-Pero lo logramos, ¿no? Estamos aquí, y la próxima vez seremos más cuidadosos.

-La próxima vez ustedes lo harán solos, yo ya estoy viejo.

-¿Te retiras?

-No, para nada -negó-, pero ustedes son más jóvenes, pueden correr e ir más rápido; yo debo ir a mi ritmo. Por eso, para la siguiente vez, solo vayan ustedes. Ya demostraron que pueden -sonrió.

-Si así quieres -sonrieron y, una hora después, fueron al gran árbol que les traía muchos recuerdos, en el que también estaba el corazón con las letras "P4L", mientras Sarah peleaba por teléfono con su mamá.

-¿Crees que yo maté a papá? -Madison miró a Sarah cuando escuchó eso-. Rose, ¿entiendes la locura que estás diciendo?

-Rose nunca me cayó bien -murmuró Nathan, al lado de Madison.

-¿Puedo hablar con Wheezie? ¿Puedo hablar con mi hermana? -Sarah seguía diciendo, pero le colgaron. Indignada y triste, se acercó a John B.

-Bienvenida a casa -le dijo, abrazándola.

-De haber sabido, nos hubiéramos quedado en la isla -dijo Madison, abrazando a Nathan, quien la rodeó con su brazo.

Sabían que Madison y JJ ahora no se hablaban; terminaron al llegar a los Outer Banks. JJ se fue con Kiara, Pope y Cleo a sus casas, y los demás con Madison.

Madison mentiría si dijera que no extrañaba a JJ y que no le dolía lo que él y Kiara le hicieron. Aun así, ella lo amaba.

Y lo mismo le pasaba a JJ. Se sentía como un idiota por haber dejado ir a la chica que amaba, solo por una confusión. Nunca amó a Kiara, pero todo lo que pasó lo confundió.

Pero ese es otro tema.

...

Después de atar todos los cabos sueltos:

-El oro. Nueve kilos, 98.5%… oro.

-¿Y eso significa?

-Mucho dinero. Muchísimo dinero -dijo el hombre, y los chicos comenzaron a festejar.

-No me la creo -dijo Sarah, feliz.

-¡Somos ricos! -exclamó Madison, abrazando a Sarah.

-¡Lo somos! -le respondió JJ, jalándola hacia él para abrazarla, pero se separaron un poco incómodos, aunque con una sonrisa.


...

-Hora de la verdad -dijo John B, metiendo una tarjeta en un cajero de una tienda.

-Ah, el PIN es 0-0-0-0 -dijo Madison, y todos la miraron.

-¿Qué? Era para no olvidarlo -alzó los hombros.

-Enter -dijo John B, y un ticket salió del cajero. Todos comenzaron a pelear por él.

-¡Déjame ver!

-No, yo.

-Tú no sabes leer.

-Es solo el recibo.

-¡Okey, ya! Bien. El saldo de nuestra cuenta conjunta… -comenzó a decir John B-. Después de pagar la restitución de JJ a las 10:04 a.m. del martes…

-¡Vamos! ¡Ya dilo! -le dijo Cleo.

-El saldo de nuestra cuenta… es de un millón ciento setenta y dos mil quinientos cuarenta y nueve dólares.

-¿Millón?

-¡Un millón!

-¿Con "M"?

-¡Con "M" de "Madison"! -le dijo su hermano, alzando la voz. Y, una vez más, comenzaron a festejar.

𝙠𝙞𝙨𝙨 𝙈𝙚-𝐉𝐉 𝐌𝐀𝐘𝐁𝐀𝐍𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora