Miro a Paula de reojo, y ella me mira directamente a los ojos. Parece intentar gritarme miles de cosas, cosas que no entiendo o escucho por lo aturdida y mareada que me siento por lo que había pasado. Miro de reojo a Ana, y me topo con la misma expresión, haciendo que mis sentidos volvieran bruscamente.

"Ve."

Me pongo de pie bruscamente, tomo mi bolsa y corro rápidamente hacia donde ellos se habían ido. Escucho como Danny se pone de pie, y cuando miro de reojo, veo como Paula lo toma de brazo fuertemente.

Ana me mira, y sus ojos me gritan que corra lo mas rápido que pueda para ver que pasaba, para que los desastres de mi cabeza se calmaran con un poco de explicación. Paula me mira unos segundos después, y me dice exactamente lo mismo, pero con un poco mas de intensidad.

Me volteo, y corro rápidamente en busca de los amigos de Hugo, o a Hugo. Las figuras altas me marean y me hacen parar unas cuantas de veces pensando que se trataba de Hugo, pero solo me encontraba con unos ojos, nariz y boca desconocida.

Unos minutos después, estoy jadeando mientras busco y corro rápidamente entre las miles de personas que están en ese enorme Mall. Me siento extraña, como si hubiera crecido y hubiera alcanzado lo que Paula podía hacer. Aunque sea algo tan simple como pasar entre las personas sin dificultad, me siento grande.

Cuando estoy dándome por vencida, veo una figura sumamente familiar de estatura promedio. Las delgadas lineas que están por toda la camiseta, los pantalones color arena y las botas negras se me hacen sumamente familiares.

-¿Daniel?-Pregunto, y un segundo después, se gira y me mira

Su expresión es completamente sorprendida, y sus enormes y verdes ojos quieren salir de sus cuencas cuando me mira allí parada.

Yo en cambio, me recargo en mis rodillas y tomo aire para después ponerme derecha aun jadeante para acomodarme el cabello. Desde que había salido de la zona de comida corriendo, las miradas estaban sobre mi por el simple hecho de ser la única persona rara que corría entre tantas que simplemente caminaban.

Daniel tiene el móvil contra la oreja, y cuando se da cuenta de quien era y que había hecho, simplemente cuelga y guarda su celular en su pantalón.

Nos miramos a los ojos, y ambos nos comunicamos que necesitamos respuestas. Respuestas que nos podíamos dar mutuamente.

-¿Que haces aquí?-Me pregunta, y subiendo una ceja-Tu deberías estar con Danny..-Me dice, y yo acepto con la cabeza

-Lo se, pero necesito que respondas mis preguntas-Le digo, y el me mira con curiosidad

Su celular empieza a sonar con un simple tono de llamada, pero el ni siquiera se molesta en atenderlo.

-¿No vas a contestar?-Le pregunto, y el niega con la cabeza

-No quiero que me encuentre cuando estoy con el motivo de sus desastres-Me responde

Sus palabras, como si fueran fuertes golpes y ondas, hacen que de alguna manera de un paso atras y que estas se repitieran seguidas veces en mi cabeza como si fuera una grabadora dañada.

-¿Que respuestas necesitas?-Me pregunta-Contestare cualquier pregunta a cambio de que tu respondas las mías-Me dice, y yo acepto con la cabeza

Me doy cuenta allí, justo cuando estoy frente a la persona que esta dispuesto a responder mis preguntas por un justo precio, que no las tengo claramente en mi cabeza.

-¿Que hacen aquí?-Le pregunto

-Hugo se sentía algo decaído estos últimos días, así que decidimos salir de la manera mas tranquila posible-Mete sus manos a los bolsillos-Así que decidimos venir aquí por que este lugar es muy tranquilo para el a pesar de que las personas no paran de hablar y empujar-Me responde

HugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora