Capitulo Cuarenta y Nueve

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Ésta sonrió.

— Gracias a usted, por haberlo traído al mundo — le dijo ella, entonces la miré algo sorprendido. Ella me miró y al instante se dio cuenta de que eso le salió sin permiso de la boca, se sonrojó de sobremanera y apartó la vista de mí.

— Adiós, muchachos — nos dijo Ben.

Me acerqué a él y lo abracé.

— Por favor, cuídalas — le susurré.

— Tranquilo, las cuidaré. Tú cuídate y cuida a _______, es una muchacha increíble — me dijo al oído. Asentí y me alejé de él.

— Adiós — se despidió______ de todos antes de subirse al auto. Miré una última vez a mi hermana y a mi madre y sonreí. La pequeña agitó su mano y eso me lleno de alegría.

— Cuídate, enana, y no comas muchos dulces... te van a hacer mal — le dije.

— Está bien, hermanito — me dijo sonriente.

— "Hermanito" — susurré divertido y me subí al auto.

______ arrancó y comenzamos a andar. Giré mi cabeza para ver como sus pequeñas figuras volvían a entrar a la casa. Soltando un leve suspiró volví mi vista al frente. Miré a ________ y ella aun seguía sonrojada. Sonreí.

— Así que... le estas agradecida porque me trajo a este mundo — dije en tono divertido. Ella se sonrojó más aun.

— Bueno... sí, porque si no lo hubiese hecho...

— No te hubiese conocido, no me hubieses conocido... no sería completa y tontamente feliz en este momento — le dije.

Ella mi miró y detuvo el auto. La miré extrañado, entonces se acercó a mí y me besó desesperadamente. Gruñí por lo bajo ante aquella excitante manera de besar. Giré hacia ella y la tomé de la cintura, para con un simple movimiento subirla sobre mí.

— No, Justin... — susurró agitada sobre mi boca.

— Cállate — le dije y volví a reclamar sus labios.

Mis manos se volvieron un poco traviesas y se metieron debajo de su remera, para acariciar su suave piel.

Gimió levemente, haciéndome saber que deseaba eso tanto como yo.

— No, no, estamos en un auto, Justin... ya para... no... espera... diablos.

Hice oídos sordos a sus peticiones y la tomé de las caderas para acercarla más a mí. El dolor que se había producido en mi ingle, fue provocado por ella. 

Entonces lo iba a pagar, dándome lo que yo quería en este auto, si es preciso.

Tomó mi rostro con sus manos y logró alejarme de su boca. Me miró fijamente a los ojos. Sonreí mostrándole una agitada sonrisa.

— ¿Por qué no me escuchas? — me preguntó.

— ¿Por qué no me besas? — le pregunté.

Levanté mi mano y la tomé de la nuca para acercarla rápidamente a mí. Al parecer toda su cordura saltó del auto, porque sus manos pasaron a mi nuca y me acercaron más a ella. Coloqué mis brazos alrededor de su cintura, abrazándola más a mí. Cómo necesitaba estar cerca de ella, cómo me gustaba estar así de cerca.

Un celular comenzó a sonar, ella se alejó agitada de mí e intentó volver al asiento de al lado, pero la detuve y la volví a besar. El celular dejó de sonar, pero al instante comenzó a hacerlo de nuevo. Ella se volvió a alejar y, esta vez, se escapó de mí. De manera agitada se sentó de nuevo en su asiento. Metí la mano en mi bolsillo y saqué mi celular, era Ben.

Dangerous Obsession { Justin Bieber }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora