Yo estaba con los ojos como plato viendo toda esa escena. Los señores que nos acompañaban en el restaurante nos observaban y fue cuando noté una mirada en especial clavada en mí. A lo lejos en una mesita cruzando el corredor se encontraba James y Halston desayunando, ella parecía hablar y hablar y él me observaba a mí con cierta preocupación.

- ¿Me harías el honor de casarte conmigo? –pidió Jack.

En ese momento sentí cómo las lágrimas salían de mis mejillas y mi corazón se quebraba. Yo amaba a Jack, pero casarme con él era un compromiso mayor. Era algo... real, algo para toda la vida. ¿De verdad quería estar con él... por el resto de mi vida? A James se le borró la expresión de la cara, se levantó de la mesa y se fue. Halston se quedó sentada observando cómo se iba y siguió comiendo. Yo observé a Jack, quien aún estaba arrodillado. Todas las mesas a nuestro alrededor esperaban mi respuesta. Mi voz no salía y lo único que hice, fue mover la cabeza de arriba a abajo. Él rápido se acercó a besarme y abrió la cajita pequeña que tenía. Era un anillo bastante hermoso, tenía una gran piedra al centro y era de oro blanco. Me lo puso en el dedo anular y me volvió a besar.

Estábamos aún desayunando cuando sentí cómo mi celular comenzaba a vibrar. Rápido lo saqué de mi bolsillo y noté que era un mensaje de "él".

- Lo siento, debo de contestar el mensaje –dije.

 - ¿Cómo es que aún te funciona? –preguntó confundido. 

 - Es que es satelital, pero supongo que cuando estemos en medio de la nada dejará de funcionar. 

 - De acuerdo, puedes contestar no te preocupes –dijo y siguió comiendo.

"Buenos días, ¿nunca has sentido la necesidad de interrumpir algo importante? Yo la acabo de sentir y creo que cometí el más tremendo error de no hacerlo".

Odiaba cuando "él" se sentía culpable o mal consigo mismo. Suspiré y luego observé la silla vacía en la cual estuvo James.

"No, nunca la he sentido. Pero sí he sentido la necesidad de que alguien me interrumpa o intervenga en algo importante. No te sientas culpable. Las cosas pasan o no pasan por algo" –envié.

Terminamos de desayunar entre risas. Él me dijo que tenía algunas cosas qué hacer así que fui a mi camarote por la cámara que el asesino me había regalado y subí a la cubierta. Allí estaba él. Sostenía el celular con ambas manos y su mirada parecía perdida. Se giró a verme cuando escuchó el Click de mi cámara.

- Lo siento, no quise incomodarte –le dije y me puse a su lado, recargué mis codos en el barandal y seguimos observando el mar. Él tenía la mirada clavada en mi anillo. 

- No me dijiste que tenías novio –dijo con mucha seriedad. 

- No lo tenía –dije. 

 - Entonces, ¿quién es el chico con el que te comprometiste hoy? –dijo tocando mi anillo. Yo lo toqué delicadamente y giré el anillo para que solo quedara la parte de la argolla. 

 - Bueno... yo... 

 - No me interesa saberlo, no importa –dijo antes de que yo contestara.

 - ¿Recuerdas al chico que aún amaba? –le pregunté, él me dio un fugaz vistazo y asintió. - Él es Jack, mi... prometido.

 - ¿Recuerdas a la chica que me engañó? –me preguntó.

 - ¿Cómo olvidarla? –le dije. Él agachó la mirada. 

- Es Halston, mi actual novia –dijo mordiendo una de sus uñas.

Suspiré y me quedé callada. Estuvimos viendo montones y montones de parejas besándose y jugando. Recordé cuando Jack y yo hacíamos siempre eso, jugar y besarnos.

- ¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche? –preguntó con una mirada intrigante.

 - No, solo tengo leves imágenes. Recuerdo que estuve con Halston y luego, una cachetada y... ya. 

 - Bueno, creo que ofendiste a mi novia y luego ella se desquitó. Te caías de ebria y yo me ofrecí a llevarte a tu camarote, no dijiste nada. En el pasillo me encontré con tu actual prometido y me dijo que él se encargaba. 

- Oh –dije- ¿Qué le dije a tu novia?

 - Que si ella era mi engañadora –rió. Yo me puse roja como un tomate, no podía creer lo imprudente que había sido. No, la verdad si lo creía.

 - ¿Fue cuando ella me cacheteó? –reí. Él también comenzó a reírse.

 - Sí, por cierto tienes un pequeño rasguño en la nariz –me dijo apretándomela.

Yo reí y comenzamos a bromear sobre muchas cosas. Este chico era tan agradable. Ahora sé que los dos teníamos nuestro propio compañero y nadie se sentiría solo.

- ¿Te casarás con él? –preguntó de la nada, hizo que mi sonrisa se borrara y pensara bien en las cosas. 

- No sé –dije viendo la piedra de mi anillo- Regresamos ayer y... digamos que yo no estaba en mis cinco sentidos. 

 - Devuélvele el anillo entonces –dijo sonriente. 

 - ¿Por qué no quieres que me case con él? –pregunté intrigada. A él se le borró la sonrisa.

 - No es que no quiera que te cases, sí quiero que lo hagas. Pero... con él –inclinó un poco la cabeza y frunció el ceño- es solo que acaban de volver y ya quiere casarse contigo. Ni siquiera han hablado lo suficiente y tú ya le diste el sí y ¿si él no viene con buenas intenciones? 

 - James, ¿estás celoso? –él se sonrojó...

Messages (James Maslow) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora