Séptimo

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Heeseung se quitó sus zapatos y dejó el paraguas casi seco a un lado de la puerta, su madre estaba sentada en la sala, en la pequeña mesa había tres tazas con café, se acercó a ella y tomó asiento en el sofá.

— ¿Lograron ayudar a Daewon?

— Si, solo era un foco quemado —contesto Munhee

— Hee... —llamó su madre

— Mhm?

— Sunghoon está en tu habitación —dijo con un leve tono de voz

— ¿Qué? ¿Qué estás diciendo?

— Llego unos minutos después que se fueron, estaba empapado le pedí que se tomara una ducha

Heeseung miraba el vapor de la taza, negándose a seguir su impulso de irrumpir en su habitación y pedirle al menor una explicación.

— ¿No irás a verlo? —preguntó su padre

— ¿Debería?

— Heeseung, vino hacia aquí en medio de la tormenta

— Me dejó solo en aquella cafetería...

— Ha de haber tenido sus motivos, no puedes juzgarlo sin antes escucharlo hijo —defendió al amigo de su hijo

Heeseung se puso de pie y quiso caminar hacia su habitación, pero su madre lo detuvo.

— No seas tan duro con él, no sabes lo que de seguro está sintiendo

— Lo prometo...

Avanzó y se perdió en el pasillo de la casa, al estar frente a su puerta dudo si abrir o llamar antes, era su habitación pero dentro había alguien a quien no esperaba ver. Respiro hondo y abrió la puerta, y ahí estaba, mirando el mural de fotografías que Hee guardaba de ambos.

— Hola —Sunghoon tomó la iniciativa al verlo— Se que seguro estás molesto conmigo, perdóname, no debí irme así...

Heeseung intentaba hablar, pero no podía, no había palabras en su cabeza para aquel momento, aquel día en la cafetería creyó que sería la última que vería a Sunghoon, y ahora están frente a él.

— Solo... no supe como reaccionar... quise felicitarte... pero no pude... porque...

Silencio, Sunghoon no supo cómo seguir, entonces Heeseung pensó que una acción vale más que cualquier palabra. Avanzó y tomó a Sunghoon entre sus brazos, se fundieron en un abrazo, el castaño no tardó en corresponder abrazándolo por el cuello, mientras el mayor se aferraba a su cintura.

— Cuando te vi correr lejos de mí... sentí que la vida se me escapaba de las manos —dijo Hee, mientras intensifica el abrazo

— Perdon, se que debí alegrarme por ti, estoy muy feliz por ti, pero la idea de que te ibas me partía el alma

— Hoon, sin importar que, yo nunca voy a abandonarte —el abrazo se rompió, pero aún sujetaba la cintura contraria

— Y sin importar que, nunca volveré a escapar de ti —mencionó para luego dejar un casto beso en la mejilla contraria

— Hoon, no voy a ir...

— De ninguna manera, no dejaré que arruines tu futuro por mi culpa

— No quiero irme por que no podría soportar la idea de perderte

— Tu nunca vas a perderme Heeseung, estoy enamorado de ti Heeseung

No le dio tiempo a reaccionar, se abalanzó hacia los labios del mayor, tomándolo prisioneros con sus propio labios, el beso era lento pero bastante intenso, el mayor dejo ambas manos en la cintura de Sunghoon, su lengua pidió permiso para profanar la boca contraria y el menor aceptó gustoso.

Estuvieron así un par de minutos, hasta que el oxígeno comenzó a faltarles a ambos, se separaron sin ganas de hacerlo, sus ojos se conectaron el rubor fue dibujado en las mejillas de ambos, leves sonrisas decoraron sus rostros.

— Yo tambien estoy enamorado de ti Sunghoon

En ese momento Hoon sentía su cuerpo volar, sus sentimientos eran correspondidos, Heeseung sentía lo mismo.

— ¿Por qué nunca me lo dijiste?

— Miedo, miedo a perderte

— Yo tambien sentia ese mismo miedo

— Ya no importa, estás aquí, yo estoy aquí

— Solo eso importa

La conversación se dio por terminada y los besos volvieron a inundar el ambiente acompañado de leves caricias, no podían avanzar a mas, por mucho que lo desearan, sus padres entenderian, pero Jaeyoon quien dormía en la habitación de al lado era muy inocente para escuchar ese tipo de cosas.

Ambos se recostaron en la cama del mayor, se miraron con una enorme alegría, lograron acomodarse en la pequeña cama individual del mayor, y con un pequeño beso, se dispusieron a dormir, pero tenían las emociones a brote, eran incapaz de asimilar lo que estaba pasando.

— Heesie?

— Mhm?

— Quiero estar asi contigo por siempre

— Sung...

— Si?

— ¿Quieres ser mi novio?

Sunghoon no contestó, pero el beso que le dio, fue lo suficiente para que Heeseung entendiera que era un claro sí. 

BFF - |LHS & PSH|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora