Sex on fire

Gotas de lluvia

-Recuerda algo Simmons seré tu sombra, te seguiré a donde quiera que vayas. Y al final sabré que pretendes. Entendiste- aquella fue una declaración de guerra en su contra, así que tenia que ser cuidadosa o todo su plan se vendría abajo

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En aquella viaja casa la de cabellos teñidos se encontraba curando la herida que le había causado a su hermano, se cercioró de no haber tocado órganos vitales para su suerte no había sido. Saco el móvil del pantalón y mando un mensaje de texto a su mejor amigo explicándole que por una semana saldría de viaje por motivos personales. Todos desconocían la existencia de Chae Rin y de aquel chico a quien tanto anhela volver a ver, y se encargo de borrar cualquier información sobre ella e incluso del propio Seungri, inventándole una nueva vida.

Una vida en la que todo era color de rosa, hijo único de una familia honorable, estudiante excepcional y gran empresario. Quien al morir sus padres se dedico a forjar un patrimonio para él y los descendientes que tuviera en un futura, logrando el imperio que ahora tiene. En esa historia Chae Rin no tenia cabida, no era la hermana menor que fue ultrajada y enloqueció de dolor, su madre no era la amante de un hombre de linaje que los abandono y sumergió en la vil miseria. No, claro que no, esa vida jamás tenia que salir a la luz

Chae Rin contemplaba a su herido hermano quien respiraba pausadamente, estaba sedado para evitar que hullera o quisiera hacer alguna otra locura, aún así lo ato de pies y manos a la cama como precaución.

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-Mami porque estas guardado mi ropa, iremos de viaje- la pequeña pregunto sin apartar la mirada de su madre quien metía la ropa en una maleta

-Nani y tú se cambiaran de casa, será grande y con un bello jardín- respondió la de ojos azules

-Alexa no crees que es exagerado de tu parte. El chico sólo vio la foto de Suni, nunca respondiste a su pregunta. Además la pequeña se parece demasiado a ti cuando eras una niña de su edad- respondió la anciana que se encontraba meciéndose en su mecedora

-No quiero arriesgarme, no quiero que nadie sepa de la existencia de mi pequeña. La quiero a salvo de todo y de todos- respondió mientras se dejaba caer de rodillas y se apoyaba en la cama

-Acaso la proteges de su padre o de sus abuelos, dime mi pequeña de quien la proteges- pregunto la anciana

-De su padre no, él es la persona más noble que he conocido, de mis padres quizás si. No quiero que la desprecien por ser hija ilegitima, sabes que para ellos eso sería una deshonra y su honor estaría manchado. Pero sobre todo la protejo de mi hermana, ella me odia, lo se y no quiero que Suni sea instrumento de venganza-

Y ahí estaba aquella joven mujer que hace cuatro años había destruido la felicidad de su hermana solo por venganza, pero venganza a que. Acaso no se supone que los hermanos siempre trataran de protegerte y de buscar tu felicidad, porque ella odiaba a su hermana mayor, sencillo, porque ella siempre fue olvidada por sus padres. Desde el momento que tuvo uso de razón podía ver como sus padres la ignoraban, los mejores regalos, las fiestas inolvidables y sobre todo el amor de aquel matrimonio eran para Ashley, Alexa siempre vivió a la sombra de ella y eso poco a poco enveneno el corazón de la joven.

La única persona que siempre le demostró amor y sobre todo, que la cuido como una hija fue aquella anciana a quien llamaba Nani. Aún recuerda el día que tuvo que irse a un internado y todo para que sus padres fueran felices solo con Ashley. El día era lluvioso y gris y ella una pequeña de tan solo 15 años se encontraba abrazada a su nana, suplicaba y lloraba por que no fuera enviada a aquel lugar pero toda suplica fue inútil. Tres años después regreso convertida en una bella joven pero con el corazón lleno de odio hacia sus padres y claro hacia su hermana. Cuando supo que Ashley se casaría hizo todo para seducir al prometido de su hermana y lo logro, el día de su boda y con ayuda de Daesung pudo vengarse de todo lo que su hermana le hizo en el pasado.

Ahora, cuatro años atrás sigue odiándola pero el nacimiento de su pequeña ha hecho que poco a poco sane su corazón y quiera proteger con uñas y dientes a Suni, no quiere cometer el mismo error que sus padres. Quizás sea absurdo pero una madre tiene ese sentido de protección y algo le dice que Ashley no es una buena persona como les esta haciendo creer a los demás.

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El cielo azul y el sol resplandeciente acompañaban al joven de ojos pequeños por aquel camino donde lo único que podía escuchar era el susurro del viento acariciando su oído. Detuvo su andar frente a una lapida, se arrodillo y deposito aquel ramo de flores blancas. Delineo las letras escritos sobre la fría lapida y lágrimas traicioneras resbalaron por su rostro

-Hoy se cumplen diez años, diez años en los que cargo con este dolor que me carcome- limpio las lágrimas con el dorso de su mano –Sabes he hecho cosas de las cuales no me siento orgulloso pero que son necesarias para saber si mis sospechas son ciertas- volvió a pasar su mano por aquella lapida delineando cada letra escrita –Papá ayúdame, ayúdame a saber si Seungri es el culpable y si él y yo somos hermanos. Por favor padre, ayúdame- sintió una mano sobre su hombro, no era necesario girarse pues el aroma que sus fosas nasales percibieron le indicaban que se trataba de ella

-Hola amor- la dulce voz hizo que una sonrisa en Daesung naciera

-Hola, perdón por no esperarte solo que necesitaba un tiempo a solas con él- se incorporó y se giro para depositar un beso en la frente de la recién llegada

-No te preocupes y ya has ido a verla a ella-

-No, no me agrada ir solo. Iba a esperarte para que fuéramos juntos-

Daesung tomo de la mano a Alexa y caminaron hasta otra parte de aquel cementerio, se detuvieron frente a una sepultura que era custodiada por un ángel. Retiro aquellas flores ya marchitas y deposito las que la peli-castaña llevaba, observo un momento la fotografía que descansaba sobre a fría lapida y nuevas lágrimas descendieron por su rostro. Alexa le abrazo por la espalda como muestra de apoyo.

-Ella descansa en paz- susurro Alexa

-Lo se, después de mucho sufrimiento al fin esta en paz. Pero no se merecía una muerte así- respondió de la misma forma en la que Alexa había preguntado

-Nadie se merece una muerte tan espantosa, quien fue el desquiciado que la mato- pregunto

-La persona que menos imagine. A simple vista es un buen hombre, respetable y honorable. Uno que se preocupa por su prójimo y que nunca se atrevería a matar a una mosca. A quien llamo amigo y con quien convivo día a día-

-Acaso es Ji Yong o Taeyang- respondió con algo de duda

-No. El asesino de Jang Haneul y probablemente también de mi padres es ni más ni menos que Lee Seung Hyun- Alexa abrió como plantos aquellos ojos azules y su boca se seco al escuchar tal declaración

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En el centro de Madrid Seung Hyun y Ashley se encontraban recorriendo las calles cual pareja de enamorados. Iban comiendo algo de helado y Ashley llevaba consigo un lindo globo, Seung Hyun sentía que su corazón saldría en cualquier momento de su pecho al ver tan feliz a Ashley. Él la amaba en secreto pues habían acordado que la única relación que tendrían sería de amigos casuales, no habría amor por parte de los dos y cuando alguno se enamorara del otro era mejor decir adiós.

-TOP- Ashley le llamo de esa forma tan intima para ellos haciendo que el corazón desembocado de Seung Hyun latiera aun más rápidamente –Algún día te enamorarías de alguien como yo-

-Alguien como tú- no comprendía aquella pregunta y no sabía a que venia

-Una mujer rota y con el corazón podrido. Un ser tan despreciable que sería capaz de lastimar una inocente alma con tal de saciar su sed de venganza- se detuvo mientras observaba como las nubes azules empezaban a tomar un color grisáceo. TOP se detuvo frente a ella, se giro a verla y la tomo entre sus brazos para acercarla a su pecho

-Sin duda alguna, porque a pesar de aquel caparazón que te has hecho he visto a la mujer más noble. En definitiva me enamoraría de una mujer como tú- las gotas de lluvia empezaron a mojar sus cuerpos liberándolos de todos sus pesares, también aquella pareja que salía del cementerio tomados de la mano, disfrutando de aquel contacto y una joven que danzaba bajo la lluvia en del hermano perdido sin importarle perder al que se encontraba dentro de aquella casa.

Las gotas de lluvia les estaba liberando del dolor aun que solo fuera momentáneamente.