Capitulo 2

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Mientras íbamos caminando Diego y yo  él habló —¿Cuántos años tienes?—

—Tengo nueve años ¿y tú?

—Oh. Tenemos la misma edad, ¿eres de aquí, Los Ángeles?—

—No, de hecho mis papás, mi hermano y yo venimos de vacaciones de verano, somos de México... Por lo que tengo entendido nos quedaremos aquí hasta que empiecen las clases de nuevo ¿y que tal ustedes?

Él me miró y se quedó pensando durante unos segundos—Desgraciadamente somos de acá— hizo una mueca de desagrado —Siempre he querido ir a México ¿es tan lindo y colorido como en las imágenes de internet?— dijo mientras se sentaba en una pequeña banca que estaba al lado de los juegos, yo lo acompañé.

—Si, está muy bonito, es divertido vivir allá pero es algo... inseguro... ¿en serio crees que ser de acá es desgraciadamente?— dije con mucha curiosidad y es que sinceramente la mayoría de las personas siempre se referían a Estados Unidos como el mejor país para vivir.
No había escuchado a personas dirigirse así de este.

Se quedó pensativo para después hablar —No digo que no esté genial vivir aquí pero por ciertas situaciones no me gusta vivir aquí...— hizo una pequeña sonrisa.

Durante todo ese rato que estuvimos platicando me di cuenta de muchas cosas por ejemplo que no se lleva muy bien con Noah y es que Diego parece ser mucho más serio que su hermano y parece ser que pelean mucho.
No digo que no es normal pelear con tus hermanos pero parece que no se llevan bien.
Es un niño muy amable.

Platicamos de muchas cosas, nuestros hobbies, canciones favoritas, color favorito y todas esas cosas, tenemos gustos similares pero él a diferencia de mi sabe tocar la guitarra.

...

Al pasar estas últimas semanas conviviendo con él nos hicimos muy buenos amigos.
Salimos a jugar al parque, dibujamos, comemos juntos e incluso me ha enseñado a tocar un poco de piano y de la guitarra de 12 cuerdas, claro, bajó la supervisión de alguno de mis padres o sus padres.

Para mi se convirtió en mi mejor amigo. No es como que yo tenga muchos amigos, no soy muy social incluso de podría decir que soy muy introvertida para una niña de mi edad.

Compartimos secretos entre nosotros, sobre eso, me contó que lo molestaban en la escuela.

Eso de verdad me dolió porque aunque no lo conozco desde hace mucho tiempo es buen niño y no se merece todo lo que le dicen y hacen. Incluso algunas veces contó que le han roto sus cosas, le quitan el dinero y entre otras cosas.

Mientras estábamos dibujando y comiendo unos deliciosos cup cakes que hizo su madre en la sala de mi casa.

Nuestras madres estaban platicando en el jardín y nuestros hermanos jugando videojuegos en el cuarto.

—Mira— dijo Diego riendo y mostrándome su dibujo —Se supone que debía de dibujar a Bob Esponja pero parece todo menos Bob Esponja—

Reí y también le mostré mi dibujo.

—No te salió tan mal, al menos pintaste bien el dibujo—  y es que si mi dibujo parecía estar pintado como si no tuviera ganaste de pintar. —Hiciste arte abstracto— el rió y le dió un mordisco a su cup cake.

—Supungo que si al menos lo mío no es dibujar, podría ser hacer música— dijo mientras me miraba.

Le dí un mordisco a mi cup cake para  luego decir —Eres muy bueno tocando la guitarra y el piano... bueno en la mayoría de los instrumentos, es tu talento—

—¿En serio lo crees?— dijo mientras sonreía.

—Obvio que sii. Eres muy bueno, cuando seamos grandes estoy segura que serás el cuádruple de bueno... bueno tal vez seas más del cuádruple de bueno en la música—

—Gracias Dalia— él me abrazó y yo accedí al abrazo —Eres muy buena amiga—

—No hay de qué Diego— sonreí mientras nos separabamos del abrazo.

—¿Te parece si hacemos un trato?— extendió su mano —¿Prometes ser mi mejor amiga por siempre?— dijo sonriendo.

—Siii— tomé su mano —Seremos los mejor amigos del mundo—

Ambos comenzamos a anotar en una hoja de cuaderno sobre nuestra gran promesa.

Él con su cámara instantánea nos tomó una foto. En esa foto ambos saliamos abrazados mientras sonreiamos.

...

Al pasar los días, entre más grande se hizo nuestra amistad menos tiempo nos quedaba ya que yo me iría de nuevo a México. Intentamos disfrutar lo que nos quedaba hasta que ese día llegó, no sería una despedida para siempre pero sabía que iba a doler.

Mientras nos despedimos todos él me abrazó.

—Dalia, porfavor no te olvides de mí— dijo mientras lloraba.

Al verlo llorar algo se movió en mi interior que yo también comencé a llorar.

—Diego, no, no me olvidaré de ti. Jamás. Tú tampoco te olvides de mi.— seguíamos abrazados.

—No quiero que te vayas. Me dejarás solo aquí...—

—Hijo, sólo regresarán a México, tal vez nosotros seamos los que los visitemos a ellos. No te dejará sólo.— dijo la madre de Noah y Diego.

—Ten— Diego sacó la foto dentro de su chaqueta y extendió su mano con la foto en ella —Te la regalo—

—Gracias Diego— tomé la foto y me comencé a quitar mi pulsera, esa pulsera era mi favorita —Tambien te la regalo— él se la puso inmediatamente.

—Hija, ya nos tenemos que ir— dijo mi madre.

—Hasta pronto Diego— dije haciendo una seña de despedida.

—¡Hasta pronto Dalia!— es lo último que escuché.


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Espero y les esté gustando está historia... Se vienen varias cositas, sabremos más sobre ella vida de nuestra prota.

Voten y comenten que es lo que creen que pasará.

Graciaaass.

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⏰ Última actualización: Nov 15 ⏰

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