Capitulo 2: Recuerdos...

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(ADHARA)

-Ada, que te parece si le compramos este a mi querido sobrino...- Me muestra un pequeño conjunto de dinosaurios , tan pequeño.
-Es perfecto.- Lo toco y sonrio de solo pensar que tendré a mi pequeño en brazos.-Llevemoslo, apenas nazca se lo voy a poner.- Toco mi pequeño vientre de unos 4 meses, todo paso tan rápido.
-Nos vamos a quedar sin dinero por esa cosita..- Suelto una carcajada mientras veo nuestro carrito de compras lleno para el solito.- Pero vale la pena, vamos a pagar.- Caminamos con las cosas hasta la cola.
Tomo mi teléfono mientras aparece su nombre en pantalla.- Hola.- Podía escuchar la música por detrás mientras sus amigos reían a carcajadas.- Liam... estas ahí de nuevo?-
-Shh, Vamos Hadita, no seas aburrida.- Sus palabras salían ásperas mientras podía sentir su sonrisa a través del teléfono.-Donde te encuentras?-
-En una tienda de ropa...- Estaba tan cansada de el  pero era el padre de mi hijo y yo lo amaba de alguna manera.- Que necesitas?- Cambio de lado el teléfono para poder tomar las cosas ya que habíamos podido llegar hasta la cajera.
-Nada.- Corta dejando un pitido y solo apago el teléfono y sigo con las compras...
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Me despierto de aquella pesadilla sintiendo como mi cabeza explota y mi cuerpo se encuentra rígido, se lo que pasa después mi celebro se encarga de recordarme todos los días que morí aquella noche.
Aún la noche se encuentra en la ventana mientras que ilumina una parte de mi cama y un pequeño sillón que tengo para leer en las noches de insomnio. Me levanto y camino hasta ahí para abrir mi libreta y volver a sentir que vivo de alguna manera.
Cada foto que tengo de el hace que mi corazón se arrugue y la sangre se me congela con solo ver su rostro.
No sabía que iba a odiar tanto a una persona, hasta que lo conocí a él y me enrede en sus telarañas lista para ser presa de sus juegos mentales. Me dejo sin alma y sin poder vivir cada marca en mis brazos son cicatrices de el intento de morir, para no sentir como cada parte de mi se caía en picada.
"No voy a dejar que te vallas...No cuando tienes mucho por vivir."
Aun esas palabras rondan en mi cabeza, ese fue el incentivo que hizo que detuviera mis intentos de suicidio a lo largo del tiempo.
El silencio a sido parte de mi escape y mi zona de confort, es el mejor amigo que pude tener y la oscuridad es la que me siguió desde aquel momento.
Cierro mi libreta mientras también dejo de pensar y que mi cuerpo se relaje. Estoy llena de marcas que aún no sanan por completo, por dentro grito de dolor y lágrimas de sangre salen de mis ojos.
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(Bastian)

Tomo mi vaso de whisky mientras veo la noche desde mi ventanal. Aún no la saque de mi cabeza por eso le pedí a Robert que investigara sobre ella, el cual ya me trajo los documentos y se encuentran en la pequeña mesa donde se encuentra mi bebida.
-Vete Amelia...- Esta sale de mi habitación en silencio como me gusta y dejo el vaso al lado del pequeño archivo.
Lo tomo entre mis manos mientras suspiro para empezar a leerlo, lo primero que veo es su rostro sonriente con un helado en la mano. Sonrio de lado mientras corro la foto encontrando los detalles de esta la edad que tenía en su momento y cuando menos lo esperé vi en su estado un embarazo de 4 meses. Mi sangre se congela hasta que llegó al historial médico.
13 de octubre la paciente Adhara Emilia Nikolaidis es ingresada a emergencias por violencia doméstica y violación, con un embarazo de 4 meses. Tiene fracturas, traumatismo y un derrame , la paciente se trasladó a cirugía la cual tardó unas 5 horas.
El resultado fue el aborto del pequeño feto y la paciente fue enviada a la semana a un hospital psiquiátrico por intentar atentar contra su vida.
Fue dada de alta el 14 de enero y a decidido irse del país junto a su amiga Sarah Smith.

Me quedo viendo los reportes del hospital psiquiátrico y puedo sentir mi piel arder y una adrenalina correr por mis venas al recordar sus marcas en los brazos, el temblar de su cuerpo al preguntarle por su pasado.
Tiro el archivo al piso donde salen más fotos sonrientes con su barriga de su hijo y al parecer su amiga, tomo las fotos mientras detallo sus ojos brillantes y su barriga con ropa de bebé puesta por encima de esta.
-Quien fue el que sacó el brillo de esos ojos grises?- Recuerdo sus ojos como si fueran un tatuaje en mi cabeza y tomo aire. Salgo del cuarto rápidamente.- Robert!- Un grito hace que este se ponga delante mío.- Lo quiero a mis pies al maldito culpable!- Este asiente y sale de mi vista rápidamente.
Mi reina, el que le haya hecho esto será castigado por mis propias manos

Aún la recuerdo como si fuera ayer, aunque se que ella se olvido de mi. Pero eso no impedirá que aún mi mente recuerda aquella chiquilla de solo 5 años la cual le encantan las rosas blancas y se cortaba un poco de su dedo para teñir los pétalos con su sangre.

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⏰ Última actualización: Nov 14 ⏰

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