Capítulo 16:Fin...

Comenzar desde el principio
                                    

"Será para lo que tiene planeado para mí " supuse temerosa al mirar como iba al armario y saca varias cosas de ellos, las mismas herramientas que vi hace dos días y otros aditamentos más. También una especie de vasija de metal, la rellena con un liquido y pone una esponja en ella. La toma junto a una cubeta y se me acerca, estaba muy nerviosa, tenía que actuar rápido si se atrevía a hacerme algo.

Coloca la cubeta y vasija en el suelo, se agacha y me ordena que me ponga de pié. Me rehuzo ya que por el momento, es una tarea imposible para mí debido a las condiciones en las que están mis piernas. Lo volvió a repetir y su actitud habia cambiado, era mas brusco y se notaba que estaba molesto. Estoy aterrada por lo que pasará e igual me niego, esperando una horrible reacción de su parte. ¨No estoy de humor, asi que levantate ahora¨ me dice en forma de ultimátum a lo que, disimuladamente insertando mi mano dentro de la manga para agarrar el cuchillo.

Veo como se me iba a abalanzar, rápidamente saco la daga a lo que este se detiene, me acomodo sentándome con dificultad y sobreventilando. No sabía de que forma aguantar el arma punzante, por lo tanto, la tenía entre ambas manos y apuntándola a él.

-¡No te me acerques monstruo!-le advertí temerosa.

-¿De donde sacaste eso?

-No te interesa, sueltame ahora o_

-¿O qué? ¿Crees que puedes herirme?-me interrumpe acercandose de nuevo- Venga, puedes hacerlo. Apuñalame con todo lo que tengas dentro, muñequita. Demuéstrame tu odio y furia.

Sudaba frío y mis manos temblaban, de verdad habla en serio?!

-¡Hazlo! ¡¿Mátame?!-me ordenó con furia-¡De esa forma veras que te estas volviendo como yo!

-No, no soy como tú! Y nunca lo seré...-le respondí muy molesta, no sabia que hacer, si le atacaba en las condiciones en las que estoy me arrebataría el cuchillo.

Sobrepensando la situación actual mantenía el contacto visual con él. Entonces, se me pasa una idea por la cabeza, algo arriesgado, pero si no quedaba mas remedio.

-Sino me dejas ir ahora-muevo la daga y la apunto a mi cuello-Voy a rajar mi garganta-le amenazo con determinación.

-Dudo que lo hagas, no puedes ni matarme, y te vas a suicidar?-menciona con un tono de voz como si me sobreestimara.

-Me da igual...Prefiero hacerlo yo misma que darte el placer de hacerlo-me lo voy encajando lentamente, mi corazón palpitaba fuertemente y podía percibir cierto dolor de la herida que me infligía.

Repentinamente se tira sobre mí a detener mi mano, trato de contrarrestar su fuerza bruta y vamos forcejeando. Aguanto aquel objeto filoso con todas las fuerzas que me quedaban y tratando de soportar el inmeso dolor de mis piernas, una de sus asquerosas manos es dañada por la hoja del arma y gotas de su sangre resbalan por su brazo hasta caer en mi ropa. Al final su fuerza sobrepasó la mía y terminó arrebatandomelo, palidecí y como si me castigara, me golpea el rostro con el mango de la daga, el sabor de oxido me lleno la boca con un fuerte dolor en mi labio inferior. En respuesta, la cubri con mi mano mientras lagrimas salían de mis ojos.

-¿De donde sacaste esto?...-mira con atención el cuchillo-¿Te lo ha dado ella?

¨¿Ella?¨

-¡Respóndeme!-me ordena con un grito.

-¡No se quien es ella!-le respondí gritándole de vuelta.

El enmascarado suspira y resignándose, decide continuar con su plan. Esta vez usa la misma daga que tenia y con brusquedad, agarrando mi ropa desde mi pecho, comienza a rasgarlo; me resistí y negué inútilmente, los pedazo de tela volaban de un lado a otro y partes de mi piel quedaba con rayones. Cuando me tuvo desnuda, tiró la daga a un lado fuera de mi alcance y me acerco la vasija del agua con la esponja, me encomienda que me limpie con ella. Era bochornoso y seguía preguntándome cuál era la finalidad de esto. Volvía a ordenarme y, por temor a que él lo hicera, extiendo mi mano para agarrar el poroso y suave objeto. Él se puso de pie y se dió la vuelta hacia la mesa de trabajo mientras me decidía por ir limpiando mi cuerpo. Sin el vestido puesto pude ver que tan mal estaba mi cuerpo, en ciertos puntos de mis brazos y torso habian algunos moretones, estos no me dolian tanto en comparacion al estado de mis piernas, predominaba el color morado y rojo desprendiendose a un verde. En ciertos puntos al tacto la sensación punzante se disparaba por todo mi cuerpo, pareciese que me apuñalasen constantemente al hueso. Por lo cual, tuve que limpiar con cuidado las zonas de máxima sensibilidad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una Dulce PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora