Mi teléfono sonó mientras estaba haciendo la fila para comprar el café y los sándwiches de queso que siempre comía. El insistente tono de llamada hizo que varias personas miraran en mi dirección, busque mi teléfono en mis bolsillos, avergonzado por ser el causante de un escándalo en esta tranquila cafetería.
Miré la pantalla de mi teléfono, mi corazón dio un vuelco y mi cuerpo una sacuda involuntaria. El nombre "Zara", aparecía en letras mayúsculas, me apresuré a contestas.
—¿Zara, paso algo con Hannah?—Hablé tan rápido que ni yo mismo pude entenderme.
—¡Austin, joder! ¡tienes que venir rápido, tienes que venir pero ya...!
—Zara, Zara cálmate, ¿qué rayos es lo que pasa?—Intenté sonar tranquilo pero la verdad soné de lo más alterado—. ¿Pasó algo con Hannah?
—¡Que si, maldición!, ¡ven rápido, Austin, ven pero ya!—Medio grito, no sabía si estaba contenta, desesperada o preocupada, ya que su tono me confundía, antes de poder preguntarle que pasaba, añadió—: ¡HANNAH DESPERTÓ ASÍ QUE MUEVE TU CULO DEVUELTA!
En ese momento todo el mundo se detuvo.
Todo empezó a dar vueltas y vueltas, me sentía mareado, eufórico, preocupado, desesperado, asustado, débil... Todas esas emociones me atravesaron como una flecha. Sentí como un saco de piedras se asentaba en la boca de mi estómago, y las ganas de vomitar vinieron a mi con rapidez.
El nudo en mi garganta se apretó y de repente, todo desapareció.
Empecé a verlo todo negro, sin embargo, era consciente de que había soltado las bolsas y que ahora me encontraba corriendo a toda velocidad hacía el hospital.
No escuchaba nada y no podía importarme menos. No veía nada, sin embargo, sabía exactamente a donde iba y por donde, me costaba llevar el aire a mis pulmones, sin embargo, solo me preocupo el hecho de que Hannah se había despertado, y yo no estuve allí con ella.
Los recuerdos me bombardearon en el momento en que llegué a la puerta del hospital donde estaba Hannah y mis ojos se llenaron de lágrimas.
Los recuerdos del cuerpo de mi pequeña, débil y frágil hija siendo sacado del vientre de su madre bombardearon mi mente y todo mi cuerpo se encogió.
Siempre pensé en el momento en que ella naciera, pelirroja y de ojos azules como su madre, de mejillas coloradas y sonrisa encantadora, pero todo mi mundo se fue a la mierda al observar su pequeño cuerpo sin vida por última vez, antes de que la enfermera de la llevará por el pasillo y desapareciera por una habitación.
Negué con la cabeza para apartar esos recuerdos tortuosos de mi mente, y me concentré en subir las escaleras hasta el piso 3.
Me detuvo en frente de la habitación de Hannah, mi corazón martillaba mis costillas con furia, tan fuerte que temí que las rompiera, mi respiración se corto y mis manos temblaban y sudaban, tome toda mi fuerza de voluntad para entrar por la puerta y todo lo que creí perdido volvió a cobrar vida.
Era Hannah, estaba despierta y con vida. Sus ojos azules todavía no recuperaban su brillo natural, ero seguían siendo tan intensos que me dejaban sin respiración, su cabello antes opaco estaba recuperando su vida, como si su intensidad y brillo dependiera de Hannah.
Sus mejillas empezaban a recuperar color, pero sus labios seguían igual que antes. No sé cuanto tiempo duro para que me encontrará caminando hacía ella, recuerdo haber casi empujado a Ryan para ponerme a su lado. Ni siquiera me había dado cuenta de que él y Zara se encontraban en la habitación.
Solo me interesaba mi chica de ojos azules y pelo de fuego.
—H-Hannah—Mi voz sonó pastosa y ronca, tuve que tragar saliva, sin embargo el nudo en mi garganta no se iba, verla aquí, despierta, vida, hizo que algo en mi reviviera, luego mi mirada paso a su vientre ahora plano y todo volvió a caer, las lágrimas bajaban sin piedad por mis mejillas, humedeciéndolas y solo entonces volví a mirarla—. L-Lo siento tanto, n-no pude protegerlos.
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Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓
WerewolfEl destino los ha unido, fingiendo inocencia. El dolor lo ha atrapado, fingiendo demencia. El presente los ha torturado, fingiendo consciencia. La realidad los ha separado, fingiendo clemencia. Dos seres que deben estar separados, luchan con todo...
Capítulo 30 °Austin°
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