Nichols intentó defenderse, pero ahora tenía que lidiar con dos oponentes. La pelea se volvió más intensa, con gritos de estudiantes animando y el sonido de los golpes resonando en los pasillos. Marie no escuchaba nada más que su propio corazón latiendo con fuerza y la rabia que la guiaba hasta que vio a Robby y Miguel empezar a pelear porque él primero quería parar la pelea.

—¡Miguel, para!—le chilló—. ¡Rob...!

Marie no vio venir el puñetazo de Tory y su cabeza impactó contra una taquilla cercana.

—Te has confundido, zorra—dijo ella poniéndose en pie de nuevo.

—Hacia tiempo que tenía ganas de esto—resolló la rubia iracunda—. No tienes los dientes rotos porque Hawk me mataría si te toco un pelo—reveló Tory para el desconcierto de Marie—. Pero ahora... Te vas a enterar.

Entonces el West Valley se convirtió en un puto campo de guerra y allá donde miraba, Marie solo veía chicos de Cobra Kai y chicos de Miyagi-do peleando entre ellos. Marie empezó a repartir a diestro y siniestro contra Tory, pero entonces vio por el rabillo del ojo a Demetri echar a correr después de que Hawk lo persiguiera y notó como se le escapó el aire de los pulmones.

—Ve a por ellos—le dijo Sam—. Yo controlo.

—¿Segura?

—Sí.

—Vale. Volveré en cuanto pueda. Pero antes...—Marie se agarró a los brazos de Sam para impulsarse hacia arriba y le dio una patada en la boca a Tory al salir corriendo—. ¡Esa de regalo, Nichols!

Marie echó a correr entre los alumnos de Cobra Kai como Mitch y Bert y los de Miyagi-Do como Chris y Nathaniel y sintió un nudo en el estómago.

Al ser de dojos distintos estaban peleando con quienes fueron sus mejores amigos hacía poco tiempo... ¿Cómo cojones había podido pasar? ¿Cómo ella no lo había visto venir?

Marie no se quedó a mirar quienes ganaban sus respectivas peleas y fue tras Hawk y Demetri. No hizo ruido alguno y encontró al peli negro escondido en el cuarto de los ordenadores donde minutos antes ella había estado sentada y tan tranquila esperando el comienzo de un curso normal.

—Eh, soy yo—Marie tocó el brazo de Demetri para hacerle saber que estaba de su parte y este se asutó—. ¿Estás bien?

—Sí, pero a Hawk se le ha ido la pinza.

—Vayámonos por detrás.

Marie y Demetri se pusieron en pie y al girarse se toparon con Hawk mirándolos como si fuera un puto psicopata. La chica se puso entre medias de los chicos y alzó la barbilla temblando, sin saber muy bien como ocultar lo nerviosa que estaba.

—No dejaré que pelees contra él.

—Sé que quieres protegerlo, pero tiene que luchar sus propias peleas—declaró Hawk dando pasos al frente. Marie jamás le había visto una mirada tan oscura y maligna como entonces—. Tiene que dejar de ser un moñas.

—Demetri, vete.

—No voy a dejar que te pelees con...

—¡Que te vayas he dicho!—gritó ella perdiendo los papeles—. Voy a entretenerlo. Vuelve con los demás.

—Voy a buscar ayuda—prometió Demetri echando a correr tras lanzarle una última mirada rencorosa a Hawk.

Con el corazón bombeándole en los oídos, Marie empezó a proteger la puerta por la que Demetri había salido como si fuera un perro guardián. Era consciente de que el de cresta tenía una justo detrás y que podría haberse largado si hubiera querido, pero era un cobra a fin de cuentas.

𝗥𝗘𝗔𝗗𝗬 𝗙𝗢𝗥 𝗜𝗧──𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳 ✧.*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora