𝘈𝘮𝘢𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘯𝘥𝘦𝘵𝘵𝘢 • HyunHo

O6

—¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué pasa con esto?! —gritó, señalando el mensaje como si eso fuera todo lo que necesitaba decir. — ¡Lo sé, Hyunjin! ¡Lo sé todo! ¡Todo este tiempo me has mentido!

Hyunjin levantó una ceja, casi divertido por la reacción de Yongbok, como si lo viera exagerando por algo tan pequeño.

—¿Mentir? —repitió con una sonrisa burlona, como si nada fuera tan grave. — No seas tan dramático. Es solo un mensaje. Yo le envío esos mensajes a todo el mundo. ¿Qué pasa, te has puesto celoso o qué? —dijo, riendo entre dientes y dándole un golpe suave en el brazo, como si fuera una broma.

Yongbok lo miró, incrédulo, sintiendo que sus palabras se quedaban atascadas en su garganta. ¿Cómo podía ser tan frío? ¿Tan indiferente?

—¡No es solo un mensaje, Hyunjin! ¡Esto no es una broma! ¡¿No te das cuenta de lo que estás haciendo?! —la frustración lo estaba consumiendo, pero Hyunjin, con su tono relajado, le restaba importancia a todo.

—¿En serio, Bok? —dijo Hyunjin, alzando las manos como si estuviera hablando con un niño. —No tienes por qué ponerte así. Es solo un mensaje entre amigos, ¿por qué lo estás tomando tan personal? Estás exagerando, de verdad. A veces eres tan... intenso. Relájate. —recalcó, y su tono fue tan calmado que parecía que el enojo de Yongbok era algo completamente fuera de lugar.

Yongbok no podía creerlo. Cada palabra de Hyunjin, cada gesto de despreocupación, solo le daba más rabia.

—¡Estoy harto de esto! —explotó, dando un paso atrás. —Ya no sé si te importa o si te da igual, pero esto me está destruyendo, Hyunjin. No puedo seguir con esto. ¡No puedo!

Hyunjin lo miró sin cambiar su actitud, casi como si nada estuviera sucediendo. Con un suspiro exagerado, se acomodó mejor en su silla y miró a Yongbok como si fuera un problema menor.

—¿En serio? —repitió, pero esta vez con un tono más suave, como si intentara calmarlo. —¿Vas a hacer una escena por algo tan tonto? No puedes ponerte así, en serio. Esto no es para tanto.

Yongbok lo miró con los ojos llenos de frustración, sintiendo cómo se le encogía el corazón. No entendía cómo Hyunjin podía ser tan insensible, tan manipulatorio.

—No voy a seguir fingiendo, Hyunjin. Ya basta —dijo con firmeza, aunque su voz temblaba.

Pero Hyunjin, con una sonrisa forzada, finalmente habló, dándole un toque final a la manipulación.

— No seas melodramático, ¿vale? Sé que esto no es para tanto. No me hagas sentir como si estuviera haciendo algo grave. Es solo un mensaje... No tienes que tomarlo tan a pecho. —dijo, alzando las manos y mostrando una falsa preocupación que más bien parecía una burla.

Yongbok se quedó en silencio, desconcertado por la frialdad de Hyunjin, sintiendo cómo la conversación se deslizaba entre sus dedos como agua. En lugar de obtener respuestas, solo recibía más mentiras, más indiferencia.

Y entonces, en un último esfuerzo, con los ojos brillando de furia y tristeza, dijo:

—No quiero seguir en esto. No más. Ya no.

Hyunjin, sin perder su actitud despreocupada, simplemente encogió los hombros.

—Si te vas a poner así, allá tú —respondió, como si nada realmente importara.

Yongbok se quedó en silencio por un momento, el peso de las palabras de Hyunjin aplastándolo. La frialdad con la que lo había tratado, esa actitud casi despectiva, lo dejó sin respuestas, como si toda su rabia se desvaneciera en el aire, reemplazada por una confusión que le resultaba amarga. ¿Era él el que estaba exagerando? ¿Realmente estaba siendo un dramático?