— ¿El lago de los cisnes? ¿Esa es la película favorita de Jane? — se burló Jay

— Sí y antes de que digas algo, es muy buena.

— Tú y tu novia si que son extraños, chico dálmata— se rió Hades, parándose para dirigirse al mini-bar y servirse un poco de vodka.

— ¿Disculpe?

— Todo el mundo sabe que la mejor película de Barbie es La princesa y la plebeya — aseguró el dios, los demás hicieron cara de rechazo.

— Lo siento mucho, sue... Hades — se entrometió el rey de Auradon— pero creo que El cascanueces es mejor.

— ¡Nada de eso! — interrumpió Jay— ¿Acaso no han visto Fairytopia? Laverna es una maldita.

— No, no, no. Nada le gana a una adaptación bien hecha del Príncipe y el Mendigo — volvió a decir Hades.

— Eh... ¿Hola? — Carlos abrió las manos en señal de obviedad— El lago de los cisnes es un clásico aún más bello.

Sin darse cuenta, el grupo de hombres comenzó a discutir acerca de las fortalezas y debilidades de cada una de las películas de las que hablaban. Los ánimos fueron aumentando debido a los tragos que poco a poco iban recibiendo de Hades hasta que se encontraron hablando de temas variados como series televisivas y programas de talento.

— ... Y entonces, el tipo ese cantó tan mal que me daban ganas de meterme a la pantalla y enseñarle un poco de técnica — dijo Hades de forma errática, ya notablemente ebrio.

Carlos se encontraba ya dormido en el sofá y Jay, recostado en el regazo del hijo de Cruella, apenas podía mantenerse despierto por tanto alcohol en su organismo.

— Yo conquiste a Mal cantando — confesó Ben, terminando su trago. Al igual que los demás, ya se encontraba completamente ebrio — y le pedí matrimonio cantando también

— La música siempre sirve, hay que cantar juntos Benji... yo... puedo hacer algo como...

Hades cantó una nota alta, digna de un vocalista de rock y Ben aplaudió con sorpresa. Antes de seguirle el juego y entonar junto a él. Luego de reírse sin ningún motivo, ambos sirvieron un último trago de vodka en sus vasos.

—Salud, por Mal — brindó Ben. Hades lo siguió y ambos empinaron los líquidos hasta terminárselos — ¿Sabe algo, padre? Yo amo mucho a su hija. La amo mucho, mucho...

Ben entonces se quedó repitiendo la frase, simplemente por lo bien que sonaba la combinación de sílabas y el uso de la "m" en la oración. Su cerebro ya estaba funcionando de forma confusa y graciosa.

— ¿Usted no ama a nadie? — se atrevió a preguntar

— El amor es horrible, Benji... Duele mucho.

— Un día su hija me dejó y dolió

— Pobre Benji. Estamos destinados a sufrir por mujeres...

— No... yo... yo quiero besar a mi esposa en este momento — dijo Ben, intentando levantarse sin éxito

— Yo... yo quiero ir con mi ex-mujer. Es una asquerosa víbora, ¿lo sabes? pero es... es ella.

— Y yo soy yo... y yo soy como tú...

— ¡y tú eres igual! — respondió Hades, cantando antes de soltarse a reír por la referencia.

— Hay que ver Barbie otro día...

— Acepto, es un plan de hombres...

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Cenizas (Hades x Maléfica | Hadeficent)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora