—¡Devuélveme eso! — Pidió un rubio, haciendo un tierno puchero, pues su "hermano" mayor adoptivo le había arrebatado las galletas de chocolate que su abuelito les preparó a ambos.
—Callate, Zenitsu.. ¡Sí tú lo dejaste ahí es por que no lo querías!
—¡Pero tú ya comiste las tuyas, Kaigaku, esas son mías!
Kaigaku no se inmutó ante el comentario del más bajito, siguió devorando las sabrosas galletas, haciendo provecho de la evidentemente diferencia de alturas entre ambos. Zenitsu sin más remedio se fue de ahí para hacerse bolita y llorar bajo su pequeño pupitre.
Giyuu, quien había estado observando la escena desde hace un rato, dejó su bento a un lado y decidió hacer algo al respecto. —¿Qué sucede, Zenitsu? —cuestionó con dulzura.
El mencionado limpió sus lágrimas y salió de su escondite para encontrarse con la cálida sonrisa de su nuevo profesor —E-es que mi h-hermano no quiere compartir las galletas que a-abuelito preparó.. —tartamudeó.
—Comprendo.. —Giyuu tomó la mano del pequeño y lo llevó consigo, ganándose la confusa mirada del menor y las de dos personas más.
—¿Qué vas a hacer Giyuu-san..?
Se preguntaba una ansiosa Kanroji, resulta que Gyomei estaba observando meticulosamente todas las acciones, palabras, gestos etc.. de Giyuu, para examinarlo y estar seguro de que él era la persona indicada para ser el nuevo profesor del preescolar "Dulces travesuras" (nombre dado por Mitsuri). En conclusión: se trataba de una prueba.
—¿A dónde vamos..? —cuestionó.
—No te preocupes, Zenitsu —le regaló una cálida sonrisa al menor para tranquilizarlo, cosa que efectivamente dio resultado.
Giyuu detuvo sus pasos frente a la banca que Kaigaku ocupaba para comer, se agachó para quedar a su altura para así poder hablar con él con más facilidad.
Zenitsu se escondió detrás del mayor —solo para prevenir..—pensó.
—¿Kaigaku? —llamó con suavidad.
—¿Sí? —contestó con las mejillas infladas.
—¿Te gustan las galletas, crees que son las más deliciosas que haz probado en el mundo? —formuló con tranquilidad, la pregunta confundió tanto al pelinegro como al rubio, pero después de unos cortos instantes Kaigaku asintió. —Me alegra... pero ¿crees que está bien quitarle a alguien el privilegio de comer las galletas más deliciosas de este mundo?
Kaigaku dejó de masticar las galletas para detenerse a pensar, después de unos segundos agachó la cabeza con remordimiento, mientras jugaba con sus dedos avergonzado. —Es que aún tengo hambre.. —confesó.
—No te preocupes, aveces el hambre nos pone de muy mal humor. —rió —Así que por eso puedes comerte el bento que preparé hoy —sonrió, mientras hacía entrega del bento repleto de alimentos de sabroso aspecto y acariciaba la cabellera negruzca del menor y este levantaba su mirada con un rubor pintando sus mejillas.
—¡¿Acaba de darle su almuerzo?! —exclamó Gyomei desde su escondite, las lágrimas desbordaron de las esquinas de sus ojos —¡Qué alma tan dulce y gentil!
Zenitsu se atrevió a salir de su escondite, en cuanto la mirada de Kaigaku se posó sobre él sintió el miedo invadir su cuerpo. El pelinegro se levantó de su lugar para quedar frente al rubio y jugar nerviosamente con su ropa —Y-yo lo siento.. —desvió la mirada apenado.
Aquellas palabras realmente sorprendieron al rubio, quien no podía creer los que estaba escuchando ¡¿Kaigaku?! ¡¿Perdón?! Definitivamente esas palabras no eran compatibles, al menos no en su pequeña cabeza.
Giyuu mirada la escena, ambos pelinegros a la espera de la respuesta del rubio, que después de unos segundos sonrió —Esta bien, Kaigaku, pero no vuelvas a hacerlo. —y finalmente los pequeños se unieron en un corto abrazo.
—¡¡APROBADO!!
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(1016 palabras)
BUENAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS. Me estoy esforzando para actualizar más seguido jsjs. ✪ ω ✪
Espero que les haya gustado el cap.. <3
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