2.- Árbol de Cerezos

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Alli encontre cajas con revistas antiguas de anime, cajas con juguetes antiguos de niño, cajas con objetos varios de porcelana, pero totalmente nuevos, parecían mas haber sido regalos recibidos, y una caja con demasiadas fotografías en un álbum que ya no se podia cerrar, por lo que estaban regadas sueltas por toda la caja. En el álbum pude ver fotografías de él cuando niño, aunque me costara admitirlo, se veía demasiado adorable. Luego seguian fotografías de adolescente, ahi ya se notaba su actitud temeraria y excéntrica. Y finalmente de cuando ibamos en la escuela de hechicería de Tokio, habian muchas fotografías de él y Geto haciendo payasadas, también varias junto con Shoko y otras donde salian Haibara, Nanami, Mei Mei, el ex director Yaga y hasta yo. Me rei recordando todas aquellas situaciones y momentos donde fueron tomadas sin saber que Gojo las tenia, hasta que al final del álbum encontre fotografías mias, solo mías de momentos que no recuerdo. Entre mas sacaba mas encontraba, algunas sabia que las habia tomado Shoko y Mei mei, pero no tenia idea del porque las tenia él en su poder, incluso algunas eran después de mi cicatriz y de mi cambio de peinado, también algunas eran de cuando habiamos hecho los anteriores intercambio de escuelas, podia notar que no eran muy antiguas, incluso algunas eran de aquellas fotografías que me habia tomado dormida luego de mis borracheras. ¿Porque tenia tantas fotografías mias? ¿Acaso eso es lo que me debia decir en todos estos años? ¿Acaso mi anhelo era el mismo que él suyo? Con el corazón a mil por horas por aquella revelación solo pude correr directamente a la caja que antes me habia pasado Ijichi y que habia dejado en la habitación principal. Con temor la abri y aun seguia aquel hermoso anillo con un diamante azul. Con las manos un poco tiritonas lo saque y me lo trate de poner, pero solo me caia en el dedo anular, con mis ojos totalmente aguados de emoción finalmente me puse el anillo, parecía un anillo de matrimonio y una lagrima salió corriendo por mi mejilla.

-Estupido idiota, debiste decirmelo antes..

Luego me acerque a un pequeño cuadro que estaba en un mueble cercano, alli salia una fotografía con Shoko, Geto, él y yo, recorde que cuando nos tomaron aquella fotografía, como era habitual, estabamos discutiendo y mi ceño fruncido quedo impregnado en aquella fotografía junto con una risa enorme de él a mi lado. Aquello me dejo triste y solo pude sentarme en el suelo aun sosteniendo aquel cuadro sabiendo que también tuve la culpa de no ser lo suficientemente transparente. ¿Cuantas veces me gusto aquel toque juguetón que hacia cuando queria asustarme? ¿Cuantas veces apoye mi cabeza en su espalda cuando estaba borracha esperando que no se fuera de mi casa luego de dejarme en mi cama? ¿Cuantas veces espere con ansias aquel mensaje al dia siguiente para tener la excusa perfecta para hablar con él? y ¿Cuantas veces quise invitarlo a salir a cualquier lado con alguna excusa tonta? Efectivamente ambos habiamos sido unos idiotas y ahora lo lamentaba.

Y sin darme cuenta, poco a poco me termine quedando dormida con una lagrima corriendo por mi mejilla en la incomodidad del suelo de su habitación.

—Utahime~

—mmm-dije con los ojos aun cerrados con mucho cansancio, sintiendo en mis manos algo fresco, como si fuera pasto y una pequeña brisa a mi alrededor.

—Hey debilucha, el profesor Yaga te esta buscando-y senti un pequeño movimiento en mi cuerpo, pero cuando asimile que me dijieron "debilucha" mis ojos se abrieron rápidamente, ya que solo había una persona que me decia así.

