Capítulo 46 de 75 -Capítulo 10

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AURORA

Pasé las siguientes horas en mi habitación, hasta que el hambre se apoderó de mí. Decidí dirigirme al vagón restaurante, para ver si podía conseguir algo de comer.

Me llevé el libro de los descendientes de la Luna. Se había convertido en una extensión de mi brazo desde el día en que lo leí por primera vez.

Primero me asomé al pasillo, asegurándome de que Wolfgang seguía en su habitación.

Cuando me aseguré de que no había moros en la costa, caminé a toda velocidad por el pasillo y me dirigí directamente a la puerta que llevaba al coche continuo.

Una vez que llegué al comedor, descubrí que estaba casi vació. Después de todo, eran más de las 10. La mayoría de los pasajeros estaban encerrados en sus habitaciones, durmiendo.

Por suerte, el servicio seguía hasta las 11, así que me acerqué al buffet y cogí un plato de sopa caliente y un par de panes.

Miré a mi alrededor y vi una mesa solitaria en la esquina más alejada del vagón. Sorbí la sopa mientras me acercaba el libro a la cara y continuaba donde lo había dejado.

-Es un libro interesante el que tiene ahí, jovencita -una extraña voz masculina cortó de repente mi concentración.

Levanté la vista y vi a un hombre de pelo castaño oscuro y ojos aceitunados frente a mi mesa. Debía de tener unos 20 años y era muy guapo.

Llevaba un traje, con la corbata suelta alrededor del cuello, y una carpeta metida bajo el brazo.

No olía a lobo, ni a ninguna otra criatura sobrenatural, así que supuse que sólo era un humano que sentía curiosidad por lo que estaba leyendo.

-Disculpe, pasaba por aquí y leí por casualidad el título del libro que está leyendo -dijo señalando el volumen que tenía en la mano-. Qué título tan peculiar. Descendientes de la Luna.

-¿Eh? Oh, sí. Es un libro de fantasía -le dije, sin querer entrar en detalles. Cuanto menos supieran los humanos sobre nosotros, más segura estaría nuestra especie.

-Fascinante. ¿Trata sobre hadas, brujas y reinas malvadas? -preguntó, tomando asiento frente a mí. Reí ante su comentario.

-Mas bien sobre lobos -dije, cerrando el libro.

-Interesante. Soy criptozoólogo y parapsicólogo. Estudio lo sobrenatural. Me llamo Wendell -se presentó. Me entregó su tarjeta, que acepté.

Wendell, G.H., decía -.

Criptozoólogo y parapsicólogo.

Debajo había un número de teléfono.

-Descendientes de la Luna -dijo de nuevo. Levanté la vista y le vi con mi libro en la mano-. Este es el primero de una serie de tres libros, en realidad. Su titular reside en Nome.

-¿Qué has dicho? -salté sorprendida-. ¿La titular del libro?

-Sí. La guardiana del libro. Es muy vieja. Dicen que se mudó allí hace años. Su nombre es Eleanor Epifana Winchester -dijo mientras yo me sentaba en shock.

Odiada Por Mi AlfaWhere stories live. Discover now