— ¿Tuviste amigos?
— Tenía la suerte de tener a Esther que la conocía desde que eramos pequeñas y nos aceptaron a las dos en el centro, aunque ella un año más tarde. Y después, a mediados de segundo, Dani, uno de los chicos más populares, empezó a venirse con nosotras y tal, y acabó siendo mi mejor amigo y actualmente es el novio de Esther. Y creer que al principio él se burlaba de mí y vino a disculparse el mismo día que le disloqué el brazo...
— ¿Se lo hiciste a él? —se rió, y yo asentí.— Qué guay, ojalá hubiera tenido yo ese valor y hacer lo mismo que tú... Soy una cobarde.
— Che, no te sientas mal. El pasado, pasado está. Derek y Álvaro te seguirán cuidando, y ahora me añado yo. —dije sonriendo e intentando sacarle una sonrisa, cosa que conseguí.
— Me encanta que me cuiden, pero es que fíjate: Derek es muy sobreprotector, a la mínima se cabrea, ya lo has visto. —asentí.— Y necesito que me deje un poco más de libertad. Entiendo que tenga miedo de que lo vuelva a pasar realmente mal, pero no voy a estar encerrada en mí toda la vida, necesito parecer más normal y divertirme sin tener a mi hermano las 24h del día encima de mí.
— Te entiendo. Intentaré hablar con él. ¿Y qué me dices de Álvaro?
— Es un encanto. —una sonrisa tonta apareció en su rostro.
— ¿Te gusta verdad? —asintió.— ¿Y por qué no se lo dices o le pides una cita?
— ¿Qué? ¡No! No sé, no me atrevo. Yo no le gusto... Para él soy como su hermana pequeña, y nada más.
— ¿Bromeas? Le gustas. Lo noté el primer día que os vi juntos. Las miraditas, las sonrisas, todo. Se nota, Ann. Pídele ir a cenar, o ir al cine, o algo, no vas a perder nada.
— Bueno, a lo mejor lo hago, pero sólo... Si tú me cuentas TODO —remarcó esa palabra— lo que pasó ayer con mi hermano.
— Sabía que no tardaría en llegar esa pregunta. Era eso de lo que quería hablarte, pero no sé si hacerlo... —dije para picarla un poco.
— ¡Que me lo cuentes! — protestó haciéndose la ofendida.
— Fue muy bonito todo, fuimos a cenar, dimos un paseo, me pidió salir...
— ¡AAHH! ¡No me lo puedo creer, eres mi cuñada!
— Sht, no chilles tanto, boba. —reí por la reacción que acababa de tener.
— Va, va, sigue, cuenta más.
— Ay, bueno pues fuimos a su casa, pusimos una película, cosa que no vimos porque empezamos una guerra de palomitas, y nos fuimos a la cama.
— ¿Y que más...? —dijo con mirada pícara.
— Nada más. —reí.
— ¿No os acostásteis después de todo?
— No, no estoy preparada aún, él lo entendió.
— Ah, ¿eres virgen? —asentí.— Oh, me imaginé que ya no, al ser tan guapa y tal pensé que ya habías tenido una relación seria y ya...
— Tuve esa relación, pero no llegué a hacerlo. Ya te contaré la historia algún día. Y dime, ¿tú eres virgen?
— Para ser sinceras, sí, fíjate más aún que con lo protectores que son los dos, no he tenido novio todavía.
— ¿Nunca? —negó.— ¿Ni un beso ni nada? —siguió negando.— Tranquila, nena, eso no tardará en ocurrir. —y le guiñé el ojo.
Las dos reímos ante tal gesto, hasta que pareció que algo me ocurrió en mi cerebro que hizo iluminar mi bombilla ideológica.
—Tengo una idea. Has dicho que necesitas divertirte como alguien normal sin tener a Derek encima las 24h del dia. —asintió.— ¿Qué te parece si esta noche nos vamos de fiesta tú y yo? Noche de chicas.
— ¡Me encanta! ¡Sí, sí, sí! ¿Dónde vamos? ¿Qué me pongo?
Estaba muy ilusionada y a mí me entró la risa al verla así. La dejé en la habitación rebuscando en el armario algo que ponerse. Decidí llamar a Derek. Álvaro y él se habían ido muy cabreados y también preocupados. Hablé con él y me contó que se había arreglado con Álvaro, solo había sido un calentón tonto.
— Oye, Ann estaba un poco apagada y le he propuesto salir esta noche las dos juntas ¿qué te parece la idea? Seguro que se anima.
— ¿Que qué me parece? Pues mal, muy mal. Sois muy pequeñas para salir por ahí solas toda la noche.
— Relájate que sabemos cuidarnos solitas.
— Tú sabrás, ella no. Ann no sale y punto, no me hagas repetirlo, te lo ruego. —dijo en tono seco justo antes de colgar la llamada. Vale Derek. Muy bien.
ESTÁS LEYENDO
Empezar de cero. || TERMINADA
Teen FictionCaroline Parker acaba de cumplir 18 años y decide llevar a cabo el sueño más importante de su vida: encontrar a su familia. Lo peor, es que no se imagina la cantidad de secretos que se esconden detrás de toda su historia, lo que va a complicar su vi...
Capítulo 10.
Comenzar desde el principio