Recuerdo el primer año encerrado en ese lugar, fue el más espantoso que he pasado, otros internos siempre trataban de pelear conmigo y ni que decir de que algunos hasta intentaban violarme cuando me quedaba solo en las áreas recreativas pero nunca lo permití prefería que me sedaran por creer que comenzaba una pelea a volverme la perra de todos, lo bueno es que esos tipos se escapaban o suicidaban al no aguantar el encierro pero pues no solo eran hombres, las malditas enfermeras se aprovechaban de mi cuando estaba amarrado a la cama, en si me liberaba mucho pero lo odiaba porque abusaban de mi sin siquiera darme la opción de follarlas por gusto propio por lo que mi único pasatiempo era leer o hacer ejercicio.

Todo se tranquilizó para el segundo año, mi temperamento agresivo se había extinguido y hablaba más que antes, había tiempo en que teníamos reuniones con el sector de las mujeres para compartir nuestro avance, ahí conocí a una chica llamada Emily, había sufrido en cantidad sus padres la habían abandonado y eso la llevo a una depresión muy grande que la llevo a juntarse con malas personas que la llevaron a un hoyo lleno de mierda, estuvo a punto de morir pero su tía la interno en el centro de rehabilitación y logro reponerse solo que ella llevaba 4 años ahí, podía decir que ya había vuelto a la normalidad.

Su amistad se volvió indispensable para mi tanto que cada viernes esperaba ansioso por ella y por su parte era igual.

Aquella noche que las personas del centro habían organizado una fiesta para ambos grupos, Emily y yo nos escapamos a la azotea, charlamos como siempre lo hacíamos, era tan agradable y que decir de ella, era muy hermosa, cabellera larga y castaña y su sonrisa era lo que más me gustaba aun después de todo lo que había vivido podía sonreír de esa manera tan pura y sincera, una cosa llevo a la otra y terminamos haciendo el amor como nunca antes lo había hecho con una mujer.

Emily y yo seguíamos viéndonos de manera regular aunque mi tiempo recluido llego a su fin y ella debía quedarse un año más pero sé que ella estará teniendo una buena vida.

Mi garganta estaba obstruida, ese sentimiento de ahogamiento había vuelto a mi cuerpo y volvía a sentirme mareado con escalofríos en todo mi sistema, me sacudí abriendo los ojos de golpe para darme cuenta que estaba en el hospital con manguerillas por todas partes pero la peor era la que tenía en mi garganta, estaba ahogándome, las enfermeras corrían por todos lados tratando de calmarme para sacarme el tubo por lo que deje de agitarme, me sentía horrible como me hubieran excavado dentro de toda la garganta hasta terminar en mi estómago y mi cuerpo se sentía como si un auto me hubiera atropellado.

—Que me paso señorita?— trata de levantarme

—No se esfuerce Señor, llamaremos a su familia— aún se me dificultaba respirar pero no como en el bar.... El bar... Jiyong con ese tipo... mi ataque...

—Hace cuanto estoy aquí?— me ignoraban —HABLA MALDITA SEA!— grite

—Cálmate hyung, todo está bien pensábamos que sería mucho peor, que tal te sientes?—

—Como una mierda, pero que tengo? Porque tenía esos tubos puestos?— Ri tomo una silla para ubicarse a mi lado

—Según me dijo el Doctor, llegaste con una crisis nerviosa muy grande lo que llevo a que te desmayaras varias veces mientras intentaban lavarte el estómago porque la droga que traías era muy fuerte supongo que todo se triplico por lo que viviste en el pasado, el Doctor dijo que si no te hubieran traído te habría dado un infarto bien grave además estábamos preocupados porque dijo que podías quedarte en coma o perder la memoria pero veo que gracias al cielo no sucedió— me abrazo mientras limpiaba sus ojos llorosos —Temí por ti hyung, me moriría sin ti—

—Tranquilo RiRi no me iré, tienes Seunghyun para rato y mis padres, Bom y J-Jiyong?—

—Tus padres están afuera junto con Bom y pues— pauso —Jiyong no ha venido ninguno de estos días aunque Choice hyung te trajo el prefirió no venir para no ver a tu padre— n-no vino, n-no le importa como este...

Un Destino Inesperado ~Segunda Temporada~Where stories live. Discover now