-Regresaron.

Isabella dijo un susurro conteniendo la sensación de júbilo por ver a toda la familia Cullen, aunque obviamente se podía sentir la ausencia de Alice, sin embargo era lo que a ella menos le importaba, después de todo Edward y todo el resto de la familia estaba ahí, así que todavía tenía esperanza de conseguir lo que quería. Desde las perspectiva de los vampiros, incluso Rosalie en ese momento sintió un poco de lástima por Isabella, realmente se veía bastante demacrada, estaba más delgada y sus ojos estaban cubiertos por unas ojeras que llegaban a verse púrpura, sus dedos no se veía nada bien, dando a entender que la chica había tomado el hábito de mordérse las uñas, eso podría causarle daños a su salud, pero lo que más impactaba era esa mirada de una persona que estaba a punto de perder la razón, que estaba obsesionada por conseguir algo que creía le pertenecía y no se equivocaron cuando Isabella empezó a hablar otra vez.

-Yo sabía que no podrían dejarme, lo sabía.

Mirándo a todos con una sonrisa nada bonita, sus ojos calleron en Edward, de inmediato corrioy a él y lo abrazó, esté al igual que el resto se tensó.

-Bella, ¿Que haces aquí?

Al escuché la pregunta las chicas se separó con el ceño fruncido y un poco molesta, se supone que Edward debería de abrazarla y decirle que la extraña, pero este ni siquiera levantó la mano para tocarla.

-¿De que hablas Edd? Sabes porque estoy aquí, yo te extrañaba, eres mi novio.

Edward se alejo de ella y la miro con el ceño fruncido.

-Bella, ya hablamos de esto, lo que había entre nosotros se acabó, esto no es sano ni para tí y para nadie.

Ella negó frenéticamente.

-No, no, no, ¡No, Edward! Solo... Solo estás confundido, si, estás asustado por lo que pasó en mi cumpleaños y luego el enfrentamiento con los Vulturis, pero tú me amas, yo se que me amas, no podemos estar separados lo sabes.

-¡Isabella, basta! Entiende que esto se acabó, es más entiende que esto nunca debió de ser.

Ella dió unos pasos hacia atrás debido a que Edward había levantado un poco la voz, él jamás le había hablado de esa manera, entonces Isabella la comprendió que todo estaba perdido, pero ella no podía irse así nada más, no después de haber pasado todo lo que pasó junto a él, por lo menos tenía que llevarse una recompensa.

-¿Es por mi alma? Si es así no la quiero, yo solo quiero estar contigo.

Intentó una vez más convencerlo tratando de tocarlo pero Edward evadió su toque, los demás vampiros en la habitación se habían apartado para darle su espacio, aunque ellos pudieran intervenir la verdad es que sabían que este asunto al final debía de ser arreglado por Edward. Viendo que no conseguiría tenerlo a su lado otra vez Isabella se enojó y lo miró con rencor.

-Bien, si quieres terminar conmigo, de acuerdo, pero no me puedo ir de aquí con las manos vacías, tú mismo lo dijiste esto me ha lastimado mucho, has roto mi corazón una y otra vez muchas veces, así que en recompensa tienes que volverme como tu.

-¿Que?

Él la miro con molestia y desagradó, estaba confirmando en ese momento que todo lo que Rosalie había dicho de Isabella era verdad, ella solo quería la inmortalidad.

-Lo que escuchaste, tu me lo debes, he hecho tanto por ti, sacrificado tanto por ti, así que me lo debes ¡quiero la inmortalidad! ¡Tengo ese derecho!

Esme miro a Isabella sorprendida, podía ver que en ella no quedaba nada de la linda y tímida chica que había conocido al principio, ¿O quizás ella siempre fue haci? Esme no lo sabía, pero podía ver que esto ya se había salido de control, así que decidió intervenir, podría ser que ella le tuviera cariño o compasión a Bella, pero para Esme, lo primero siempre sería su familia.

¡Reencarne en Crepúsculo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora