Parte 56

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Así estuvieron por mucho rato, no les importaba nada más que ellos, adoraban besarse uno al otro, simplemente el momento era perfecto para ellos. Pero el miedo rondaba por el aire, el tenía miedo de enamorarse y de sufrir desilusiones. Pero quería disfrutar el momento y darse una nueva oportunidad de sentir, no quería terminar soltero toda su vida, solo, sin hijos, ni nadie que le de amor.

Después de aquel beso, siguieron conversando hasta que los dos se quedaron profundamente dormidos, juntos. Segunda vez que compartían sueños juntos. Sintiendo el calor mutuo que se daban. Los dos se daban la espalda, pero en un movimiento Sebastián se dio vuelta dormido, abrazándola por la cintura depositando su mano en el vientre de Emma, los dos estaban en un profundo sueño, ellos ya no controlaban su cuerpo.

Rogaban para que el tiempo se detuviera y poder estar así para siempre, abrazados, sintiendo el calor corporal que se brindaban. Pero les daba miedo pensar en que mañana sería un nuevo día, en que tenían que volver a la realidad, fuera de aquel cuarto, fuera de esas cuarto paredes. ¿Qué pasaría si ellos decidieran estar juntos? ¿Qué pensarían las demás personas? aunque eso no debiera importarles.

De hecho a Emma le daba exactamente igual lo que su familia piense al respecto, pero Sebastián, él pensaba distinto. Sus padres siempre lo habían aconsejado de buscar a la mujer adecuada, pero siempre siendo de la misma clase. Por aquello no tuvo problema de tener una relación con Ashley, ella era de su misma clase, por eso no le impidieron nada. ¿Pero qué pasaba con Emma? que haría si algún día, si el destino lo quiere, desea tener una relación con ella ¿cómo lo tomaran sus padres?, aunque no debiera de importarle, él ya era mayor, y podía hacer lo que él quisiese.

Eran las 9.00 am, y aún seguían durmiendo. Si fuera por ellos, jamás despertarían. Sebastián despertó primero, levemente sintió la presencia de alguien a su lado, de un principio se asustó, hace mucho tiempo que no sentía a alguien despertar a su lado, desde la muerte de su novia. Una bella sonrisa salió de su rostro, cuando vio el rostro de ella al lado, con sus ojos cerrados y respirando pausadamente, con tranquilidad. Miro la hora de su reloj que se encontraba en el velador, ya eran las 9.00 y Emma aun no despertaba, tenía que trabajar, pero no quería despertarla, ella estaba cansada y dormir unas cuantas horas mas no le haría nada malo. Ella tenía un rostro tan angelical, que les transmitía ternura y seguridad, su rostro presentaba inocencia, como si fuera incapaz de hacer sufrir a alguien. ¿Pero será verdad? Lentamente acarició la mejilla de Emma, siempre procurando de no despertarla. Fue inútil, ya que ella empezó a moverse y a abrir sus ojos lentamente.

-Buenos días - le dijo Sebastián, sonriéndole.

-Buenos días - respondió ella sonrojada, fue hermoso despertar y lo primero en ver, era el perfecto rostro de él.

-Cómo has dormido? - pregunto él.

-Muy bien ¿y tú?

-Bien.

-¿Te sientes mejor?

-Si ya estoy como nuevo.

-¿Qué hora es?

-eh - miró el reloj de su velador - las 9.10.

-¡¿QUE?¡- grito, rápidamente se levantó de la cama.

-Hey, hey - la detuvo el, tomándola del brazo -¿a dónde vas?

-A trabajar, debí de haberme levantado a la 8.00 y he dormido una hora más.

-¿Y que tiene?

Le iba a responder pero no sabía que cosa decir ¿Que tenía de malo levantarse temprano? si los padres de Sebastián no estaban, no había nadie que la pudiese regañar.

-Creo que...nada -dijo dudosa.

-Entonces, vuelve a la cama - sonrió con ternura.

"Solo soy una empleada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora