Lo siento, pero no, no lo soy. Lo acabas de echar, ¿recuerdas?
- Oh… Rudy… ; dice desanimada.
Sí... sé que no soy lo que querías, pero soy lo mejor que tienes ahora mismo, lo siento...
Sin decir palabra, entré, la agarré de la mano y la llevé de vuelta a la cama, con todo el cuidado y el silencio que pude.
En cualquier caso, ella lo permitió y se sentó en la cama conmigo. Sentados hombro con hombro, simplemente nos quedamos allí sentados. Sin palabras. Simplemente sentados. Todo el tiempo sosteniendo su mano.
Lo siento, Zenith, pero déjame aprovechar este privilegio. Por una vez quiero actuar acorde a mi edad.
Nos sentamos en silencio durante un buen minuto.
"...¿Rudy?"
- ¡Yo! No soy bueno con esto de… hablar de sentimientos, pero yo… Siento que me tiembla el hombro
- Estoy dispuesto a escucharte si tú estás dispuesta a hablar… o si no quieres hablar en absoluto, también está bien… Recosté mi cabeza sobre su hombro
- Así que… puedes apoyarte en mí ; dije mientras me apoyaba en ella.
Simplemente quiero un poco de calor ahora mismo.
- ¡Snff... wa... Waaaa! ;grita, dándose la vuelta rápidamente y abrazándome. Nuestros cuerpos caen sobre la cama.
Sólo por hoy, déjame ser un niño.
La abrazo fuerte, mientras mis lágrimas caen una vez más.
…no sé cuánto duró esta vez. Estábamos perdidos en nuestro pequeño mundo. Pero fue agradable. Mi corazón se siente mejor.
Lloramos toda la noche, mientras abrazábamos el olvido.
La mejor cama en la que uno puede dormir es la paz.
Abrazando la noche pacífica, tanto yo como Zenith nos abrazamos hasta quedarnos profundamente dormidos.
Con suerte, ahora podremos despedirnos de este largo día. Todos pasamos por una dura prueba, pero hicimos todo lo que pudimos. Ahora solo nos queda sanar
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######### Después de la primera semana en la que Zenith se tomó una semana de descanso por… razones personales, quería salir de casa y volver a la clínica, pero había un problema, su transporte era Paul.
Eso hizo que las cosas fueran un poco incómodas. Por eso, y por el frío, las opciones de Zenith se volvieron limitadas, pero le propuse una solución. Por un lado, podía irse con Paul en Caravaggio y llegar al trabajo en cinco minutos.
O, por otro lado, podía caminar conmigo y yo la llevaría allí, pero en treinta minutos. Calentando todo el camino con magia de fuego, pero más tiempo.
