-¿Qué estas diciendo Kendall? -rió- ¿A caso piensas que hemos tenido relaciones? -se acostó de panza en la cama.

-Quería asegurarme, perdón por preguntártelo -estaba que me moría de la vergüenza.

-No te preocupes que no pasó nada, sólo dormimos juntas -sonrió- Si preguntas por el short que traes, pensé que los pantalones que traías eran bastante ajustados y no dormirías bien, así que... Te los quité y te puse la pijama, espero que no te moleste.

-Está bien -reí- ¿Cómo es posible que me hayas metido a tu casa sin que tus papás se hayan dado cuenta y mucho menos yo? ¿Cómo le hiciste para traerme casi muerta? ¿A caso tienes experiencia en meter a chicas a tu casa casi inconscientes? -reí.

-Fue pura suerte, créeme. Y no, no tengo experiencia en esto. Sólo con mi novia, ella se brincaba por mi ventana en las noches y dormíamos juntas sin que mis papás se dieran cuenta. Pero nunca había hecho algo así, no por mí misma.

-Quién diría -reí.

-Así es -sonrió y se levantó de la cama- Mis papás llegaran en menos de 2 horas, todo los domingos van a la Iglesia y por razones obvias yo no voy, así que ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres que te lleve a tu casa? O...

-Está bien, si quieres puedes llevarme a casa -me paré de la cama.

-¿No quieres darte una ducha antes? -esa pregunta me sorprendió demasiado y ella lo notó, ante esto sólo sonrió.

-¿Segura que no hay problema con todo eso?

-Para nada -sonrió- Yo estaré aquí leyendo mientras tú te duchas, si gustas puedo prestarte algo de ropa, no tengo un armario gigantesco pero estoy segura de que algo te puede quedar. Te buscaré algo mientras te bañas ¿Sí?

-Está bien -estaba sonriendo como estúpida por los nervios y la vergüenza.

Camila tenía un baño para ella sola, así que no me preocupaba por el hecho de que su mamá o su papá entraran mientras yo me bañaba. Ella me hacía sentir cómoda con su amabilidad pero como no estoy acostumbrada a esto, no me sentía 100% cómoda. Me enseñó su baño y estaba realmente muy ordenado y limpio, olía bastante bien. Me dijo en donde estaban las toallas y todo eso.

Salió del baño y comencé a desvestirme para luego entrar a la regadera. No estoy acostumbrada a bañarme con agua caliente así que la fría era lo obvio, además, no quería llenar de vapor el baño de Camila. Era seguro que después de que yo saliera Camila entraría a ducharse.

Mientras me duchaba, Camila entró al baño para dejarme la ropa que había elegido para mí.
El baño tenía una puerta para entrar a la regadera y todo lo que cubría el baño era trasparente, por lo tanto, cuando Camila entró podía verla dejar la ropa encima de un mueble que había dentro, era distorsionada, por lo tanto, ella tampoco podía verme, no detalladamente. Le agradecí y salió.

Duré alrededor de 15 minutos en la ducha, después salí, me sequé un poco el cabello, me puse mi ropa interior para después mirar la ropa que Camila había elegido. Era una camiseta negra de The Beatles y unos jeans azules. Creo que esta chica me conoce bien.
Ya que estaba lista, salí del baño y miré a Camila que estaba acostada en su cama leyendo un libro.

-Creo que no me equivoqué al elegir esa ropa -se levantó de la cama y se dirigió hacia mí - Te queda bastante bien -dijo mientras ella limpiaba unas pelusitas que había en la camisa que me había prestado, en el hombro para ser exactos.

-Muchas gracias, Camila... Por todo -dije unos cuantos centímetros cerca de ella.

-No hay nada que agradecer -sonrió.

Nos observamos fijamente por unos segundos que para mí fueron eternos. Me encantaba su mirada, esos ojos azules hipnotizaban a cualquiera. Fue en ese momento que me di cuenta que algo en mi despertó, no sé qué era, pero no era normal...

CAMILA POV:

¿Qué estaba pasando aquí? No podía quitarle los ojos de encima a Kendall, verla así, con su cabello mojado enfrente de mí , con esos jeans que le quedaban perfectamente bien, esa camiseta, todo. Era imposible dejar de verla.
Le dije que se pusiera cómoda mientras me duchaba y que si ocupaba algo que sólo me llamara. Entré al baño y entrecerré la puerta, me desnudé y entré a la regadera.

Si me hubiera puesto a pensar hace 3 semanas, que chocaría con alguien de la escuela, con una de las chicas más populares de la prepararía, que no era de esas personas amables, que le ayudaría a mi profesor favorito a dar tutoría y que especialmente esa misma chica me tocaría ayudar. Que a la semana me invitaría a una fiesta, que la ayudé en el momento en el que ella no daba para más, que se quedaría a dormir en mi casa, que se ducharía en mi baño, que le prestaría mi ropa y que la tuve a unos cuantos centímetros de mí, no lo hubiera creído.

Mientras me bañaba, Kendall entró muy rápido al baño.

-¡Camila! -susurró.

-¡¿Qué pasa Kendall? ¿Por qué...? - asomé mi cara hacia afuera y Kendall interrumpió.

-¡Shh! Tu mamá está allá afuera -parecía bastante nerviosa.

-¿Afuera? El seguro de la puerta está puesto -estábamos susurrando.

-Camila -dijo mi madre, que estaba apunto de entrar al baño, pero Kendall reaccionó muy rápido y le puso el seguro enseguida.

-Sí mamá ¿Qué pasa? -dije.

-¿Te falta mucho para estar lista? -ella estaba detrás de la puerta.

-No... O quizás sí, es que apenas entré a la regadera ¿Por qué?

-Nada más pregutaba, iré al mercado a comprar algunas cosas ¿Se te ofrece algo?

-No, mamá, así estoy bien, gracias.

-Está bien, nos vemos en unas horas -dijo y sólo escuché que cerró la puerta de mi habitación.

Kendall se deslizó en la pared cerca de la puerta, pude sentir su alivio cuando mi mamá salió de la habitación sin darse cuenta de su presencia.

-Perdón por entrar así, no sabía a dónde ir -me miró y caían gotas de agua que provenían de mi cabello.

-No te preocupes, gracias a esto me salvaste de un gran castigo -sonreí.

-Está bien -se puso de pie- Ahora... Dejaré que termines tu ducha -sonrió y salió del baño.

Terminé en menos de 10 minutos y salí del baño ya con la ropa puesta. Kendall estaba sentada en la cama mirando una foto mía con Ashley.

-¿La extrañas? -me preguntó.

-Demasiado -dije sin pensarlo.

-Me imagino -suspiró, cosa que se me hizo extraño.

-Sí... -comencé a cepillarme un poco el cabello frente al espejo- ¿Cómo rayos pudo abrir la puerta mi mamá? -cambié completamente de tema y reí.

-No lo sé, escuché que alguien gritó tu nombre en el pasillo y lo primero que se me ocurrió hacer es correr al baño -rió.

-Piensas rápido -la miré y sonreí.

Ella iba a decir algo pero escuché que tocaron el timbre de la casa. Le dije que me esperara en la habitación mientras yo iba a abrir.
Bajé hasta la puerta y al abrirla me sorprendí al ver quién en estaba afuera de mi casa...

Ella, mi problema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora