cómo sabes eso? -titubeó

-¿Entonces es verdad? -no sabía cómo sentirme al respecto

-Hanbin, escúchame, yo no sabía que él estaba ahí, pensé que eran sólo Matt y Taerae, pero llegué y también habían invitado a Yeonjun, yo no lo sabía... -me senté en el sofá -Hanbin... ¿no me crees?

-Ni siquiera me dijiste, Hao -lo miré con decepción -incluso después de llegar del karaoke me hubiera dicho que Yeonjun estaba ahí

-Te ibas a enojar...

-¿Cómo crees que me siento ahora?

-Hanbin, no seas tan celoso, en serio, no es atractivo

-¿Entonces ya no puedo demostrar mi sentimientos porque te parece mal?

-¡No he dicho eso! -gritó -ya estoy cansado que malinterpretes todo, siempre te enojas cada que hablo con algún chico y te pones en ese modo

-Estoy cuidando lo que es mío

-¿Tuyo? -me levanté del sofá yendo hacia su habitación -Hanbin, no soy un objeto, soy una persona y no me puedes estar controlando y sabiendo que hago y con quien lo hago como so fueras mi guardaespaldas -lo vi siguiéndome detrás

-¿Y tú si puedes hacer esa mierda?, pero claro, me tengo que quedar callado y no decir nada, tengo que actuar como el chico perfecto que tanto quieres, ¿porqué no sólo te largas com Yeonjun?, debe ser tu tipo ideal

-¡Hanbin!

-¡Es la verdad!, ¿o no? -se quedó callado y bajó la mirada -es suficiente -abrí sus cajones para sacar un poco de mi ropa

-¿Qué haces?

-Tomando lo que es mío

-¿Porqué eres tan inmaduro?, ¿crees que me siento cómodo aguantando tus mierdas?

-Entonces ya no lo hagas más y termina con esto de una vez

-Está bien, terminamos, ahora vete de mi maldita cada

-Claro, es lo único que sabes hacer, siempre tirándome como un perro y esperando a que venga detrás de ti

-Yo jamás pedí que fueras detrás de mí, fácilmente podías ignorarme sin decirme nada, ¡eso es lo que siempre haces cada que te enojas!

-Bien, lo haré, y ni sueñes que recibirás algo de mi atención

-No la necesito, así que te puedes ir a la mierda -se cruzó de brazos -terminé de sacar mis cosas dispuesto a irme -¡te odio!

Me frené en seco. Estaba acostumbrado a oír esa palabra de la boca de otras personas, pero ahora que salía de los labios de Hao la sensación era diferente.

-¿Qué? -me volteé esperando que al menos se retracte por lo que dijo

-¡Dije que te odio!, siempre haces lo que quieres y me haces sentir como un estúpido, nunca haces lo que te pido, te comportas de esa forma y te vuelves insoportable, no te puedo entender y creo que jamás lo haré

-Yo también te odio -dije y él se quedó en silencio -te odio como nunca odié a nadie, y espero que siempre lo tengas en cuenta

Noté que sus manos empezaron a temblar y giró para agarrar una almohada de su cama y me la tiró con mucha fuerza.

-¡Entonces, ya lárgate! -gritó al borde del llanto -eres un idiota, no sé porqué me enamoré de ti

Me empujó hasta afuera de su casa y me cerró la puerta agresivamente. Me subí a mi moto y aceleré. Estaba sintiéndome de una forma que jamás pensé sentirme. Necesitaba alcohol.