-Guarda tus chistes, todo esto es por tí.

-¿Le pregunté?-hasta él mismo se reía, y no podía sostener mis carcajadas al ver su ceño fruncido.

El director se quedó callado y sólo agarró un papel de su escritorio. Escribió algo en el, y se lo entregó, di un vistazo y decía "Detención: de 6:00 a 8:00". Riker rodó los ojos y doblo el papel guardándolo en el bolsillo como si ya fuera costumbre. Mis ganas de reírme por ambos eran enormes pero me contuve ya que no quería asistir a ningún tipo de detención.

-Bien.-dijo cruzando sus dedos.- Ahora explícame esto, hazlo por ella. No tengo todo el tiempo.

-Pues, no me va bien en las Matemáticas. ¿Acaso eso ya no era obvio?.

-Ella dice haberte ayudado.

-Nunca lo hizo.

Me quedé en shock, y lo fulminé con la mirada. Mi respuesta no tardo en salir.

-¡Eso es mentira! Imprimí cientos de ejercicios y teorías. Hasta iba a su casa en medio de la noche.

-Querida, eso último es privado.-su sonrisa era la peor de todas. Hasta Hokes quería reírse, era increíble esta situación.

-Cállate.-sentía todo mi rostro ruborizado.- Deja de mentir y dile la verdad.

-Está bien.-hizo una pausa y suspire pensando que al fin iba a hablar en serio.- La verdad es que no me ha ayudado. La llame miles de veces, y hasta le dije en persona que me ayudara pero ella me dejaba solo. Y así me va, voy cayendo en picada pero nadie quiere ayudarme.

Quería agarrar su cuello y estrangularlo ahí mismo. Mi odio crecía con cada palabra que nombraba, se había dado cuenta que quería deshacerme de él y me demostró que no iba a quedarse de brazos cruzados. Vaya que de verdad no se rendía nunca. Era una maldita molestia, o eso quería creer.

-¿¡Por qué no dejas de mentir?! ¡¿También me negaras que todas las otras materias las aprobaste tú sólo?! Ni sabes abrir un libro, ¡por favor!.-dije parándome del impulso de la frustración.

-Además de egoísta, violenta.-me contestó tranquilo en su asiento y vi cómo se burlaba de mí con la mirada.

-¡Te odio!.-estaba gritando y no me importaba.

-Después el mentiroso soy yo.-sus malditas risitas me jodían demasiado.

-Suficiente.-golpeó la mesa el director parándose.- Harper, siéntate ya mismo.-en su voz se notaba todo su enojo y como le habíamos hecho perder el tiempo, así que me senté al instante. Suspiré, Riker no podía hacerme la vida tan difícil.

-Esto me ha sobrepasado, no me importa lo mas mínimo como sea su amistad o lo que tengan. Harper tendrás que guardar todos tus insultos y prepararte porque quiero que te juntes con él todos los días que tenga matemática, es decir, si no me equivoco tres veces por semana.-me maldecí por dentro, ya verás Riker.

-Pero...

-Sin peros.-veía como disfrutaba Riker al ver como mis planes se iban al carajo.- Ahora ambos retírense, antes de que se maten.

-Gracias querido director. Le prometo que verá un cambio.-dijo Riker con voz de nene bueno.

Me levante rápidamente sin decir nada y salí de la habitación. Era mejor que nadie se me acercaba porque iba a matarlo sin duda. Sentí sus pasos detrás mío pero solo me apresuré para ir a otra de mis clases ya que había perdido una por esta discusión inútil.

-Punto para Riker. Te deseo más suerte para la próxima.-se interpuso en mi camino y sólo lo fulminé con la mirada.

-Cierra el culo.-mi mal humor y bronca corrían por mis venas.

Unexpected [ Riker Lynch ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora