IZUKU EL MAESTRO

CAPÍTULO 68 : LA TERQUEDAD DEL HIJO FAMOSO Y EL INGENIO DE LOS ELEMENTOS

—Shogakko y Bijon, son los siguientes. Su combate será en plena planta de energía. Deben derrotar al villano o buscar refuerzos. Recuerden que es una simulación, pero deben tratarlo con seriedad. Elijan con sabiduría—aconsejó Izuku desde la central de comunicación, observando sus movimientos a través de las cámaras de la simulación.

—No hay problema, profesor. Con mi quirk debería ser más que suficiente—respondió con arrogancia Bijon, cruzando los brazos con confianza.

—Si tú lo dices...—replicó Izuku, sin dar señales de confiar plenamente en las palabras del alumno. Cambiando a un canal privado, se dirigió a Shogakko—. Parece que estarás solo. Tu compañero puede ser muy individualista, y dudo que logres convencerlo de trabajar en equipo. Haz lo que puedas y recuerda que un héroe siempre prioriza la estrategia.

—Entendido, profesor. Gracias por el consejo—agradeció Shogakko, aunque no pudo evitar sentir que la misión sería cuesta arriba.

—¿Te dijo algo? ¿Por qué no me lo dijo a mí también?—preguntó Bijon, con evidente molestia y curiosidad.

—No puedo decírtelo, jeje. Es que te tiene en tan alta estima que no quiere facilitarte las cosas—improvisó Shogakko con una sonrisa, tratando de inflar el ego de su compañero.

Bijon, satisfecho con la explicación, infló el pecho y aceptó el comentario como si fuera un halago genuino. Desde ese momento, ambos comenzaron a avanzar hacia el corazón de la simulación, que estaba ambientada en una planta de energía llena de laberintos y obstáculos.

El traje de Atatameru, diseñado para resaltar su estatus, consistía en una malla negra ajustada con detalles dorados que reflejaban la luz. Placas protectoras cubrían sus antebrazos, y un visor dorado le otorgaba un toque de tecnología avanzada. Por otro lado, Shogakko vestía de forma sencilla: una chaqueta de cuero abierta y shorts de mezclilla, priorizando comodidad por encima de todo.

—Oye, ¿no crees que tu traje de héroe es demasiado simple?—preguntó Bijon, evaluando la apariencia de su compañero con aire crítico.

—Sí, pero prefiero estar cómodo mientras peleo. Las mallas ajustadas no son lo mío—respondió Shogakko con naturalidad—. Además, mi quirk es mi principal herramienta. No necesito accesorios adicionales, a diferencia de ti, que puedes usarlos para potenciar tus habilidades.

—Obvio. Mi quirk es mucho más poderoso que el tuyo. No olvides que soy hijo de Vishon—dijo Bijon, con un tono de presunción que dejó claro cuánto disfrutaba de su linaje.

—(Qué ego tiene este tipo...)—pensó Shogakko, haciendo un esfuerzo por mantener la calma y evitar cualquier comentario que pudiera generar conflicto.

La planta de energía rugía con vida propia: las luces parpadeaban intermitentemente, acompañadas por el zumbido constante de los generadores. Bijon avanzó con seguridad, su visor dorado destellando mientras sus ojos irradiaban energía lista para desatarse. Shogakko, unos pasos detrás, lo observaba en silencio, analizando cada rincón del lugar con una mirada meticulosa.

—¿Crees que nos irá fácil con mi padre de villano?—preguntó el azabache sin mirar atrás, con una mezcla de arrogancia y expectación en su voz. —Te recomiendo que no interfieras, no quiero que me estorbes.

El rubio soltó un leve suspiro. —Haz lo que quieras—respondió con calma, aunque en su mente ya estaba planeando cómo contrarrestar la impulsividad de su compañero. Sabía que enfrentar a Vishon requeriría algo más que potencia bruta.

Desde lo alto de una plataforma, Vishon los observaba con una sonrisa burlona. De repente, levantó un brazo y un fino rayo láser salió disparado hacia una tubería cercana, causando una explosión que llenó el aire de humo y fragmentos de metal.