Sailing Into The Light.

cap 15

Jinx, disfrutando del efecto que sabía que había causado, se acercó con pasos ligeros, como un depredador que juega con su presa. Se detuvo justo frente a su escritorio, apoyándose ligeramente con ambas manos sobre la superficie, inclinándose solo lo suficiente para que Silco pudiera verla más de cerca.

Jinx: "¿Qué? ¿No puedo verme linda de vez en cuando?" —*preguntó con un tono inocente, pero sus labios curvados en una sonrisa traviesa decían lo contrario.* "Aunque, claro, si no te gusta, puedo volver a lo de siempre..."

Silco esbozó una leve sonrisa, ese tipo de expresión que pocas veces mostraba, reservada únicamente para ella. Se levantó lentamente, rodeando el escritorio hasta quedar frente a ella. Jinx lo miró desde abajo, todavía apoyada en la mesa, y tragó con dificultad cuando él se inclinó un poco, quedando lo suficientemente cerca como para que su presencia la envolviera por completo.

Silco: "No se trata de si me gusta o no, Jinx. Lo que me intriga es el porqué de este pequeño espectáculo." —*su voz era baja, casi un susurro, y eso hizo que a Jinx se le erizara la piel.*

Jinx: "¿Espectáculo?" —*replicó, fingiendo ofenderse mientras giraba sobre sí misma con un aire dramático.* "Bueno, supongo que debería tomarlo como un cumplido... aunque esperaba algo más... elogioso de tu parte."

Silco rió suavemente, un sonido que rara vez se permitía. La agarró por la muñeca, con un gesto suave pero firme, deteniendo su giro. Sus ojos buscaron los de ella, como si intentara desentrañar cada uno de los pensamientos que revoloteaban en su mente.

Silco: "Eres muchas cosas, Jinx. Impredecible. Astuta. Explosiva. Pero hoy..." —*sus ojos se suavizaron un poco*— "hoy, me has dejado sin palabras."

El corazón de Jinx dio un vuelco. No esperaba esa confesión, y menos de manera tan directa. Por primera vez en mucho tiempo, no supo cómo responder. Simplemente lo miró, intentando interpretar la profundidad en sus palabras. Finalmente, decidió que, si él estaba jugando a ser directo, ella podía hacer lo mismo.

Jinx: "Silco... ¿te has dado cuenta de lo mucho que significas para mí?"

El ambiente se tensó, pero no de una manera incómoda. Silco sostuvo su mirada, pareciendo deliberar sobre qué decir. Finalmente, sin decir una palabra, levantó una mano y acarició su mejilla con el dorso de los dedos. El gesto era inesperadamente tierno, casi reverente.

Silco: "Lo sé, Jinx. Siempre lo he sabido."

El silencio que siguió estaba lleno de cosas no dichas, pero entendidas. Jinx inclinó la cabeza hacia su toque, cerrando los ojos por un momento, dejando que la calidez de su cercanía la envolviera. Había conseguido lo que quería: no solo su atención, sino también una confirmación silenciosa de que su lugar estaba, y siempre estaría, junto a él.

Jinx: bueno... *abrió los ojos mirándolo con toda su atención* recuerdas q dijiste q no me detendrías si esto es lo q quería?

Silco mantuvo su mano en la mejilla de Jinx, sintiendo el calor de su piel mientras la miraba con esa mezcla de ternura y autoridad que solo él podía proyectar. Su expresión no cambió, pero sus ojos brillaron con un destello de curiosidad y alerta al escuchar sus palabras.

Silco: "Lo recuerdo." —*su voz era baja, casi un susurro, pero firme.* "Dije que no te detendría, Jinx. Pero también te advertí que una decisión así no debe tomarse a la ligera."

Jinx inclinó su cabeza hacia él, sus trenzas cayendo sobre sus hombros mientras su sonrisa se suavizaba, mostrando una vulnerabilidad poco común en ella. Sus dedos jugueteaban con el borde de la mesa detrás de ella, como si intentara reunir el coraje necesario para continuar.