—¡Y a ti te explotó el puto corazón y nadie te trata como un maldito débil!
La conversación solo incrementó más y más en gritos y contacto físico hasta que llegó a una pelea real, donde los puñetazos y patadas no se hicieron esperar, hasta que Sero y Kirishima decidieron intervenir.
—¡Vuelve a decir esa mierda hijo de puta!
—¡Maldito imbecil voy a matarte!
Sería una noche difícil para izuku y los delegados de la clase.
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.La pelea de esa noche llegó a oídos de Aizawa y como castigo, hizo que Shoto y Bakugo se quedaran a terminar de limpiar la piscina que tenían en el área deportiva.
El silencio era incómodo, ambos tenían los rostros llenos de curitas y gasas que cubrían moretones, raspones y pequeño cortes que habían obtenido durante la pelea de ayer.
Al menos así fue hasta que Katsuki habló.
—No creo que seas débil...
Shoto se giró para verlo aunque el rubio seguía de espaldas quitando algo de la suciedad que quedaba en una de las paredes.
—Solo, me preocupa que salgas lastimado, yo-
El chico se giró para ver a su amigo quien lo observaba fijamente con esos ojos de diferente color.
—¡Solo olvidado carajo!
Bakugo tenía el rostro completamente rojo ante la vergüenza que sentía por admitir que estaba preocupado por su amigo, conocía de forma muy directa como era el ambiente en su casa y como todo el tema de Dabi lo afectaba.
No pudo ayudarlo cuando más mo necesito, temia que eso volvería a pasar.
—... Yo también me preocupe por ti, cuando llegue y vi que habían atravesado tu cuerpo, que no respondías, cuando Jeanist miró con pánico a Izuku, tenía miedo de no volverte a ver, tenía miedo de que, tratando de arreglar todo le desatare que soy, no hubiera echo lo suficiente para que tu e Izuku estuvieran bien, sentí que vomitaba cuando me contaron lo que le ocurrió a Midoriya, pero ¿Cómo puedo protegerlos a ustedes dos cuando no me dejas estar ahí?
Ambos se vieron directamente después de aquella palabras y como era costumbre para el rubio, siempre que escuchaba los pensamientos de aquel callado chico, recordaba que si bien, no era igual de especial como Izuku en su vida, no quería que nada malo le pasara a una persona tan cercana para el, aquel chico que se lanzó para ayudarlo aún cuando apenas y hablaban, aquel que peleaba a su lado y lo entendía casi a la perfección, aquel que arriesgó todo para ayudar a rescatarlo, sus ojos se llenaron de lágrimas al pensar que ese solitario y triste niño que había vivido aislado de todos había echo hasta lo imposible para ayudar a tantas personas, tomar la responsabilidad que no tenía sobre su familia y aún así sonreír tan cálidamente cuando era necesario.
Si... aquel niño solo y triste estaba haciéndolo tan bien solo, pero Bakugo no quería que estuviera solo otra vez, lo tenía a él, tenía a Izuku, a Uraraka, a Iida, a Sero, tenía a tanta gente, que no tendría porque estar solo un segundo más de su existencia, no tendría que esconderse para llorar ni rogarle a Dios que regresara su madre para que lo abrazara mientras le decía que todo estaba bien.
—¿Bakugo?
A veces odiaba tanto a Endeavor por haber lastimado a un chico tan lindo y amable, y agradecía tanto a Midoriya por haberlo sacado de ese infierno emocional en el cual estaba, porque él podía despertarse todas las noches que hicieran falta cuando las cosas se salieran de control en sus pesadillas, cocinar algo aparte porque no era fan de lo picante, alejar las bebidas y teteras calientes si es que eso lo hacía sentir mejor.
—¡Bakugo!
Porque entendió que, al igual que Izuku, quería que estuviera para siempre con ellos, peleando y haciendo de este mundo un lugar mejor con esa estúpida sonrisa e idiotez que lo caracteriza.
Kirishima no diría nada de ese abrazo que vio, si Shoto había notado su existencia mientras el rubio lo abrazaba ese era un secreto que ambos se llevarían a la tumba... y tal vez a Izuku si es que era necesario
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𝗙𝗮𝗺𝗶𝗹𝘆 [𝗕𝗮𝗸𝘂𝗱𝗲𝗸𝘂+𝘀𝗵𝗼𝘁𝗼]
HumorShoto no se dió cuenta que se volvió el hijo de Bakugo y Midoriya hasta que le dijeron que más allá del mal tercio parecía ya un adoptado por la pareja...