—Hmm, no. —responde Blake con frialdad— No me perturba en lo más mínimo, no me quita el sueño para nada. No hago distinciones entre inocentes y culpables; si me beneficia eliminarlos o dejarlos vivir, así lo haré. —Valler se gira y se dirige a la puerta— Si alguno de ustedes planea seguirme, les sugiero que reconsideren el significado de sus vidas. Tal vez, tras una seria reflexión, decidan no embarcarse en una tontería de magnitudes planetarias. —con esas palabras, sale de la cabaña y cierra la puerta con tal fuerza que casi la rompe—
—¿Cómo puede existir alguien así? —murmura Asia, incapaz de levantar la vista—
—No tengo respuesta para eso. —dice Rías, contemplando el marco de la puerta con una mirada perdida— Nunca he conocido a alguien con una perspectiva tan... —se detiene, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para describirlo—
[...]
.Ciudad de Kuoh - Nueve y Media de la Noche.
Blake estaba sumido en sus pensamientos, sentado en una banqueta en el corazón de un bar bullicioso. El estruendo del rock clásico resonaba, creando una atmósfera cargada de nostalgia y rebeldía, mientras algunos parroquianos se entregaban a partidas de pool, otros a juegos de cartas, y unos cuantos más se perdían en el humo de sus cigarrillos y el sabor de sus bebidas. Valler, con un Whisky Escocés de primera en mano, un lujo que su billetera permitía con facilidad parecía inmune al efecto del alcohol, necesitando cantidades descomunales para sentir algún atisbo de embriaguez. Su mirada se perdía en el vórtice de su trago, como si en ese remolino líquido se escondieran los secretos del cosmos.
De repente, dos golpes firmes en su hombro derecho lo sacaron de su trance. Al girar la cabeza, se encontró con un hombre de cabello largo y desordenado, cuyos ojos celestes destellaban con una intensidad inusual, y una barba incipiente le daba un aire de descuido calculado. Los tatuajes que serpentean por sus brazos narraban epopeyas no pronunciadas, y una cicatriz bajo su ojo izquierdo añadía misterio a su semblante. Su atuendo era una declaración de individualidad: una chaqueta de cuero con tonos dorados y negros, pantalones con un diseño intrincado y una raya que se entrelazaba artísticamente en la rodilla, guantes negros sin dedos y zapatos grises que pisaban con decisión. A su lado, una bolsa con un teléfono enchufado a la correa, como si esperara una llamada que pudiera cambiarlo todo.
—Por favor, sírvele un trago a este caballero. —solicitó Jacob al barman, su sonrisa apenas es disimulada— Me llamo Jacob. Jacob Valerie. Un placer conocerte.
Blake desvió la mirada hacia su interlocutor, analizando brevemente al hombre de la chaqueta amarilla y ojos como el cielo. Sin embargo, decidió ignorarlo, volviendo a sumergirse en su mar de cavilaciones. Mientras tanto, el barman colocó un chupito de Sake frente a él, una invitación silenciosa a la camaradería que Blake desestimó. El hombre de la melena al viento giró sutilmente, como si esperara una señal para revelar el próximo capítulo de la noche.
—Pareces una persona tranquila y sensata. ¿Es así realmente? —indaga Jacob con un tono juguetón, una chispa de curiosidad en su mirada— No es mi costumbre hacer esto, pero... aquí tienes. Parece que lo has extraviado. —dice, deslizando sobre la mesa un collar con placas militares inscritas con el nombre "Jason Rogers"— Anda, pregúntame dónde lo conseguí.
Blake, sin emitir palabra, recibe la estaca de concreto que Jacob clava en su palma. Un gemido sordo de dolor se escapa de sus labios mientras lo observa, mezcla de sorpresa y rencor en su mirada.
—Te he dicho que preguntes. —insiste Jacob, su voz adquiere un tono grave y autoritario—
—Agh... ¿Dónde lo encontraste? —exige Blake, conteniendo el dolor, sujetándose la muñeca con la mano opuesta, incrédulo ante la situación—
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Un Prototipo en DxD (Remake)
Action"Si soy un monstruo, mi espejo así me refleja. Si soy un héroe, me tratan con gloria y valor. Si soy diferente, mi destino es incierto. Perseguido eternamente por lo que soy, o por lo que pueda llegar a representar". Disclaimer: Ni los personajes de...
Capítulo 19
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