Azul || Alex Quackity

Doctor

—Ya me regañaste mucho, dime que te dije —Hablé.

—Pues te saliste a fumar y Quackity te fue a buscar, el caso es que hablaron un rato, no sé de qué porque no me dijiste —Comenzó a hablar. —El punto es que me dijiste que el wey traía embarrado labial de otra y le dijiste que no te volviera a buscar.

—Todos iguales —Negué con la cabeza. —Ya decía yo que era demasiado perfecto para ser fiel.

—No es cierto, dile que me vuelva a buscar, yo lo sigo queriendo —Volví a hablar en forma de broma.

Bueno, tan broma no es.

—Estás pendeja —Dijo y colgó.

—Creo que no vas a tener novio pronto —Habló Damián.

Dios mío, ya hasta el niño me perdió la fe.

[...]

—Bueno, aquí te lo dejo, pá —Dije con toda la intención de irme.

—Acompáñanos —Pidió Helen —Su abuelita no va a poder ir con nosotros y no queremos que se asusten, a ti ya te conocen.

—Está bien —Acepté sin hacerme del rogar, de todas formas iba a llegar a pudrirme en mi cama.

—Nos vamos a ir en mi camioneta —Habló mi papá.

Fui por los dos niños al patio y los subí a la camioneta, no tardamos en llegar al doctor que atendería a Hugo y a Damián.

—Es el hijo de mi amigo —Dijo mi papá mientras cargaba a Hugo. —Es casi de tu edad y también tiene una hermana pediatra.

—Ah, que bien —Respondí sin mucha importancia mientras bajaba a Damián, quien al instante me tomó de la mano.

Al entrar a aquel consultorio mis ojos se encontraron con los de él, confirme mi sospecha cuando leí el nombre bordado en su bata.

—Que gusto verte, Ernesto —Saludó mi papá.

Ernesto Reyes.

—El gusto es mío, señor Olvera —Regresó el saludo.

—Mira, te presento a mi esposa, Helen, y a mi hija, ________.

—Un gusto —Saludó y me limité a sonreír.

—¿Y estos niños? ¿Sus nietos? —Preguntó y mi papá rio.

—No, no, mi hija ni novio tiene, son míos también —Contestó.

—Bueno, si quieren pasar con mi hermana para que revise al más pequeño y yo reviso al campeón de allá —Dijo y mis papás asintieron.

—¿Te quedas con Damián? —Me preguntó Helen y yo asentí.

Damián jaló levemente mi blusa para que lo volteara a ver.

—¿Qué pasa? —Me agaché a su altura.

—Es el doctor del "walmar" —Susurró emocionado en mi oído.

—Sí, Damián, ya me di cuenta —Contesté en el mismo tono que él y me levanté.

—¿Estás listo, campeón? —Preguntó Ernesto a Damián y el niño asintió.

Pasamos a aquel consultorio y comenzaron con el chequeo habitual, aparentemente todo estaba bien con Damián.

—¿Quieres ir a elegir un juguete? —Le preguntó a Damián y asintió.

—Dani te va a llevar por él —Dijo y su asistente salió con el niño.

—Pensé que era tu hijo —Habló cuando Damián se alejó lo suficiente.

—¿Tan jodida me veo? —Bromeé.

—No, no, sino que está igual de bonito que tú, pensé que había salido a ti —Dijo y dejé salir una leve sonrisa.

—Pues no es mío, pero gracias por el cumplido —Contesté con una sonrisa.

—Nunca me mandaste mensaje —Habló.

—Lo iba a hacer, pero perdí la tarjeta —Mentí.

En realidad no lo hice porque ya tenía "un algo", que de verdad quería.

—Pues si casualmente tu número se registrará en mi celular... —Dijo y me dio su celular con la lista de contactos.

Al principio dudé, pero al final terminé agendando mi número.

Es guapo y yo estoy soltera, Alex ya me dijo que no quería nada conmigo, ¿qué me impide ligármelo?

—¿No te gustaría salir a comer un día de estos? —Preguntó.

—Sí, claro —Acepté.

Estaba a punto de decirme algo más, cuando llegó Damián, interrumpiéndonos.

—Mira, me dieron un carrito —Llegó Damián emocionado.

—Órale, qué padre —Fingí emoción.

—Hugo ya está afuera también —Informó el niño.

—Bueno, entonces vámonos, que ya nos deben de estar esperando —Dije.

—Adiós doctor —Se despidió el infante y Ernesto le regresó la sonrisa.

—Adiós, Damián.

—Te llamo luego —Me guiño un ojo y me limite a sonreírle.

Ser doctor lo hace aún más guapo.

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Si este fanfic llega a las manos de Quackity o de algún streamer, será eliminado. Este fanfic no está escrito con intenciones de dañar la imagen de Quackity o de algún otro streamer.

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¿Quieren al doctor o al Quackatas?
Los siguientes capítulos definen el resto de la historia, que emoción Dios mío santo.

Ojo con Ernesto.

Tengo un montón de sueñoooo, podría dormir 2 días seguidos.

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Cuídense, baiiiiiss. 💗