Capítulo 24: Boxing

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Ambas posaron sus ojos en mí, y mordí mi labio inferior como reacción.

Otra vez a hablar de sexo.

¿Acaso los vírgenes tenían algo escrito en la frente que los no vírgenes, no? ¿Es que tan evidente somos?

Pues desde aquel acto, era lo que pensaba; sentía que con la manera de caminar, las miradas, todos se darían cuenta de que algo había cambiado en mí. Extrañamente eso es lo que todas las mujeres pensamos luego de perder la virginidad.

-¿Qué, por qué me miran así? - dije haciéndome la desentendida y ellas arquearon una ceja.

-Es que te ves diferente, cariño - masculló Megan de manera pícara -. Y sé que te conozco muy poco, pero con lo que sé de ti es que con esas caras y gestos, podría decir que tú y Adam se acostaron.

Mis mejillas comenzaron a arder ferozmente que molestaban. Quedé enmudecida, sin saber qué decir. Hasta que finalmente respondí algo de lo que me arrepiento el día de hoy.

-¿Soy muy evidente? - murmuré.

Ella puso sus ojos como platos, la malteada que tenía en la mano casi se le resbalaba de ésta. Entreabrió sus labios para meditar algo pero volvió a cerrarlos, luego de unos segundos habló.

-Sólo estaba bromeando - meditó.

Me arrepentí inmediatamente de haber dicho aquel comentario, ya que mi cabeza no hubiese imaginado lo chistoso que era para ella y lo serio para mí. Las palabras de Ophelia comenzaron a rondar en mi cabeza; yo no debía de hablar de mi sexualidad con nadie, menos en el instituto, y mucho menos siendo una Parks. Quería que todos comprendieran que yo no era igual de sexosa como mi hermano, y primos. Y si seguía tocando el tema, en un abrir y cerrar de ojos todos lo sabrían. No quería que nadie pensara que finalmente Adam consiguió lo que quería. Y sólo eso.

-No sé si cabrearme o felicitarte - habló finalmente.

-Ambas son válidas - le respondí.

Ruby nos miró divertida, pues la situación en parte le cansaba gracia. Lo estaba disfrutando. Ella ya sabía sobre mi vida sexual por lo que mi confesión no fue una sorpresa para ella.

-Joder, yo le felicito - le dijo ella a Megan -. Adam está que se come solito.

Megan le dió un largo trago a su bebida.

-Pues eso es lo curioso; me alegro por ella, pero no que haya sido con él - respondió finalmente -. Puede estar bueno todo lo que quiera, pero ése capullo no es de fiar.

Sus palabras me cayeron como un dolor de cabeza, pues estaba ya un poco harta de que me hablaran mal de él. Y no podía acostumbrarme. Qué triste era que no todos conocían su lado más tierno, adorable y amistoso.

-Por cierto - anunció Ruby -. ¿Iremos al boxing de hoy?

Megan y yo la miramos desconcertadas. Nunca pensé oír una propuesta como ésa de la boca de Ruby.

-¿Por qué iríamos? Nunca hemos ido - replicó Megan y asentí concordando con ella.

-Adam va a pelear - respondió obvia.

-¿Y los ejercicios? - replicó Megan.

-Los haremos temprano ¿vale?

Ellas asintieron, pero yo aún seguía en shock. Al parecer la idea de que Adam peleara sólo me había aturdido a mí.

.

***

Dado a los sobresaltos del auto de Ruby, comprendí que el camino era bastante rocoso, huecos en el asfalto se sentían a cualquier dirección que ella tomara. Teníamos alrededor de treinta minutos andando en el coche, y dado a lo lejos que estábamos de la ciudad supuse que mi amiga no sabía realmente hacía dónde nos dirigíamos.

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2016 ⏰

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