—Lo siento, chicos —dijo con un tono nervioso—. Vamos a tomar un breve receso.

Ally detuvo la transmisión y apagó la cámara, mientras Tess se quedó en silencio, observando a su amiga con preocupación. El estudio quedó en silencio, solo roto por el zumbido del equipo.

—Lo siento mucho, Tess —dijo Ally, tratando de calmarse—. No esperaba que esto se volviera tan complicado.

Tess se acercó y le dio un suave toque en el hombro.

—Es que no se como reaccionar con esto, Hunter y tu—

—Hunter y yo nada, no pasa nada—

—Por favor Tess, es obvio que le gustas, estos ocho años el solo hablaba de ti, de tu arte y de cómo esperaba que todo estuviera bien en Roma, yo... yo creo que nunca le guste en serio... pero no quiero perderlo, no quiero que esto acabe, bueno tal vez si... pero no creo haberlo amado nunca, pero no lo quiero alejar, tal vez solo estoy acostumbrada a él... y creo que hasta no perderlo no voy a entender lo que realmente quiero...— las lágrimas empezaron a brotar y el maquillaje empezaba a manchar la cara de Ally.

—Nunca lo amaste...—Dijo Tess con nostalgia pensando en todo lo que pudo haber sido...—Nunca—

Ally quiso continuar explicando.

—creo que el simplemente estuvo ahí, así que me convencí de que lo quería, que lo amaba, a parte me hizo sentir especial cuando nadie más lo había hecho —

Tess escuchó con atención, procesando cada palabra de Ally. Una mezcla de emociones se agitaba dentro de ella: compasión, tristeza, y una chispa de esperanza.

—Ally —dijo Tess con suavidad—. Todos merecemos sentirnos amados de verdad, y creo que tú también mereces eso. Quizás es el momento de enfrentar lo que realmente sentimos.

Ally asintió lentamente, limpiándose las lágrimas.

—Tienes razón. Pero es tan difícil... No quiero herir a Hunter, y no quiero perderte a ti tampoco.—

Esas palabras se clavaron a Tess, tuvo un deja vu... todo este tiempo le había dicho esas mismas palabras a Hunter, pero ahora se las estaban diciendo a ella.

La habitación quedó en un silencio pesado, cada palabra de Ally resonando en la mente de Tess. Sentía un torbellino de emociones, el peso de los años perdidos y el dolor de haber lastimado a Hunter y a sí misma. De repente, la realidad la abrumó; el aire se volvió sofocante y sus pensamientos se volvieron caóticos.

—Tess, ¿estás bien? —preguntó Ally, notando el cambio en la expresión de su amiga.

Tess intentó hablar, pero las palabras no salían. Una mezcla de angustia y desesperación se apoderó de ella. Sin poder controlarlo, se levantó bruscamente y salió del estudio, dejando a Ally detrás, confundida y preocupada.

Corrió hacia la habitación donde se estaba quedando y cerró la puerta de golpe. Se apoyó contra la pared, tratando de calmar su respiración, pero las lágrimas empezaron a caer sin control. La sensación de haber desperdiciado tanto tiempo, de haber tomado decisiones erróneas basadas en malentendidos y temores, la aplastaba.

Mientras tanto, en el estudio, Ally estaba preocupada por su amiga. Sabía que Tess estaba pasando por un momento difícil, y se sentía responsable en parte por la confusión y el dolor. Sin perder más tiempo, sacó su teléfono y llamó a Hunter.

—Hunter, tienes que venir ahora mismo —dijo Ally, su voz temblando—. Tess...

Hunter, alarmado por el tono de Ally, respondió de inmediato.

Cruces del destino // HuntessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora