ᴇɴᴛʀᴇ ᴅᴏꜱ ᴍᴜɴᴅᴏꜱ| ᴰⁱᵒⁿⁱˢⁱᵒ ᴰ'ᴼˡʸᵐᵖᵘˢ

ᴘʀᴏᴠᴇʀʙɪᴏꜱ 15

—Oh,Merlia, Percy.

Sus brazos rodearon el cuerpo de mi hermano y luego a mí, sus ojos vieron algo en los míos porque solo soltó un quejido. Pero mis ojos se desviaron hacia un punto fijo en el suelo.

—No podéis dejar que hagan esto.

—¿El qué?—Dijo Percy.

—Heroes.

La diosa bajó de su trono y,adoptando su estatura humana, se convirtió en una chica de pelo castaño rojizo que se movía con desenvoltura entre los grandes olímpicos. Cuando se les acercó con su reluciente túnica plateada, vi que su cara no denotaba ninguna emoción. Parecía moverse en un halo de luz de luna.

—La asamblea ha sido informada de vuestras hazañas—Dijo Artemisa—Saben que el monte Othrys se está alzando en el oeste. Conocen el intento de Atlas de liberarse y el tamaño del ejército de Cronos. Hemos decidido por votación actuar.

Hubo algunos murmullos entre los dioses, como si no estuvieran muy conformes con el plan, pero nadie protestó.

—A las órdenes de mi señor Zeus—prosiguió Artemisa—mi hermano Apolo y yo cazaremos a los monstruos más poderosos para abatirlos antes de que puedan unirse a la causa de los titanes. La señora Atenea se encargará personalmente de que los demás titanes no escapen de sus diversas prisiones. El señor Poseidón ha obtenido permiso para desencadenar toda su furia sobre "La Diosa Merlia"y enviarlo al fondo del mar. Y en cuanto a vosotros, mis queridos héroes...

Se volvió hacia los inmortales.

—Estos mestizos han hecho un gran servicio al Olimpo. ¿Alguien de los presentes se atrevería a negarlo?

—He de decir—Intervino Apolo llamando la atención pero note en su voz como estaba tenso—Que estos chicos se han portado de maravilla. Héroes que ganan laureles...

—Si de primera clase—Lo interrumpió Hermes—¿Todos a favor de que no los desintegremos?

Algunas cuántas manos se alzaron timidamente: Demeter, Afrodita...

—Espera un segundo—Gruño Ares señalando a Thalia y Percy—Esos dos son peligrosos.

—Ares—Le cortó Poseidón—Son dignos héroes.Y no vamos a volar en pedazos a mi hijo menor.

—Ni a mi hija—Dijo Zeus—Lo ha hecho muy bien.

Atenea se aclaró la garganta.

—También estoy orgullosa de mi hija. Sin embargo, en el caso de los otros dos hay un riesgo de seguridad evidente.

—¡Madre!—Exclamó Annabeth—¡Cómo puedes..!

—Es una desgracia que mi padre Zeus y mi tío Poseidón rompieron su juramento de no tener más hijos. Solo Hades mantuvo su palabra, cosa que encuentro irónica. Como sabemos por la Gran Profecía, los hijos de los tres dioses mayores son peligrosos. Por muy majadero que sea, Ares tiene razón.

Di un paso al frente ganandome las miradas de todos, mis manos estaban revoloteando dentro del abrigo mire a Zeus.

—¿Puedo opinar?

—Adelante.

—No daré un discurso muy largo diciendo todo lo que hemos pasado durantes estos días—Hable mirándolos a todos—Pero puedo decir, que si mi hermano menor ha pasado por esto, durantes tres años, contando este, no entiendo como diablos no los ha traicionado aun.

Varios jadeos resonaron en la gran sala.

—Y disculpen mi atrevimiento, pero he de decirlo, esto es una mierda—Rei de forma irónica—No entiendo porque diablos seguimos haciendo esto, si esta es la recompensa que nos darán, no se porque dejo que Percy siga haciendo esto, porque no vale la pena, pero mi punto es, que si durante este largo tiempo, donde Percy fue juzgado, acusado de robo, maltratado física y mentalmente, perdió a varios amigos, y un millón de cosas mas, no los ha traicionado, creo que ya no hay nada en este universo que haga que los traicione.