- ¿No puede hacerlo ahora mismo?

- Claro - respondió el hombre y Jennie escuchó el sonido de un papel rasgándose, sus manos sudaban y su corazón golpeaba fuertemente contra su pecho. Sintió que esos segundos de espera eran como miles de horas, ansiaba con todo su corazón que Lia fuera su hija pero no ser el caso, iba a quedarse con ella de igual manera.

- Señora Jennie, debo informarle que la prueba de ADN tiene un resultado del - Jennie respiró profundo y sus labios se entreabrieron ligeramente - noventa y nueve punto nueve por ciento positivo de compatibilidad con usted, felicitaciones - Jennie sintió temblar su pulso estuvo a casi nada de soltar su teléfono.

- Oh Dios - llevo su mano libre y cubrió su boca para luego romper en llanto - es... es mi hija

- Déjeme felicitarla una vez más señora y me pondré en contacto con sus abogados para poder dar marcha a todos los papeleos, tenga buena tarde.

Jennie seguía en shock, las lagrimas corrían por sus mejillas sin poder articular una sola palabra. Lia era su hija, ya no había duda alguna y su corazón no podía más de la felicidad.

La castaña se paró de golpe de su silla y salió de su oficina corriendo como si la estuvieran persiguiendo mil demonios

- Señorita Kim - gritó su secretaria pero ya era tarde, las puertas del ascensor ya se estaban cerrando. Bajo dos pisos hasta donde se encontraba las oficinas de contabilidad y buscó rápidamente a su amiga.

- ¡Irene! - gritó apenas la diviso hablando con alguien más, la chica se giró y se preocupó al ver el estado de Jennie - ¿Todo anda bien Jennie, sucede algo?

- Es mi hija - fue todo lo que pudo decir - es mía

Irene la abrazó fuertemente y Jennie se sujetó con fuerza a ella llorando con una mezcla de felicidad y nostalgia que no podía explicar, vio como varios empleados la comenzaron a ver curiosidad pero luego rápidamente volvieron a lo suyo

- Esto es increíble - dijo Irene emocionada - te dije que era igual a ti, no había duda alguna.

Jennie comenzó a reír pasando del llanto a la alegría, no sabía como manejar sus emociones en ese momento pero estaba segura que ser mamá de Lia era lo mejor que le hubiera pasado desde hace mucho.

- No... no se que hacer - dijo Jennie sincera.

- Todo con calma Jennie, no puedes soltarle aquella noticia como si nada

- Pero ¿Cómo lo hago?

- Vas a necesitar ayuda profesional, no es fácil de asimilar que tienes una nueva madre y mucho menos acabarla de conocer como alguna amiga más de tu madre. Sin contar la edad que tiene.

- Dios tienes razón - dijo alarmada llevándose la palma de la mano a la frente - voy a pedirle ayuda a su psicóloga infantil pero no quiero ocultarlo, quiero que sepa que soy su madre

- Pues tienes que hacerlo, Jisoo escondió a Lia de ti durante muchos años.

Jennie apretó los labios casi formando una sola línea recta.

- Prefiero no hablar de eso

- Como quieras Kim, ahora vuelve a trabajar aunque preferiría que vayas a celebrar esto - Irene soltó una risitas al notar la enorme sonrisa de su amiga, en tanto tiempo que la conocía jamás la había visto de aquella manera

- Voy a ir por Lia e iré a cenar con ella para celebrar, a lo mejor la lleve al parque a jugar pero necesito verla ahora - dijo desesperada con una enorme sonrisa - necesito recuperar todo el tiempo que perdimos

- Vete Jennie - dijo empujándola al ascensor mientras reía divertida

- Pero necesito....

- Necesitas ir a casa a ver a tu mini Jennie, yo le digo a tu secretaria que saliste

- Gracias - le dijo para luego meterse en el ascensor y bajar por su auto. Jamás el camino a casa se le había hecho tan largo y subir hasta su apartamento tampoco, era como si los minutos se habían conspirado para durar como las horas o como si las carreteras se hubieran alargado para que tarde más.

Apenas entro a su apartamento escucho los pequeños pasos de Lia corriendo hacia la entrada.

- ¡Jennie! - gritó la pequeña apenas la vio. Jennie cayó de rodillas sin pensarlo y la recibió con los brazos abiertos estrechando entre ellos el pequeño cuerpo de su hija, la pequeña envolvió sus bracitos alrededor de su cuello y recostó su cabeza sobre su mejilla izquierda.

- Llegaste antes a casa - dijo la pequeña - ya quería que vuelvas

- ¿De verdad? - preguntó Jennie tratando de contener su llanto, no quería asustar a Lia y menos mentirle o ponerle excusas

- Si - dijo - ya te extrañaba - dijo la pequeña bajito como si estuviera contando algún tipo de secreto que nadie más podía escuchar.

- Yo también te extrañaba - respondió Jennie acariciando el cabello de Lia - pero ahora ya estoy contigo así que, vamos, ve por tus zapatos que vamos a salir a celebrar

- ¿Es tu cumpleaños? - preguntó curiosa

- No - dijo divertida

- ¿Entonces que celebramos? - preguntó arrugando el ceño confundida

- Que estas aquí conmigo - Lia sonrío al escuchar aquello

- A mi también me gustar estar contigo

Jennie se levantó del piso sonriente y vio a Lia correr por sus zapatos, en aquel momento no entendía como había pasado cinco años sin disfrutar aquel hermoso ser en su vida. Pero desde ahora no volvería a suceder, Lia iba a ocupar el primer lugar de su vida.

- Me gustan tus mejillas - dijo Lia con la cara embarrada de pizza - son tiernas

- Las tuyas igual - Jennie sonrío con ternura

- ¿Voy a volver al colegio?

- Si, pero a uno nuevo - vio como la pequeña fruncía el ceño

- No quiero, quiero volver al mío

- Pero no se puede - la niña suspiro sonoramente

- Está bien, me da igual - Jennie río al ver como la pequeña giraba los ojos igual que ella

- No te enojes, prometo que será buena y te gustara.

- Bien, si no es así no vuelvo más y me quedo en casa.

- Bien, trato

- Perfecto - dijo la pequeña estirando su mano para cerrar el trato y Jennie la estrechó con gusto.

- Mañana tengo una cena de negocios - le contó

- ¿Puedo ir?

- Ehhh, bueno es algo de adultos y creo que te aburrirías mucho.

- No importa, no quiero quedarme en casa - dijo para luego juntar sus manos - anda di que si puedo ir

- Puedo decirle a Amelia, que se quede contigo mejor - Jennie intentó convencerla.

- No, quiero ir contigo - se encaprichó la niña.

- Ya veremos

Aquella noche ambas volvieron a dormir juntas como ya era su costumbre, Lia abrazando a Gomdeuki y Jennie a la pequeña Lia. No sabía como la pequeña tomaría la noticia de que ella era su madre y si después de contarle aquello aun la aceptaría. Aunque estaba feliz sentía una pequeña pizca de temor, quería que Lia la aceptara y no la rechazara, tal vez seguir como la amiga de su madre era lo mejor...

No Me Rendire || [Jensoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora