Viviendo con un Playboy

Treinta y siete

-¿Quiénes son?- ruedo los ojos, al parecer había más de un celoso en el lugar, Seth se cruza de brazos, haciendo que sus músculos se marcaran y... de pronto todo se oscureció,

-No mires- siento como mi cabeza choca con su pecho cuando cubre mis ojos con su mano- una señorita como tu no debería ser testigo de semejante falta de decoro.

Lucho por liberarme de las manos de Matt, sabía que actuaría con su natural drama teatral cuando conociera a Seth y Evan, en su defensa debería decir que los tres estaban desnudos de la cadera hacia arriba, situación natural cuando volvían a casa después de entrenar.

-Deberías cuidar más tus modales.

-Salvatore, siempre es un placer verte- al fin me libero de Matt- y no te preocupes ella esta acostumbrada a vernos así.

-¿Emma has perdido tu inocencia!- finge desmayarse recargándose en Liam.

-Por favor deja de avergonzarme- tiro de él- pensaran que estás loco.

-Solo cuido de mi pequeña niña.

- No soy una niña- reclamo.

-¿Quiénes son ustedes y que hacen aquí?-Seth parece estar molesto, se pone junto a mi y me toma por la cintura, me incomoda y Liam es el primero en notarlo, toma mi mano y tira de ella con gentileza pero firmemente, alejándome del chico anterior.

Me siento molesta y me aparto de ellos, se estaban comportando como machos marcando su territorio y no estaba dispuesta a ser parte de ese juego inmaduro. Ruedo los ojos molesta, cuando Seth me mira como exigiendo una respuesta.

-Matt, Liam, quiero presentarles a mis amigos y roomies, Seth y Evan- mi mejor amigo sonríe, jamás ha sido un problema para él socializar, su actitud calma los ánimos de inmediato- y claro, ya conocen a Tyler...

-Everly.

-Black- por un segundo creo que no están felices de verse, pero se funden en un abrazo fraternal que me alegra y sorprende, así los otros dos cavernícolas se comportaran de manera civilizada los siguientes días.

Se presentan entre ellos, Seth pasa junto a mi con la intención de ir a su habitación, intenta besar mi frente pero me aparto, aun molesta por su comportamiento, lo escucho bufar molesto, pero lo dejo pasar, prometiéndome hablar con él para aclarar lo que estaba sucediendo

[...]

Tener a mi mejor amigo en casa estaba convirtiéndose en una muy grata experiencia, hacía mis tardes más divertidas, salimos a pasear mucho, conversar con él me hacia olvidar de todo el estrés de la universidad.

Mi amiga también estaba siendo beneficiada con la visita de los chicos, pasaba todo el tiempo libre que tenía junto a nosotros, conociendo a Liam en especial y me hacia muy feliz verla tan entusiasmada y relajada a su alrededor, podía notar con claridad como poco a poco su estado de ánimo mejoraba, solo podía desear que no fuese algo temporal.

Para mi sorpresa incluso Tyler y Liam estaban llevando una buena relación había días en los que pasaban toda la tarde juntos, parecían de nuevo un par de niños convirtiéndose en mejores amigos.

-¿Ya por fin es mi turno?- se ve molesto, ni siquiera a volteado a verme, solo sigue tecleando en su computadora.

-Quiero que hablemos.

-¿De qué?, se te ve muy cómoda rodeada de todos ellos- no comprendo de donde viene ese enojo, pero me preocupa ver como lo va consumiendo lentamente.

-No estas molesto conmigo- me aventuro a decir, veo como se tensa y sigue evitando mirarme – Algo te sucedió en las vacaciones, no eres el mismo, cambiaste.

Se pone de pie sin previo aviso, se acerca hasta mi lugar y retrocedo asustada, lista para gritar si es necesario, pero parece entrar en razón y se detiene, mi pulso se siente acelerado y por mi pecho se extiende un sentimiento helado, miedo. Puedo ver la batalla en sus ojos, da unos pasos lentos, acortando nuestra distancia, toma mi rostro en sus manos, aprieto los ojos temerosa por su reacción anterior.

Pero solo recarga su frente en la mía, escucho como suelta el aire contenido en un suspiro y siento su aliento caliente en mi rostro huele a alcohol y menta. Acaricia con sus pulgares mis mejillas y después mis labios, sigo tensa, pero no soy capaz de moverme, con sus dedos alza mi rostro, dejando a escasos milímetros nuestras bocas.

-¿Por qué?- su voz es temblorosa y débil- juro que intente enamorarme de ti- su confesión me deja confundida, no deja aprisionarme con su cuerpo, ladea su cabeza acercándose un poco más, al fin reacciono y mis manos lo detienen por el pecho- pero no podemos olvidarlos.

Me deja en libertad e instintivamente rodeo mi cuerpo con mis brazos, protegiéndome, él se deja caer sobre su cama, apoyando sus codos en las rodillas sujetando su cabeza con ambas manos.

-Lo lamento, no quise asustarte, estuvo mal lo que hice, no debí invadir tu espacio personal.

-No, no debiste- lo veo tan vulnerable, que decido pasar por alto este altercado y me siento junto a él.- ¿Me utilizaste para olvidar a alguien?

-¿Qué tu no hacías lo mismo?... - quiero negarlo, pero en cierto punto tenía razón.

Cuando Seth y yo comenzamos a "salir" y "ser algo más", Tyler aun seguía con Emily y por más que yo admitiera que salía con el pelinegro por querer continuar mi vida, en realidad era para poder sacarlo de mi cabeza y con la vaga esperanza de desterrarlo de mi corazón.

-... No te preocupes, no estoy molesto contigo- pero yo si estaba un poco molesta con él.- aun así, te debo una disculpa por utilizarte de esa manera.

-Descuida- hay un pequeño silencio, sus hombros suben y bajan con lentitud, pero escucho como solloza, conteniendo su llanto- veo que no nos funcionó eso de olvidarlos.

-Nunca podríamos olvidar a nuestra alma gemela- levanta su cabeza y por fin me deja verlo en su estado más vulnerable, con gruesas lágrimas corriendo por sus mejillas, los ojos hinchados, la nariz roja y el dolor emanando de su cuerpo.

No dudo en abrazarlo y tratar de consolarlo, y me cuenta su historia, como conoció a Caitlyn, el tiempo que le llevo comprender que estaba perdidamente enamorado, el sacrificio que hizo por verla feliz y el dolor que le causaba verla compartir su vida con alguien más, se sentía estúpido por dejarla ir, pero no estaba dispuesto a arruinar su felicidad y paz mental, solo porque él no podía olvidarla.

-El universo tiene muchos caminos, mi mamá decía que al final solo importará saberse amados por la persona correcta en el momento correcto... Tal vez aún no es su momento- espero que mis palabras puedan consolar su corazón, él asiente, me acompaña hasta su puerta, me giro para darle un último abrazo.

-Gracias- lo detengo antes de que vuelva a hundirse en su depresión.

-Yo en verdad creo que estarán juntos de nuevo.- Una sonrisa pequeña aparece en la comisura de sus labios y en sus ojos se enciende una pequeña chispa de esperanza. Una vez más toma mi rostro entre sus manos y deposita un tierno beso en mi mejilla.

-Yo también creo que estarán juntos de nuevo, nunca conocí a dos personas más compatibles que ustedes.- Ve por el pasillo, el rubio esta conversando con Liam ajeno a nuestra presencia, sonrío y abrazo de nuevo a Seth, convencida de haber puesto en orden nuestra extraña relación.