—¿Por qué no descansas un poco? —El castaño le dio una mirada por el retrovisor.

—Estoy bien. —YoonGi no le dio importancia a ello y prefirió concentrarse en otro tema—. JiMin... —lo llamó después de escuchar el suave sonido que desprendía la radio—, ¿hoy no debemos ir al instituto?

—¿Ah...? —JiMin se quedó un rato mirando a la carretera en silencio—. ¡Mierda! ¿Por qué últimamente nos saltamos las clases?

—¿Importa realmente? Solo nos quedan unos días antes de que acabe el último año. —Se encogió de hombros.

—Tenemos que hablar con NamJoon —dijo el otro después de unos minutos en silencio, como si lo hubiera recordado.

—¿Crees que deberíamos llamarlo? —Se recostó en el asiento.

—Me parecer que sería mejor decirle en persona.

—¿Pero qué pasa si hace algo con Jin? Recuerda que ya sabe lo que pasó con JungKook. —JiMin suspiró sonoramente y luego asintió—. ¿Me alcanzas mi chaqueta?

El contrario se agachó levemente en el asiento del copiloto para alcanzar la prenda. Cuando se la tendió él sacó rápidamente el celular que estaba en uno de los bolsillos y pasó el dedo por la pantalla táctil para buscar el número de NamJoon, cuando lo encontró marcó inmediatamente.

Ahh... —Escuchó un leve gruñido desde el otro lado, como si el chico recién estuviera despertando.

—¿Qué te pasa? —preguntó divertido—. ¿Un empresario como tú aún no está despierto un día lunes?

¿YoonGi? —Su voz era tranquila, pero luego cambió repentinamente—. ¡¿Hoy es lunes?! ¡Jin, pásame los pantalones!

—¿Jin? —Su ceño se frunció y le envió una rápida mirada al castaño a través de retrovisor, topándose con sus ojos de inmediato.

—Altavoz, altavoz —repitió JiMin sin pronunciar algún sonido, simplemente moviendo los labios. Rápidamente le obedeció.

Luego te cuento —respondió el chico a través de la llamada mientras parecía mover algunas cosas.

—¡Espera, NamJoon! —exclamó y suspiró sonoramente.

Ahora sí puedes hablarme. Antes estaba con Jin, pero ahora voy hacia el trabajo. Lo dejé en mi departamento.

—¿Estaba en tu departamento? —preguntó el castaño dentro del volante y YoonGi frunció el ceño. No sabía si a NamJoon le molestaría que estuviera JiMin escuchando, pero al parecer ni siquiera lo notó.

Pues... —El rubio sonó nervioso desde el otro lado y YoonGi escuchó que encendía el auto.

—¡¿De verdad te acostaste con él?! —gritó JiMin, haciéndolo saltar levemente sobre el asiento y sintió un leve dolor en el trasero.

—¿Lo hiciste con Jin? —murmuró sorprendido.

Yo...

Se quedó estático y miró rápidamente a JiMin, quien doblaba para dejar la carretera atrás y adentrarse a la ciudad.

—Eso no estaba en el plan. ¿Lo sabes o no, NamJoon?

Sé que no lo estaba. Es solo... Es solo que...

—¿Querías hacerlo? —Sonrió suavemente al imaginarse la respuesta.

Si NamJoon tenía una relación con Jin era considerablemente bueno para la mente de todos ellos.

Un poco —murmuró sincero el rubio—. En verdad lo lamento. Sé que no me tenía que involucrar mucho con Jin.

—¿Te gusta Jin?

Yo... me tengo que ir...

—YoonGi y yo somos novios —dijo JiMin sin quitar su sonrisa—. Tú también podrías intentar mantener una relación con Jin si así quieres.

—¿Qué mierda haces...? —murmuró desesperado.

—¿Ustedes? —NamJoon lo interrumpió desde el otro lado.

—¿Por qué no lo intentas?

Lo... pensaré —dijo el rubio finalmente y luego la llamada se cortó.

—¿Era necesario que le dijeras eso? —Se enfadó un poco con JiMin.

No se dio cuenta antes, pero ya llegaron a su departamento.

—¿Por qué no lo puedo decir? —dijo el otro estacionando el auto—. Debo presumir que te tengo.

El castaño apagó el vehículo y sacó las llaves. El contrario no dejó que él respondiera y solo salió del auto. Rápidamente intentó seguirlo, aunque no pudo evitar una mueca en los labios por el dolor de moverme, no solo producido por el sexo, sino por dormir de una forma tan incómoda.

—¿Acaso quieres que todos lo sepan? —En ese momento recordó la secreta regla del castaño.

—Deberíamos decirlo. —El chico agachó un poco la cabeza mientras abría el maletero del auto.

—¿Piensas hacerlo?

—Quiero hacerlo. —JiMin se acercó lo suficiente a él como para tomarlo de las manos y darle un lento beso en los labios.

From what to what? • || JimSu ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora