"Triste despedida"

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Capítulo XIII
"Triste despedida"


Ya todo mi ser había superado la decepción que representó para mí Daniel. El sol había alumbrado por un momento en mi vida, cuando la tormenta arreció *Ángel se iba* (Capítulo 2 de "Ángel de mi guarda... mi dulce compañía")

Yo comprendía la situación, sabía que debía estar con su madre y apoyarla, pero me dolía tanto separarme de quien había sido mi amigo desde kindergarten. La despedida en el aeropuerto fue mucho más emotiva de lo que me había esperado. Ángel me abrazaba y no me soltaba, yo igual no quería dejarlo. No llorábamos, tenía miedo de quebrarme ante él y hacerlo sentir mal.

Johnny como siempre contemplaba la situación muy callado con semblante serio. Kevin cada vez que soltaba a su madre, se acercaba a Ángel y lo abrazaba, diciéndole que pronto estaría a su lado.

Ya en los últimos momentos antes de su partida, Ángel se acercó a Johnny, lo abrazó y le pidió:

-No permitas que vuelvan a lastimar a Joseph-

Johnny solo asintió e hizo ese gesto que hacía con los labios apretando uno contra el otro. Luego Ángel se acercó a Kevin y le dijo que se portara bien y que cualquier cosa se acercara a nosotros para que le ayudáramos.

Para despedirse de mí, me llevó a un lugar alejado del grupo y fijando su mirada en un horizonte lejano, perdido, me dijo 3 cosas importantes, a una de las cuales en un principio no encontré sentido.

Primero me dijo que yo era su mejor amigo y que eso no cambiaría por nada del mundo, también que me encargaba a su hermanito.

Después me dijo: -Yo volveré cuando me sea posible. Por favor no me olvides.- (si no había llorado, esta vez sí solté las lágrimas)

Se quedó serio por un momento, mientras cavilaba profundamente, soltó el aire de sus pulmones muy despacio y luego dijo:

*Me conoces bien, sabes que analizo todo, yo quiero pedirte algo, quiero que pienses en lo que te diré ahora y que lo consideres, si llegas a una conclusión hablaremos de nuevo de este momento*.

Trate de interrumpirlo pero él no me dejo. Colocó sus dedos en mi boca y continúo:

*Antes de que Daniel se te acercara aquel día, yo había notado algunas cosas, me callé porque no quería que te sintieras incómodo y luego Daniel llego, te habló y tú fuiste muy feliz, por eso consideré que no valía la pena hablarlo. Pero ahora que ya estás libre de ese sentimiento, quiero que por favor descubras "los indicios", esos que yo he venido observando, fíjate siempre en los pequeños detalles, ya sé, no me entiendes ahora, pero si lo analizas detenidamente lo entenderás, hay cosas que algunas veces pasamos por alto, son tan pequeñas, tan diminutas que no sabes que están allí, pero al contrario... el peso de no tenerlas sería aplastante.*

Ángel se fue, llegó a su destino, a su nueva vida, aunque siguiéramos en contacto día tras día a través de los mensajes y las llamadas, sentí que mi mundo acabaría estando tan lejos de mi amigo, pero Johnny no me concedió tregua y se volvió mucho más cercano y cuidadoso conmigo como tratando de compensar la ausencia de Ángel, durante todo este tiempo seguimos con la rutina de juntarnos para dar un paseo en el centro comercial, ir a comer algo, reunirnos para ver alguna que otra película y turnarnos de vez en cuando para quedarnos en la casa de él o la mía. Por lealtad o por el amor que nos une a Ángel siempre dejábamos libre el lugar que le correspondía al irnos a dormir, aunque muy de vez en cuando, al sentir su ausencia yo no podía controlar el llanto, pero me reconfortaba siempre el contacto de la mano de Johnny sobre mi espalda y la pregunta que siempre me hacía:

-¿Te encuentras bien?-

Cuando Ángel nos contó que justo el primer día que inició los estudios en el nuevo país se creó su fama al haber derribado a 2 chicos, casi nos caímos de la cama de tanta risa (Capítulo 3 de "Ángel de mi guarda... mi dulce compañía") Nos quedamos tranquilos porque también nos contó que al chico que defendió lo cuidaba mucho para que no tuviera problemas con el otro bando.

Me quedé sin habla el día que Ángel a través de mensajes enviados al grupo que teníamos Johnny, él y yo, nos contó que sentía algo por el chico al que había defendido y que no cumpliría la promesa de no enamorarse que hicimos. Tomé mi tiempo para pensar lo que le diría, yo ya había vivido las mieles del amor y no quería que mi amigo se privara de sentir lo mismo. Así que en mensajes sucesivos le escribí:

(Capítulo 7 de "Ángel de mi guarda... mi dulce compañía")

*Fue una promesa estúpida y difícil de cumplir la que hicimos, lo hicimos al calor de las emociones que en ese momento teníamos*

*Si te has enamorado, no tengas miedo y si él te corresponde vive ese amor*

*Te lo dice tu amigo al que le rompieron el corazón, pero aun así, si pudiera volver a estar con él no lo dudaría. Te preguntarás ¿por qué?, la respuesta es sencilla:*

*Recuerdas cuando vimos la película de Cage y Meg, la del Ángel. Lo que más me impactó fue cuando después de perderla le preguntan si valió la pena... Recuerdas lo que el ángel respondió: "prefiero haber olido una sola vez su cabello, un solo beso de sus labios o una sola caricia de sus manos, a una eternidad sin su amor..."*

*Si me preguntan lo mismo a mí, yo respondería igual amigo.*

*Ahora te pregunto a ti: ¿vale la pena vivir lo que sientes?. No necesito respuesta. Se lo que responderás*

*No te preocupes, la promesa queda anulada, lo mismo para ti Johnny. No tenemos que cumplirla*

*Si te enamoraste, vive ese amor a plenitud. Si eres feliz, yo lo seré contigo. Si te rompe el corazón, yo le romperé la cara, como tú lo hiciste con mi ex.*

*Te quiero amigo y te extraño*

De último Johnny también envió su mensaje:

*Yo opino igual que Joseph. Me alegro por ti. Te soy sincero, de los tres pensé que tú serías el último a quedarte a cumplir esa estúpida promesa. Me alegra haberme equivocado.*

Por toda respuesta Ángel contestó:

*Gracias chicos*

Después de haber abierto mi corazón de la manera que lo hice al haberle enviado esos mensajes, me quedé sentado sobre mi cama pensando en esta sensación que se había albergado en tomo mi ser, era como si flotara sobre un remanso de paz. No sé cuánto tiempo estuve así, pero me sustrajeron de esos pensamientos los pequeños toques en la puerta, al dar permiso de pasar Johnny abrió y se asomó por la puerta, entró, la cerró detrás de sí y luego se sentó a la par mía rodeándome con su brazo, mientras me preguntaba:

-¿Te encuentras bien?

Yo sonreí, lo miré directo y le contesté -Si-

Y con la misma actitud le pregunté: -¿Te quedarás a comer?-

Por toda respuesta dijo: -Si tú me invitas-

Durante los siguientes días Ángel nos comentaba de todo lo que ocurría con el chico que le robó el corazón, tratábamos de ser objetivos y lo aconsejábamos lo mejor que pudimos. Habían momentos que odiaba al chico, porque algunas veces sabía que Ángel sufría, pero al mismo tiempo me daba cuenta que ese chico realmente tenía interés en mi amigo a quien le aconsejaba que tuviera paciencia, que apenas se estaban conociendo.

"Después de la tormenta, siempre sale el Sol"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora