Tengo derecho a que me amen.
A que me amen de una manera en la que yo quiero y merezco.
De una manera genuina, hermosa e intensa.
Quiero un amor irremediablemente incondicional, profundo, intenso, romántico y sin ataduras y libre, puro y eterno, un amor para toda la vida es lo que quiero, porque es mi derecho del amor.