Bruscamente me gire y para mi sorpresa estaba Gojo con el uniforme de la escuela y sus característicos lentes circulares incado al lado mio, mirandome atentamente mientras sus cabellos brillantes a la luz del sol se movian al compás de la brisa. Con la sorpresa me lleve las manos a la boca y mis ojos se aguaron rápidamente listos para empezar a derramar lagrimas en cualquier momento, pero con un impulso me lance a él haciendo que ambos caigamos al suelo y yo quedara encima de su pecho mientras lagrimas silenciosas recorrían mis mejillas.

—¿Uta..hime..?-me dijo sorprendido-estas lloran..do?

Y yo no pude responder, ni mirarlo porque mis lágrimas eran demasiadas, solo me aferraba a su uniforme con fuerza como buscando que aquel hombre nunca mas se escape de mi. Él sin entender que pasaba me abrazo y busco tranquilizarme con caricias en mi cabello. Aquello era tan real, tan jodidamente real que dolia.

Cuando finalmente pare, él se sento lentamente aun siendo sujetado por mis manos en su uniforme, se saco sus lentes, tomo mi cara con delicadeza y me miro fijamente a mis ojos aun rojos.

—Dime quien te hizo daño para molerlo a golpes-me dijo con demasiada preocupación.

Lo mire atonita, no entendiendo a que se referia, hasta que mire a mi alrededor sin soltarlo aún. Estabamos en la escuela metropolitana de hechicería de Tokio, específicamente en los jardines traseros  junto a un pequeño árbol de cerezos, segui mirando tratando de descifrar porque se veia todo tan distinto y familiar a la vez, hasta que note otra vez el árbol, aquel árbol fue plantado un poco antes que yo ingresara a la escuela y se supone que era enorme, pero ahora estaba pequeño. Volvi a mirar a Gojo y estaba demasiado joven a como lo recordaba. Tome con mis manos su cara que aun estaba atento a mis movimientos y con mi pulgar recorri su mejilla y tambien sus imperceptibles ojeras que solian marcarse luego de ir a misiones solo o luego de hacer las clases, pero ahora no habia nada. Inmediatamente se vio un pequeño rubor en sus mejillas por mi tacto tan cercano y con sorpresa no supe que decir, solo pude taparme mi boca con mis manos sin creer lo que veia.

—¿Estas bien?-dijo aun preocupado mientras ponia sus manos en mis hombros. Hasta su voz era un poco menos grave.

Pero no hubo respuesta, ya que aun estaba tratando de decifrar que pasaba, ¿acaso era un sueño?

—Esta bien te llevare con Shoko-y rápidamente me tomo en brazos para correr conmigo por los diferentes pasillos de la escuela.

Con aquella brisa pude aprovechar de respirar su aroma que anteriormente habia sentido en la camiseta de su armario y como si fuera de una revelación me acorde de los momentos en su casa ¿Eso habra sido un sueño o esto era el sueño?

Finalmente llegamos a la habitación de Shoko, alli Gojo me dejo suavemente sobre la cama ante la atenta mirada de ella, él le comento varias cosas, cosas que no escuche porque mi mente aun estaba en aquel supuesto sueño de un futuro demasiado real para ser verdad. Rápidamente Shoko se acerco a mi y me inspeccionó, me hizo un par de preguntas que no alcance a entender porque empecé a sentir un zumbido en mi oido izquierdo haciendo que me queje un poco. Solo pude ver como ella le decia algo a él y este comenzaba a caminar para salir de la habitación.

—No te vayas!-grite desesperada, mientras sentia que un hilo de sangre salia de mi nariz.

Él me miro sorprendido y corrio directamente hacia mi poniendo un paño sobre mi nariz y mire atenta lo que hacia sin dejar de ver sus distintas expresiones.

—No te vayas por favor..-dije más bajo y casi con suplica. Y de nuevo tome con fuerza la tela de su uniforme aferrandome a él con desesperación y lo mire atentamente a los ojos.

Él dijo algo con ojos dulces y algo mas que no sabia descifrar, ¿miedo, preocupación o dolor? no supe que mas era, pero me tomo mi mano con cariño y mis ojos se cerraron lentamente con cansancio.

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