10. Mantenlo oculto

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—Yo también solía sentirme así cuando me eligieron como capitana, pero he aprendido a manejarlo. Es bueno siempre tener confianza en una misma, ¿no crees?

—Sí, es mejor, y puedes desarrolla tus habilidades al máximo.

—Saikawa... —dice Akane con voz tensa.

—¿Si?

—Como sabes, voy en tercer año, y al terminar tendré que dejar el equipo... Quisiera que tú ocuparas mi lugar.

Hana se quedó algo perpleja por lo que acababa de escuchar. Por fin sus esfuerzos estaban rindiendo frutos.

—¿Lo dices en serio? Para mí sería un honor.

—No dejaría a mi equipo si no fuera en manos de mi jugadora estrella. Has demostrado ser alguien muy capaz en todos los partidos. Solo debes equilibrar tus esfuerzos con tu tranquilidad para evitar accidentes, y debes comer mejor.

La sinceridad en la voz de Akane hizo que Hana sintiera una chispa de esperanza. Ahora que Akane confiaba al cien en Hana, poco a poco, empezaron a compartir más sobre sus vidas, aunque Hana seguía manteniendo su secreto a salvo.

Durante una de las noches, cuando Hana regresaba a su dormitorio, encontró a Natsumi esperándola. La tensión en el aire era palpable. Natsumi, su mejor amiga, había estado molesta con ella desde que decidió ir al campamento.

—No puedo creer que sigas ahí —Natsumi dijo con una mezcla de frustración y preocupación—. Te dije que no era una buena idea.

—Ya lo sé, pero... no podía quedarme atrás —Hana intentó explicar mientras se cambiaba de ropa.

—¿No ves que te estás poniendo en riesgo? — Natsumi continuó, su voz llena de enojo. — Me preocupas.

Hana evitó la mirada de Natsumi y se metió en la cama. La conversación quedó inconclusa, y el silencio entre ellas fue una constante durante las noches siguientes.

Los días pasaban y Hana seguía dando su máximo esfuerzo en los entrenamientos, pero su cuerpo comenzaba a resentirse. En un partido de práctica especialmente agotador, Hana sintió que su cuerpo no podía seguir. Intentó ignorar la fatiga y las náuseas que sentía, pero eventualmente, el cansancio acumulado la venció y se desmayó en medio del campo de juego. Akane fue la primera en llegar a su lado.

—¡Hana! —gritó Akane, preocupada mientras la ayudaba a sentarse—. ¿Estás bien?

Cuando Hana despertó en la enfermería, el primer rostro que vio fue el de Akane, que estaba sentada a su lado con una expresión preocupada.

—¿Qué pasó? —Hana murmuró, tratando de recuperar el aliento.

—Te desmayaste —dijo Akane, negando con la cabeza—. ¿Cómo pudiste no decirme nada de tu situación?

Hana se sintió atrapada y avergonzada. Su secreto había sido revelado, y ahora enfrentaba las consecuencias. En ese momento, Yamaguchi y Tsukishima llegaron a la enfermería, sus rostros llenos de preocupación.

—¿Cómo estás? —preguntó Yamaguchi, mirando a Hana con inquietud.

—Solo un desmayo por cansancio, nada grave —Hana mintió, intentando mantener la calma.

Tsukishima observó la escena con una expresión indescifrable mientras Yamaguchi se acercaba a Hana.

—¿Estás segura de que no necesitas ir a un hospital? —Yamaguchi insistió.

—No, estoy bien. Solo necesito descansar —Hana respondió, deseando que se fueran pronto.

Una vez que Yamaguchi y Tsukishima se fueron, Akane se volvió hacia Hana con una expresión seria.

—No puedo permitir que sigas así. Necesitas dejar el equipo —Akane dijo con firmeza.

—¿Qué? No, no puedo hacer eso —Hana protestó, lágrimas comenzando a asomarse en sus ojos—. Jugar es mi sueño.

— ¡Estás embarazada! Es peligroso para ti y para el bebé. —Akane insistió—. No puedo permitir que pongas en riesgo tu salud. Necesitas pensar en lo que es mejor para ti.

Hana se quedó sola en la enfermería, el peso de la decisión de Akane aplastando sus esperanzas. Las lágrimas comenzaron a caer mientras pensaba en lo que acababa de perder.

De repente, Yamaguchi entró de nuevo en la habitación, su rostro mostrando una mezcla de preocupación y enojo.

—¿Por qué no me dijiste nada? —preguntó Yamaguchi, su voz temblando ligeramente—. ¿Por qué ocultaste tu embarazo?

Hana se sorprendió y miró a Yamaguchi con miedo.

—¿Escuchaste todo? —preguntó, su voz apenas un susurro.

—Sí —Yamaguchi asintió—. ¿Por qué no me lo dijiste? Somos amigos. ¿Por eso me has estado evitando?

Hana bajó la cabeza, sintiendo la derrota en cada palabra que iba a decir.

—No quería que me sacaran del equipo. No quería dejar de jugar. —confesó con su voz quebrándose—. Este es mi sueño, Yams.

Yamaguchi se quedó en silencio, sus sentimientos conflictuados. Hana podía ver la tristeza y la decepción en sus ojos, pero también había un profundo sentido de comprensión.

—Lo siento —Hana dijo con la voz llena de pesar—. No quería mentirte, pero tenía miedo de que alguien se entere.

Yamaguchi la miró, sus ojos reflejando una mezcla de emociones difíciles de describir.

—Solo dime una cosa —dijo finalmente en tono más suave—. ¿Es de Tsukishima?

Hana se quedó paralizada un momento y asintió lentamente, sintiendo una mezcla de vergüenza y tristeza. El sueño que había intentado proteger se había desmoronado, y ahora debía enfrentar la realidad de sus decisiones.

   
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Estoy de buen humor porque llegamos a las 3k de vistas y la historia está teniendo mucho apoyo :)

Quería preguntarles, qué otros personajes les gusta de Haikyuu? Porque tengo unas ideas para hacer otras historias pero no se me ocurre con quién, por eso prefiero que me cuenten ustedes 😌

Si les gustó no se olviden de votar y comentar, así actualizamos más rápido 💗

      
   
   

Blessing || Kei Tsukishima x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora