Una joven solitaria que no tiene madre y su padre falleció meses atrás.
Trabaja para el hombre mas rico de Seattle.
Un hombre mujeriego y arrogante. Duro con sus trabajadores pero amante del cuerpo femenino.
Una joven con mucha paciencia para soport...
-¿de verdad te quieres ir?- lo miro. ¿No es el quien dice que soy un problema para él?
-¿no es lo que quiere?- le digo mirándolo. Puedo ver duda aparecer en sus ojos. –si me disculpa tengo que terminar mi trabajo. Estaré en mi escritorio- digo. Tomo el botiquín y vuelvo a mi puesto. Me siento y quedo en blanco. Veo los papeles y no sé por dónde comenzar.
-Ana, ¿estás bien?- me dice Taylor que ya ha regresado de dejar al intruso fuera de la madriguera.
-eso creo- digo sin ganas.
-no te preocupes. El tipo ese ya se encuentra en la policía. No creo que nos moleste más. Cielos, es la primera vez que ocurre esto. El jefe me va a cortar en cuadritos- dice como intentando aligerar el ambiente.
-supongo pero creo que ya corto a alguien más en cuadritos- digo.
-¿de qué hablas?-
-quiere mi renuncia. Me dijo que era la parte más débil que tiene y que ya no es bueno que sea su secretaria- digo.
-es un imbécil, nadie mejor que tu podría estar en este cargo. Eres la única que puede soportar el genio de mierda que se gasta- un leve sonrisa se escapa de mis labios.
-anastasia, necesito el contrato con empresa TorresMYA, es importante. Mañana llegan los dueños para firmar- dice Cristian desde la puerta.
Busco en todos los documentos que tengo en el escritorio y me llevo la agradable sorpresa que el contrato está roto y con las hojas manchadas con café. Llevo mis manos a la cara y las pasa varias veces. Este no es mi día. No lo es. Y como era de esperase don gruñón en nivel máximo me está gritando.
-lo puedo arreglar- digo.
-no hay tiempo. Ese contrato tenía muchos errores y por lo menos llevara dos días terminarlo de redactar y arreglar. Me has decepcionado Anastasia y no sabes cuánto- dice resignado. Salgo de la oficina sin decir ninguna cosa.
Busco en mis archivos el contrato original y cuando lo encuentro me llevo la sorpresa que había guardados la mayoría de los cambios. Trabajo como una hora en ese contrato hasta que queda listo. Lo imprimo y luego imprimo una carta de renuncia. La meto entre medio de otros documento que debe firmar y espero que solo la firma, que no se dé cuenta.
-necesito que firme estos documentos para archivarlos en las documentos para envió- le digo de manera hostil. Ni siquiera los mira, solo los firma.
Cuando es la hora de salida. El aún no se va. Tomo toda la fuerza que necesito y entro al despacho. Llevo dos carpetas. Una donde está el contrato completo y bueno y el otro donde está mi carta de renuncia, firma por él y por mí. Es solo una copia la verdadera va camino a recursos humanos.
-creo que debería irse- me gruñe. Suspiro.
-lo sé. Solo quiero entregarle esto- digo mientras dejo las dos carpetas.
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-¿Qué son?- dice sin siquiera mirarme.
-en la carpeta azul está el contrato de TorresMYA corregido y listo para firmar- el me mira sorprendido.
-¿y en el segundo?-
-mi carta de renuncia. Hasta nunca señor Grey- sin esperar respuestas salgo del despacho y llegue hasta el ascensor. Ruego a todos los santos para que no me siga y poder salir de aquí. Cuando llego a la recepción me despido como si nada y tomo un taxi. No quiero ir al departamento, así que decido ir a un bar. Apago mi teléfono ya que no quiero que me encuentren. Si no puedo atentar contra mi vida prefiero olvidar y que mejor que con ayuda del alcohol. ¿No piensan que es lo mejor? Tanto mi subconsciente como mi diosa interior niegan con la cabeza pero ya no quiero saber de nada ni a nadie.
