Capítulo 3: Conociendo la Casa

Comenzar desde el principio
                                    

"Pueden acomodarse como quieran," dijo el padre de Toru con una sonrisa. "Ya hemos traído sus cosas, así que todo está listo. Sabemos que les llevará un poco de tiempo adaptarse, pero estamos seguros de que pronto encontrarán su ritmo aquí."

Izuku miró a Toru mientras paseaban por la casa, notando cómo ella exploraba los detalles con cautela. "¿Te gusta?" le preguntó en voz baja.

Toru asintió, pero luego hizo una mueca. "Es un poco... grande. Y lejos. Pero supongo que será interesante adaptarnos."

Izuku se rió suavemente, sintiendo que las palabras de Toru reflejaban su propio sentir. "Sí... interesante," repitió, sonriendo. "Supongo que tendré que acostumbrarme a la distancia."

Después de un recorrido rápido, los padres se reunieron en la sala principal, y la conversación cambió a temas más prácticos. "Ya que están aquí, pueden tomar un tiempo para organizarse. Mañana será el primer día de su nueva rutina," dijo la madre de Izuku.

La velada continuó con una cena ligera, y mientras los jóvenes intercambiaban algunas palabras, comenzaron a sentirse más cómodos. Aunque todo era nuevo, la sensación de estar juntos, en un espacio compartido, de alguna manera les daba una seguridad inexplicable.

Cuando llegó el momento de retirarse a sus respectivas habitaciones, Izuku y Toru intercambiaron una mirada.

"Creo que será... interesante, como dijimos," dijo Toru, con una leve sonrisa, mientras cerraba la puerta de su habitación.

Izuku asintió desde el pasillo. "Sí, interesante," repitió, con la mente llena de preguntas y pensamientos sobre lo que vendría. Sabía que la vida en este nuevo hogar no sería fácil, pero tenía la sensación de que este era solo el comienzo de un capítulo completamente nuevo para ambos.

El sol comenzaba a asomar por la ventana del nuevo hogar de Izuku y Toru, enviando rayos cálidos a través de las cortinas. Aún era temprano, pero Izuku ya estaba despierto. Se levantó lentamente de la cama, sus ojos pesados por la falta de sueño, el cansancio acumulado de la mudanza y la presión del nuevo comienzo que se cernía sobre él. Sin hacer ruido, salió de la habitación, atravesó el pasillo y se dirigió hacia el baño.

La casa, aunque espaciosa y moderna, aún le parecía distante y ajena. El ruido del tren que pasaba cerca de la estación era lo único que rompía el silencio de la mañana. No estaba acostumbrado a estar tan lejos de UA, y mucho menos a vivir con Toru bajo las circunstancias que su familia había decidido para ellos. Todo era tan... diferente.

Miró su reflejo en el espejo del baño. Sus ojos aún mostraban signos de cansancio, pero más allá de eso, algo más se reflejaba en su mirada: una determinación oculta, como si estuviera buscando respuestas dentro de sí mismo. Tomó un respiro profundo y se vistió con su ropa habitual: una camiseta negra, unos pantalones ajustados oscuros y sus zapatillas deportivas, dándole una apariencia más sombría de lo que normalmente llevaba.

Aunque en el fondo, sentía el peso del compromiso, también había algo en él que lo empujaba a continuar sin mostrar debilidad. No podía permitirse desmoronarse ahora. No mientras estuviera tan cerca de su nueva realidad.

Al escuchar unos ligeros pasos por el pasillo, Izuku supo que Toru estaba cerca, aunque no podía verla aún. Toru, con su habilidad de invisibilidad, a menudo lo sorprendía al aparecer de repente, pero eso no significaba que fuera menos presente en su vida.

"Buenos días, Toru," dijo Izuku en voz alta, con una sonrisa mientras terminaba de preparar el desayuno.

Toru, al estar invisible, no pudo responder con su usual tono animado, pero su presencia era notoria en la cocina. Sabía que ella podía oírlo perfectamente.

Entre Compromisos y SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora