Lágrimas se acumularon en los ojos del Overlord, pero no dejó caer ninguna. No le daría a Lucifer el gusto de verlo llorar. Por otro lado, el monarca se encontraba sorprendido; por no decir fascinado, con las reacciones tan expresivas del ciervo. Le parecía curiosa la nueva facilidad de hacerle perder los estribos.

-Ay, hinnulei. Eres tan sensible ahora. A decir verdad, no me lo esperaba de ti -Lucifer rompió toda distancia con Alastor, sujetando su mentón para mirarle mejor-. Lo admito, esto me encanta.

De un manotazo, el pelirrojo apartó la mano ajena. Su sonrisa era tensa, y una lágrima rodó por su mejilla al hablar -Si ya terminaste de burlarte, piérdete de mi vista, Lucifer. No quiero verte

El mencionado soltó una carcajada, dispuesto a seguir molestando un poco, pero en un abrir y cerrar de ojos, Alastor tomó su abrigo, se cubrió lo mejor que pudo y desapareció en medio de sus sombras. Lucifer quedó con la palabra en la boca y una mueca en los labios.

Segundos después de haber abandonado el hotel, Alastor apareció en la boutique de Rosie, con un saco apenas cubriendo su vientre y las mejillas manchadas de lágrimas

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Segundos después de haber abandonado el hotel, Alastor apareció en la boutique de Rosie, con un saco apenas cubriendo su vientre y las mejillas manchadas de lágrimas. Está de más decir que la preocupación de la fémina caníbal al verlo fue instantánea.

Rosie, como toda buena amiga, ofreció un refugio y té caliente para el afligido cervatillo. Pero claro, eso fue minutos después de calmar a su visita inesperada, quien dicho sea, habló entre balbuceos incomprensibles. De esa manera informó de su más reciente discusión con el soberano del infierno.

-Ay querido, tú eres el poderoso y temido demonio de la radio, ¡Eres de los Overlord más poderosos que hay! No permitas que Lucifer te haga sentir así, mucho menos por la vida que cargas dentro -Rosie miró el vientre del pelirrojo, aun cuando se hallaba cubierto por una cobija-. Esa pequeña criatura que "invade" tu espacio, no es ningún símbolo de debilidad. Al contrario, demuestra lo fuerte que eres por soportar el cambio

Las palabras de la fémina eran sinceras, y estaban tan cargadas de determinación, que Alastor se vió contagiado por aquel espíritu. Rosie tenía razón. Él era más sensible ahora, pero de ninguna manera se mostraría débil.

-Concuerdo contigo, querida Rosie. He soportado mucho hasta este momento... Y no voy a dejar que Lucifer me humille así.

'Nunca más lo hará. Ya me aseguraré de eso.'

Rosie sonrió en grande, mostrando la hilera de afiladas perlas blancas -¡Ese es el espíritu! Ahora ven, vamos a diseñar un traje que te haga sentir como lo que eres: El futuro rey del infierno

-¿Futuro rey del infierno? -Repitió Alastor, con tono contemplativo en su voz-. Sí, definitivamente me sigue gustando como suena eso

Rosie asintió, levantándose de su asiento para guiar a su amigo frente a un gran espejo de cuerpo completo. En medio de la sala donde se ubicaron; rodeados por material de costura, yacía una pequeña plataforma de manera. Alastor se subió a ella para que le tomaran las medidas apropiadas.

Gravida HinnuleiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora