Ex-Novio Posesivo ✖

52

Me quedé en silencio mientras analizaba las palabras de Ruth. Se supone que eran primos... ¿Por qué tendría que querer algo con Cody? Sí, Cody era hermoso y nadie podía negarlo, pero seguía siendo su primo.

—Bueno Ruth... no sé que decir ante esta situación. Ni siquiera sé que pensar —negué, posando mi mirada en el suelo. —¿Cuándo se supone que se irá? —pregunté.

—Se ofreció a cuidar a Cody mientras se recupera... Ya sabes, como los médicos le dijeron a mis padres que aún necesitaba atención pues ellos pensaron que esa idea era magnifica, así que mi prima se quedará por unos días más.

Resoplé.

—No creo que Cody se fije en ella —volví mi mirada a los ojos se Ruth. —Bueno, digo, es su prima. —estaba un poco confundida con todo este tema.

—Si, pero está buena —lo dijo con cierta incomodidad. —Bueno no es que... yo... ya sabes, es solo que mis amigos me lo han dicho, incluso es una distracción para ellos cuando están en casa. Por eso estoy preocupada.

—Joder —me pasé las manos por las piernas para limpiar aquel sudor que comenzaba a salir de mis manos, era extraño pero siempre sudaba cuando estaba nerviosa. —Sigo pensando en que Cody no se atrevería a meterse con ella. —añadí.

—Sabemos que Cody te ama —asintió. —Pero es una chica que aparte de zorra y regalada, va a estar durmiendo bajo el mismo techo y sinceramente creo que lo que menos le importa es el vínculo familiar que hay entre los dos.

Me quedé mirándola por varios segundos. No puedo negar que comenzaba a ponerme nerviosa. No es que no confiara en Cody pero esa situación me inquietaba. ¿Y si a Cody se le iban las luces y me engañaba? Joder, ahora estaba pensando como él.

—Queridas —sentí una mano en mi hombro. —Ya es hora de irnos a casa —era Angie, la madre de Cody quién estaba avisándonos.

Elevé la mirada y la vi sonriendo, le devolví la sonrisa aunque ahora me sentía insegura. Miré a Ruth y fruncí los labios.

—Vamos Nicole —me tomó del brazo.

+++

Venía con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en el hombro de Cody cuando sentí que Geoff detuvo el coche. Abrí los ojos lentamente y vi que estábamos fuera de su casa.

—¡Llegamos a casa, cariño! —Angie miró a Cody desde el asiento delantero y se bajó de inmediato.

Geoff abrió la puerta trasera y cargó a Cody con ayuda de Angie para así dejarlo sentado en la silla de ruedas que habían conseguido para él.

Me bajé del coche y seguí los pasos de Ruth, ella me miró y me ofreció el brazo.
Durante aquel tiempo en el que Cody estuvo en el hospital Ruth y yo nos volvimos más unidas.

Angie guiaba a Cody hacia la casa y él me daba miradas pícaras, las cuales me hacían reír pero aún así no podía olvidar lo que Ruth me había dicho.

—¿En dónde está? —pregunté disimuladamente.

—No te lo dije para que te atormentaras, Nikki —reprochó. —Estate tranquila.

Entramos a la casa después de Cody y sus padres. Me sorprendió ver que estaba reluciente, completamente arreglada.

—Bienvenido a casa, hijo —exclamó Geoff, animado.

—Gracias papá —Cody sonrió.

Esa sonrisa suya siempre me mataba por dentro.

—El maldito problema será subir esta puta silla hasta mi habitación. —murmuró Cody.