|/Cap 4/|

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Era el amanecer, yo me habia levantado primero, asomé por la habitación, Leo y Lea seguían durmiendo, se veía muy incompleta la cabaña, o al menos cuando estaban los abuelos ya había un desayuno listo, el abuelo William sentado en el sofá y la abuela Ava poniendo los platos, no sería igual, tendré que aprender.

Tomé la iniciativa y me puse a preparar el desayuno, abrí las ventanas e hice unas tostadas con huevo para luego empezar a servir.
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Lea salió de la habitación bostezando y un poco adormilada, pero se quedó un poco confundida por ver a su hermana despierta tan temprano y con el desayuno preparado.

-¿Ahora eres cocinera profesional o que?- Dijo Lea con una cara extrañada  alzando un poco la ceja.

-Por que esa cara? Solo preparo el desayuno- Contestó Zuri

-¿Ok?, da igual, me avisas cuando ya esté listo, saldré a recoger agua.

-Esta bien, con cuidado

-Si, aja - Dijo Lea para salir e ir rumbo al lago

-Uhmm haber- observó primero el agua para luego recoger un poco y beberla

-Es agua buena, perfecto.- Dijo Lea orgullosa hablando consigo misma.

Se escuchó un ruido detrás de ella por lo que hizo que ella volteara rápidamente.

-¿Quién anda ahí?

Salió de un arbusto un pequeño y lindo conejito blanco.

El sonido del conejo al salir hizo que Lea diera un pequeño salto del susto.

-¡Dios! Maldito conejo, me asustas, Ugh.

Recogió más agua para llevarla hacia la cabaña.

-Viniste a tiempo, ya está el desayuno listo

Leo ya se encontraba en la mesa desayunando.

-Uhg, un estúpido conejo me asustó- Mencionó Lea dejando el balde de agua en la mesa.

-Bueno, que culpa tiene el pobre conejo?- Dijo Leo

-Exacto, porque maldices al conejo?- Replicó Zuri

-Pues que casi me da un infarto!-Contestó  Lea indignada.

-Eso no tiene derecho de llamarlo así, eh- Le dijo Leo

-Ya, bueno mejor coman que se enfría- Les dijo Zuri a los dos

-Ya, está bien- Dijo Lea rodando los ojos para luego comer al igual que Leo.

No tardaron mucho en comer cuando los dos mejores amigos salieron al bosque a trepar algunos árboles.

-Solo tengan cuidado!- Mencionó Zuri

-La tendremos!- Le contestó Leo

Cuando se volteó para ir con Lea ella ya había desaparecido, pues ya había ido al bosque y estaba trepando un árbol, que lo obligó a ir corriendo para alcanzarla.

-Dios, como eres tan rápida!?- Dijo un poco agitado por correr

-Pues habilidad, supongo- Dijo Lea estando sentada en una rama del árbol

No tardó mucho en subir también Leo con ella

-Por que trajiste tu arco?- Le pregunto Leo

-Para ver qué animal puedo cazar

-Tu eres mala con los animales, de verdad- Habló Leo negando la cabeza.

-No soy mala, simplemente algún día morirán quieran o no, soy realista

-Ya, da igual- Dijo Leo

Pasaron el rato hablando hasta que una inesperada exclamación salió de Lea.

-BINGO!- Exclamó sonriendo

-Que pasa!?- Dijo Leo asustado y confundido

Lea señalo con su dedo a el pequeño conejo de hace rato que la asustó rodeando cerca de aquel árbol

-Por dios, Lea, me asustas! - Dijo tocándose el pecho por el susto

Lea preparó su arco

-Hey, espera que vas a hacer!?- Habló Leo

-Pues cazarlo no?

-No! Porque un conejo!?,tiene mucha vida por seguir!

-Por dios Leo, no seas ridículo, aparte es el que me asustó hace rato

-Da igual, no lo permitiré

-Pues muy tarde querido amigo.-

Ya estaba apuntando el arco hacia aquel conejo pero Leo había empujado el arco hacia otro lado haciendo que la flecha saliera disparada para otro lugar.

-Idiota!- Dijo pegando a Leo en el brazo

-Auch!

-Perfecto, ahora lo perdí de vista, felicidades Leo! Lograste lo que querías.- Dijo con una cara molesta bajándose del árbol

Leo hizo lo mismo para alcanzarla.

-Por dios Lea! Era un inocente conejo!

Lea ya había entrado a la cabaña molesta encontrándose con Zuri adentro.

-Y ahora por qué estás molesta?- Preguntó Zuri

-Este tonto no me dejó cazar a un conejo- Dijo apuntando a Leo

-Solo era un pobre e inocente conejo!- Se defendió Leo

-Haber los dos, Lea tu hiciste mal por querer cazar a un simple conejo, es un animalito, y tú Leo por actuar tan grosero.

-Bueno, como sea, yo me largo- dijo Lea yendo a su habitación irritada.

-Ok, iré a hablar con ella- Dijo Leo dejando a Zuri en la sala.

-Dios, estos niños son terribles..- Dijo Zuri quejándose.

-Lea, puedo entrar?- Preguntó Leo tocando la puerta.

-Que quieres?

-Solo hablar, supongo.

Lea dudó, pero al fin y al cabo termino accediendo.

-Pasa antes de que me arrepienta.

Lea se encontraba en la ventana y cuando entró Leo ella volteó a verlo

-Sobre lo del conejo, perdón ¿ok? Fue estúpido enojarse por eso

-Pues más bien el estúpido fuiste tu.- Aclaró Lea volviendo su vista a la ventana.

-Bueno, sea como sea, no quiero pelear, Solo estemos bien.

-Ya, está bien.

-Pinky promise?- Dijo Leo haciendo ojos de cachorro

-Dios, que ridículo, pinky promise- Contestó Lea un poco irritada

Llegó por fin la noche, los tres se habían ido a sus respectivas habitaciones de siempre, todos cayeron rendidos en el sueño, a no ser después de unas horas los ruidos de piedras golpeando la cabaña, la primera que lo notó fue Lea, un poco extrañada salió de su habitación, que cuando asomó por la ventana, vio algo que hizo que su mano tapara su boca, habían más de 10 hombres afuera, esperando que saliera alguien para verificar si no era una persona con poderes o algo por el estilo, Zuri rápidamente reconoció lo que querían y fue a despertar a Lea y Leo

-Despierten ya!- Dijo Zuri un poco alterada

-Que pasa, por qué diablos gritas!?- Dijo Lea irritada

Leo igual se despertó confundido

-Los hombres.. están afuera..-Dijo Zuri

Lea abrió los ojos en shock al igual que Leo

No tardaron mucho los tres en reaccionar y agarrar sus armas listos para salir y dar la cara, tenían miedo pero debían enfrentarlos tarde o temprano.

Sisters and powers in the forest Where stories live. Discover now