Ya no podré golpearlo con un puñetazo moderado como antes.

Si ese es el caso, tendré que concentrarme más en eso.

Salí, elevé mi maná y me concentré en un punto de mi puño. En poco tiempo, torcí los pies y la cintura, y puse toda mi fuerza en los puños. Estiré el puño y golpeé el punto al que llegaba la imagen posterior del monstruo.

-¡Bangggg!

No fue el sonido de un puñetazo o un choque normal, lo que salió fue un rugido que sacudió todo el suelo. El cuerpo del monstruo se congeló al instante y nuestras miradas se cruzaron.

La frenética intención asesina de sus ojos seguía intacta, pero su cuerpo no. El maná oscuro y turbio que salía de su cuerpo se desvaneció, y el pelo empezó a recuperar poco a poco su color original.

El espíritu feroz estalló contra mí espasmódicamente, pero era sólo un último recurso antes de perder la vida. Volví a levantar el puño... ... Y golpeé de nuevo en la cabeza.

-¡Bangg!

En el golpe subsiguiente, la cabeza de aquel monstruo explotó.

* * *

[POV de Adilun]

Physis no mostró ni una pizca de agitación a pesar de que aquel monstruo se volvió loco. Se limitó a observar al monstruo en silencio mirándole.

Normalmente, cuando un monstruo quema toda su vida y se vuelve loco, es normal que incluso los caballeros expertos se agiten, aunque sea por un momento.

Por no mencionar que, en mi opinión, ese monstruo es bastante alto. Incluso yo fui empujado hacia atrás.

Al enfrentarme a semejante monstruo, no pude ver ni el más mínimo miedo en sus ojos.

Incluso la pelea que me mostró hace un momento fue sorprendente, pero al verlo parado así mientras recibía una intención asesina y ataques tan frenéticos, me pregunté si era el Physis que yo conocía.

No tardé en ver el sofocante enfrentamiento. En el momento en que el monstruo se movió, mis ojos ni siquiera pudieron verlo bien.

En ese momento, el monstruo estaba frente a Physis. Con la boca abierta, sus dientes negros se clavaban, como si fuera a morder el cuello de Physis en cualquier momento.

Intenté gritar que era peligroso, pero antes oí un fuerte ruido que golpeó el espacio de mis oídos.

Era sólo un puñetazo. Sin embargo, fue un golpe poderoso que era fundamentalmente diferente de cuando se enfrentó a los monstruos antes. Si no fuera por eso, no habría forma de que ese cuerpo gigantesco que parecía sólido a primera vista perdiera el equilibrio y se balanceara de golpe.

Y en el momento en que el monstruo perdió el equilibrio, golpeó de nuevo...

Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía RománticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora