—¿Qué coño haces vestida así? —Me escanea de arriba a bajo y su mirada se fija en mis trenzas— ¿A quién vas a torturar?

Voy vestida como mecánico de coches, no como asesina.

—¿Quieres ofrecerte? —Pregunto con burla y niega riéndose.

—No, gracias, bastante tortura que me cargo desde ayer con tu amiguita. —Entorna sus ojos hacia mí, mirándome mal y haciendo énfasis en lo último.

—¿Amiguita? —Pregunto sin evitar mi tono de incredulidad— ¿A qué vino eso, Blake?

—¡¿Que a qué vino?! —Pregunta exasperado y frustrado— ¡Esa chiquilla está loca!

—Eh, cuidadito como te expresas de ella. —Le advierto con una mala mirada.

—¿Tan importante es para ti? —Pregunta resignado. Aquí me huele a que algo pasó entre ellos y por eso fue que Vane se vino a mi trabajo.

—Comoellalo era para mí, paranosotros. —Recalco "ella" y "nosotros", para que entienda la gravedad.

—Ohm... Entonces sí es serio el asunto. —Se cruza de brazos y baja la mirada.

—Lo es —Hago un pausa y caigo en cuenta que debo irme—. Por cierto. ¿Qué quieres? Ando retrasada.

—Iré al punto, no me gusta los rodeos —Asiento en acuerdo y se dispone a lanzar sus preguntas, las cuales ya me esperaba:—. ¿Qué te traes con Sofía? ¿Dónde está Martha? ¿Qué te dijo Shadow? ¿Por qué trajiste a esa chiquilla demonio a la mansión? ¿Quién es y por qué vive en tu habitación? Y lo más importante, ¿Por qué carajos Lucifer tenía mi pantufla de Bob esponja en su caja de arena?

—Quizás le gustó el material de tu pantufla, no lo sé, pregúntale. —Me encojo de hombros sin perder la sonrisa burlona de mi rostro.

—Me cago en el maldito felino.

—Más respeto, Blake —Le miro mal, defendiendo a Lucifer. El pobre no tiene la culpa de que Blake sea un regado en cuanto a sus cosas—. Esa chiquilla como dices, se llama Vanesa Lawrence y acaba de perder a su madre y hermanita —Su rostro se contrae en sorpresa y arrepentimiento—. Así que sé más considerado con ella. Y vive en mi habitación porque así lo quiero yo.

—Ya vale —Decide cerrar el tema—. ¿Qué te dijo Shadow?

—¿Que no saben hacer otra pregunta que esa? —Se encoge de hombros cuando pregunto— Nada importante.

—Sino me quieres decir, okay, ya lo averiguaré.

—Martha está con su sobrino, le di el día libre de ayer y hoy para que llegara. Y lo que me traiga con Sofía, no es asunto tuyo.

—Es que es raro verlas andar juntas.

—Blake, no te metas en mis asuntos.

—Me preocupo, lo sabes.

—Deja de hacerlo.

—Soy Blake Rodríguez, alias Dark Droscp, recuérdalo —Retrocede varios paso al hablar mientras me señala—. Por cierto, ¿para cuándo el enfrentamiento?

—Pon la fecha y hora, yo te caigo.

—Perfecto —Se va corriendo y a mitad de camino, se da la vuelta y me lanza un beso—. ¡TE AMO, HERMANITA!

—¡VETE A LA MIERDA, BLAKE! —Mascullo irritada y se va riéndose, si saber, que inconscientemente, me contagió una sonrisa.

—Ay madre santa, que frío está haciendo esta noche. —Su voz llega a mis espaldas y la veo bien vestida como si fuera ir a una fiesta, pero no digo nada.

—Me iba a ir sin ti. —Le digo subiendo al auto.

—Me olvidé de esto. —Señala su celular mientras abro la puerta de mi auto.

—Bien, vamos —Cuando ya estamos dentro del vehículo, lo pongo en marcha y salimos de la mansión. Minutos después en el mismo silencio, la presencia de alguien más en el auto me invade—. ¿No sientes algo extraño dentro del auto?

—No —Niega con el ceño fruncido, maquillándose frente a un espejito—. ¿Cómo qué?

—Nada, olvídalo. —Piso el acelerador a fondo a propósito y su labial rojo se encarga de regarse por toda su cara. Me mira furiosa y sonrío satisfecha viéndola buscar con que limpiarse.

•~•P•~•D•~•S•~•

—¿Te dijo que era por aquí? —Preguntó por tercera vez desde que nos adentramos al bosque. El auto le habíamos dejado, porque claro, por aquí no cabe.

—Sí. —Respondo y me aguanto la risa al verla meter el pie en el lodo.

—¡Pero aquí no hay nada y está oscureciendo!

—Aleja tus miedos, que de aquí no nos vamos hasta encontrar la maldita cabaña. —Le exijo al borde de la paciencia y seguimos caminando.

—¿Y si se equivocó? —Pregunta pero esta vez no me voy a detener.

—Lo hizo y listo —Me encojo de hombros—. Pero en este caso, yo le creo.

—¡Pero si es un anciano que puede alucinar...

—Sofía, cállate. —Le ordeno silencio al escuchar ruidos extraño y difícil de describir, son de esos que salen en las películas. Pero claro, "Sofía, cállate" es como decir "Sofía, habla".

—... o inventar cosas por su edad!

—¡Cállate! —Grito y me mira expectante.

—¿No tengo razón? —Pregunta mientras miro a todos lados, experimentando la sensación de ser perseguida y vigilada.

—Mira, no sé qué mosca te pico en estos días, no te confundas que por cruzar más de dos palabras conmigo no nos llevaremos bien, no estoy de humor, y cuando te digo que te calles, ¡hazlo!

—Encontré la cabaña —Dice después de mi explote y señala detrás de mí. Me volteo y si, ahí está, detrás de esos árboles. Rodeamos los mimos y vemos la entrada con dificultad, a falta de luz—. Debimos traer una linterna.

Creo que si ignoró todo lo que dije.

—¿Y la del teléfono? —Pregunto yo y de repente, una luz alumbra desde atrás de nosotras y pegamos un grito dándonos la vuelta— ¿Vanesa?

—Hola. —Sonríe con inocencia alumbrándose un poco el rostro.

—¿Qué coño haces aquí? —Pregunto molesta y me mira con timidez.

—No quería quedarme, así que te hice creer que me había marchado y cuando estabas hablando con Blake subí al auto sin que te dieras cuenta —Respondió bajando la mirada—. Lo siento.

Así que era eso lo que sentía mientras manejaba.

—Hablaremos de esto más tarde —Expongo y extiendo mi mano hacia ella—. Dame eso —Obedece y camino hacia la puerta de la cabaña—. No se queden ahí.

—¿Aria?

—Cállate y ven. —Le digo a Sofía y siento los pasos de ambas cada vez más cerca hasta detenerse a mi lado.

—No la pienso abrir.

—Nadie te pidió que lo hagas, Sofía. —La abro de un empujón, sin dar tiempo a que soltara un crujido al abrirse. Alumbro con el celular desde el suelo y voy subiendo hasta detenerme al frente, dónde se encuentra una figura masculina sentado en una vieja silla, sonriendo con arrogancia, dejando expuesto sus colmillos y sus ojos carmesí.

—Ay, por la madre de Jesús. —Susurra Sofía a punto de un desmayo.

—Por Lucifer. —Decimos Vane y yo, sin apartar los ojos de aquel....vampiro.

Pacto de Sangre (Completa)Where stories live. Discover now