TIEMPO ATRÁS...

Capítulo 8: Díaz festivos

-Que podrás hacer, si después de todo estas abrazando a un poste.

-Yo estaré abrazando un poste, pero mis piernas siguen libres.

Fred paso saliva con dificultad.

-Fred cariño no lo vas a intentar.

-Esperare a que lleguen refuerzos.

-¿Refuerzos?

-Los hijos de Luna, ellos también están invitados... si voy a enfrentar a la muerte prefiero estar acompañado.

Hermione miro confundida al muchacho.

-Su hija es de temer señora.

-Al cabo de un rato.-

-¿Qué haces aquí Fred?

-¿Porque no entras?

-Por eso.-dijo señalando a un lugar en particular.

Los gemelos Scamander miraron confundidos a lo que apuntaba Fred y se dieron con la sorpresa de ver a una rubia (a esa en particular) abrazada de un poste.

-Necesito su ayuda.

-¿Que podemos hacer por ti?

-Acérquense, se los diré.

[...]

Fred Weasley ya les había explicado su plan a los gemelos, ellos ya sabían que hacer.

Le habían pedido a los adultos que retrocedieran un poco, si iba a haber heridos esos serian ellos...

Sus padres los veían entre confundidos y divertidos...

-¡Ahora!

Lysander se posiciono a la derecha de la rubia, Lorcan ya estaba ubicado a la izquierda de esta, mientras Fred se encontraba al frente...

La rubia había resultado más feroz que un cola-cuerno-húngaro, después de muchos intentos al fin habían logrado acercarse lo suficiente para hacerle cosquillas y lograr que ella soltara el poste. Aquello les costó unos cuantos moretones, a cada uno.

-Dentro de la casa de los Potter-

Había pasado media hora y los señores Potter no habían conseguido que James abriera la puerta.

-De acuerdo hay que confrontar a nuestro hijo. ¡Ginny encárgate de él!

-Porque yo siempre tengo que ser la mala del cuento, encárgate tú.

-Pero tú eres el ama de casa y...

-Tú eres el cabecilla de esta familia, te pudiste enfrentar a Voldemort y no puedes enfrentarte a tu hijo de once años.

-No es lo mismo, él no está armado. Como voy a atacar a nuestro propio hijo, eso no es de padres.

-¿Y que se supone que yo haga?

-Tú eres su madre.

-Y tú eres su padre.

-Estuvo en tu vientre.

-¿Y se supone que esas son escusas?

-No, pero tú lo conoces mejor... así que.

-¡Harry James Potter Evans! No me vengas con esas...

-A las afueras de la casa de los Potter-

Luego de haber solucionado el P.P.R. (pequeño problema rubio)

Tanto los adultos como los niños y la rubia malhumorada se encontraban queriendo entrar a la casa pero les era imposible. Incluso para George que tenía una copia de la casa de su hermana, para un caso de emergencia.

Desde la ventana Lily les informo a sus primos lo que ocurría con la puerta.

-Vamos James, nos duele todo.-le reprocho Fred a su primo.

Dado que este aun no abría la puerta.

-La rubia nos ha hecho papilla.-Se quejó Lysander.

-No estamos de humor para luchar contigo también.-Le dijo Lorcan.

-La voz de James salía por la ventana, dejando que los que se encontraban afuera lo escucharan.-

-No estoy abierto a negociaciones, ella no entre y esa va a ser mi última frase.

-Yo tampoco quiero entrar, ¡pero aquí afuera hace frio!

Los gemelos miraron confundidos a la rubia.

-Tú debes de saber cuál es la debilidad de James, después de todo eres su mejor amigo.-dijo en dirección a Fred.

-Y-yo...

-Hiciste que soltara el poste, ahora has que tu amigo abra la puerta.

-Pero James.

La rubia sabía que Fred le tenía más miedo a su amigo que a ella misma, se giró en dirección a su madre y dijo algo que sabía que a James lo iba a hacer reaccionar.

-Mami, haces un expulso.

-¡Pero estas loca! –Se quejó un James consternado.

No sabía si la madre de la rubia, estaba tan loca como ella... ya que de alguien debió de heredar todo ¿no?

Los padres de James aprovecharon que su hijo se descuidó para hacerlo levitar y quitar todos esos muebles de allí. Y al fin abrir la puerta.

-Dentro de la casa de los Potter.-

-No ibas a hacerlo ¿verdad Hermione?

-Hola Harry a mí también me alegra verte.

Harry le dio un abrazo a la castaña.

-Estoy contento de verte Hermione pero me preocupa la seguridad de mi hijo, he escuchado muchas cosas de tu hija y temo por la seguridad de mi propio hijo.

-Tranquilo Harry, Aria no muerde.

-Yo no estaría muy seguro de eso.

Ambos voltearon a ver a James.

-Ella me mordió.-dio señalando a la rubia.

-No seas un nene llorón... Potter.

-No seas un perro rabioso... Rubia.

-¡No me llames Rubia!

-No me llames Potter!

-¡Es tu apellido idiota!

La celebración navideña se realizó sin grandes altercados, esos dos se pasaron la velada molestándose entre ellos. Se formaron bandos...

James con Lorcan.

Aria con Lysander.

Y Fred de árbitro, le tenía miedo a los dos... por lo tanto era un muy mal árbitro. Aunque intento conciliarlos un par de veces y no logro mucho.

(En un inicio los grupos iban a ser...

James con Lorcan.

Aria con Fred.

Y Lysander de árbitro o conciliador.

Pero James no iba a permitir que Fred hiciera mas migas con la rubia. Por lo que los órdenes se cambiaron.)

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