Moon Bin, un consejero político con una ambición más grande que su propio ego.
Dong Min, un simple beta en la sociedad que trata de sobrevivir en ese mundo lleno de corrupción.
Por cuestiones de venganza y poder, ambas vidas se ven involucradas en u...
-Más que agradar, por supuesto, hay que planear la boda y después buscar los hogares de adopción para tener a mi nieto -lo que parecía un comentario inofensivo, terminó dando duro en la ansiedad y baja autoestima qué se ha desarrollado en Dong Min. -Sé que esto es diferente, pero prefiero mil veces que seas tú antes que un omega.
-Señora Moon, porque no se va a la cocina o algo -Bin nuevamente sintió esa incomodidad, así que imaginó que Dong Min estaba igual.
-Sí, sí, ya entendí que quieres pasar con tu novio, Bin. -respondió fastidiada -Estoy preparando un almuerzo especial para ti. Espero no te moleste.
-N-no, no me molesta. Gracias, señora Moon. -respondió aún con su notable nerviosismo.
-Bueno. Entonces, nos vemos en un ratito. -ella caminó a la cocina y Bin al notarlo aun raro, se disculpó.
-Perdona a mi mamá, se pone insoportable aveces.
-Tranquilo, posiblemente esté ¿emocionada?
-Emocionada creando nuestra boda y vidas en su cabeza. -el castaño dibujó una media sonrisa en su rostro para darle entender que no estaba tan mal con aqu comentario. Y como no estarlo si prácticamente le dio en su punto débil, justo donde sus sueños e inseguridades se guardaban agrupadas.
El hecho de que no puede darle un hijo a Bin, ni nada que los alfas suelen tener ya es una de sus preocupaciones.
-¿Quieres conocer la casa? -preguntó finalmente el alfa.
-Me encantaría. - al menos de esa forma se calmaria.
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Bin lo llegó a cada parte de su casa, le mostró las habitaciones, el jardín, incluso el área de la piscina y más importante, su habitación. Si bien disimuló diciéndole que de vez en cuando se quedaba a dormir en casa de su madre, Dong Min no tardó mucho en notar la mentira en sus palabras.
Y más porque desde que comenzó el recorrido, notó que había un estudio donde el alfa le confirmó que él trabajaba en ese espacio, al entrar a su habitación, encontró rastros de vida que en el apartamento eran casi inexistentes. Nuevamente confirmaba lo ya conocido. Al dirigirse hacia el pasillo del segundo piso, Dong Min hizo como si estuviese viendo la piscina, pero en realidad quería preguntarle muchas cosas y más cuando su nuevo amigo le ha contado cosas de su novio que no sabía.
-¿Te pasa algo, bebé? -preguntó abrazándolo por detrás y poniendo su rostro entre el hueco de su cuello.
-Quiero preguntarte algo -se separó al instante y el alfa nervioso solo le dio lugar y esperó -¿Dónde vives realmente?
-Bebé eso-...
-Quiero que seas sincero conmigo, no me voy a enojar, pero siempre y cuando me digas la verdad. -Wooyoung le contó ciertas cosas de Bin, no tan privadas, ni tan graves como para enojarse, pero si lo suficiente para mantener su confianza casi nula en él.
